Sobre el proceso de privatizaciones
El proceso de privatizaciones constituye un fen¨®meno de car¨¢cter internacional. Los autores analizan las causas de que pa¨ªses con Gobiernos liberales, como el Reino Unido y Portugal (en espera de la previa reforma constitucional), y tambi¨¦n pa¨ªses con partidos socialistas en el Gobierno, como Francia o Espa?a, est¨¢n enviando a la esfera privada empresas de car¨¢cter p¨²blico.
Desde la ¨®ptica neoliberal el proceso de privatizaciones se interpreta como el final de la "concepci¨®n rom¨¢ntica del Estado": una prueba de que la sociedad no de sea continuar concediendo el premio al segundo concursante tras haber escuchado ¨²nicamente al primero. En otras palabras, todo lo que el mercado hace mal no tiene que ser incorporado necesariamente al sector publico, porque ¨¦ste puede hacerlo incluso peor. El fen¨®meno de las privatizaciones se enmarca, pues, entre el ¨¦nfasis progresivo sobre los par¨¢metros de eficiencia y una menor atenci¨®n hacia los as pectos de distribuci¨®n que caracterizan la pol¨ªtica econ¨®mica desde la crisis de los setenta. En el caso de la econom¨ªa espa?ola el exponente m¨¢s claro del proceso de privatizaci¨®n parcial de empresas p¨²blicas, con independencia de la operaci¨®n de doble sentido de Rumasa, ha sido la venta en bolsa de paquetes accionariales de empresas del holding INI.En octubre de 1986 se ofreci¨® en bolsa el 38% del capital de GESA; en marzo de 1988, el 39% de Ence, y en mayo el 20% de Endesa, todas ellas empresas del INI. Las pr¨®ximas que pueden seguir el mismo camino son Repsol, que colocar¨¢ entre un 20%. y un 30% de su capital, e Iberia, que podr¨ªa colocar en tomo al 45%. Y quiz¨¢ m¨¢s tarde Trasmediterr¨¢nea, Aldeasa y Mercosa, estas ¨²ltimas del grupo del Patrimonio del Estado. La experiencia vivida permite algunas reflexiones.
En primer t¨¦rmino, el proceso de privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas puede maquillar la verdadera necesidad de endeudamiento del sector p¨²blico ampliado durante un determinado per¨ªodo.
En este sentido cabe plantear si en una situaci¨®n de privatizaciones o de venta de activos p¨²blicos el d¨¦ficit y la deuda neta p¨²blica constituyen los mejores indicadores de la evoluci¨®n de la pol¨ªtica fiscal-
El indicador del d¨¦ficit p¨²blico habitualmente utilizado como objetivo de pol¨ªtica econ¨®mica se corresponde al de necesidad de financiaci¨®n. Quiz¨¢ en estos momentos, en la medida en que el proceso de privatizaci¨®n constituye una fuente de ingresos extraordinarios de las empresas p¨²blicas que no puede mantenerse indefinidamente en el tiempo, ser¨ªa de inter¨¦s contar con un indicador de d¨¦ficit p¨²blico ex ingresos por venta de activos.
Endeudamiento p¨²blico
Hasta el momento los ingresos p¨²blicos procedentes de la venta de participaciones en el capital social de las empresas p¨²blicas se?aladas han supuesto aproximadamente 100.000 millones de pesetas. En concreto, durante 1988 los ingresos por esta v¨ªa ascienden a 92.000 millones, de los que el 81% corresponde a Endesa y el resto a Ence. ?Qu¨¦ efecto no tendr¨¢n estos ingresos extraordinarios sobre la cuenta de resultados del INI en 1988? ?E indirectamente sobre el monto de subvenciones que el INI habr¨¢ de recibir por la v¨ªa de las transferencias presupuestarias en 1989?
Desde la perspectiva de la variable del stock endeudamiento p¨²blico, tambi¨¦n el proceso de privatizaci¨®n aconseja corregir algunos indicadores.
Cuando el sector p¨²blico ampliado se enfrenta a un proceso de venta de activos empresariales, ni el concepto de deuda p¨²blica bruta, que s¨®lo considera pasivos financieros, ni el de deuda neta, que considera activos y pasivos pero ¨²nicamente de car¨¢cter financiero, parecen indicadores demasiado correctos de la evoluci¨®n de la situaci¨®n deudora del sector p¨²blico. En este caso el concepto de patrimonio neto del sector p¨²blico, que considera tanto activos y pasivos financieros como reales, parece m¨¢s oportuno.
El producto de estas operaciones de venta de empresas disminuye la deuda neta del Estado, pero no se produce una mejora equivalente en su situaci¨®n patrimonial.
En resumen, aun siendo conscientes de los obst¨¢culos pr¨¢cticamente insalvables inherentes al c¨¢lculo de esta magnitud, derivados de las dificultades de valoraci¨®n de activos y pasivos p¨²blicos -por ejemplo recursos naturales, capital fijo o compromisos financieros por pensiones. futuras-, el intento de aproximaci¨®n al concepto de patrimonio p¨²blico neto ser¨ªa recomendable.
En segundo lugar, la experiencia confirma que los per¨ªodos de arrobamiento colectivo por las virtudes del mercado suelen coincidir con ciclos econ¨®micos expansivos, y ¨¦stos con los procesos de privatizaci¨®n; y que en las situaciones de crisis se tiende a recurrir de nuevo al sector p¨²blico, de acuerdo con la imperante ideolog¨ªa del pragmatismo ideol¨®gico. La nacionalizaci¨®n de uno de los grandes bancos americanos, el Continental Illinois, resulta un ejemplo clarificador.
Por ello cabe plantearse cu¨¢l va a ser el alcance del proceso privatizador en Espa?a. En otras palabras: ?van a conceder al Gobierno los ciclos econ¨®mico y burs¨¢til el per¨ªodo de gracia que le permita concluir el proceso de privatizaci¨®n que proyecta?
La coyuntura burs¨¢til en el momento de privatizaci¨®n de una compa?¨ªa condiciona de forma importante el ¨¦xito de la operaci¨®n (recu¨¦rdese la amarga experiencia que para el Gobierno brit¨¢nico constituy¨® la salida a bolsa de la British Petroleum). La elecci¨®n de un per¨ªodo u otro viene determinada, sin embargo, por el calendario previsto a medio plazo para todo el proceso de privatizaci¨®n, y, consecuentemente, no constituye una decisi¨®n sin restricciones para los gestores de este proceso.
Movimientos burs¨¢tiles
En cuanto a los movimientos burs¨¢tiles a corto plazo, el tiempo necesario de montaje y publicidad de las operaciones de salida a bolsa dificulta asimismo la elecci¨®n de un per¨ªodo ¨®ptimo. Sin embargo, parece claro que las plusval¨ªas obtenidas por los tenedores de acciones de operaciones anteriores constituyen posiblemente el factor psicol¨®gico que m¨¢s afecta a la demanda y al precio de las acciones de futuras empresas que privatizar.
Todo ello no es ¨®bice para que los gestores de las privatizaciones cuiden otros aspectos del proceso que no escapan a su control. Por ejemplo, la elecci¨®n de los mecanismos adecuados de fijaci¨®n de precios y del grupo id¨®neo de aseguradores y colocadores, as¨ª como de las garant¨ªas de transparencia del proceso. Pues aunque en nuestro pa¨ªs la campa?a sobre el capitalismo popular no ha hecho furor como en Francia o en el Reino Unido, cualquier intento tard¨ªo de reanimarla quedar¨ªa cuestionado por la evidencia de unas colocaciones que no hubieran sido lo bastante amplias; es decir, por la presencia de paquetes accionariales en las instituciones que aseguraron el papel de otros inversores institucionales.
Asimismo parece recomendable atender a factores como los per¨ªodos de liquidaci¨®n fiscal -de importante impacto psicol¨®gico sobre los ahorradores- y al an¨¢lisis de la liquidez del sistema y de la oferta de papel existente en el mercado. As¨ª, durante el per¨ªodo de oferta p¨²blica del paquete de acciones de Endesa, la demanda de fondos -sin considerar t¨ªtulos p¨²blicos ni pagair¨¦s de empresa- se situaba en torno a los 200.000 millones entre emisiones de renta fija y ampliaciones de capital con aportaciones de fondos. De este importe, la oferta de 55.000 millones por parte de la empresa del INI en el mercado interior supon¨ªa m¨¢s de una cuarta parte.
La competencia entre el papel p¨²blico y privado en el mercado primario pudiera dar lugar a un efecto crowding out de nuevo cu?o de la econom¨ªa privada. No en vano el Gobierno franc¨¦s encabezado por Chirac ha sido acusado desde diversos ¨¢mbitos de haber provocado con su proceso de privatizaciones la expulsi¨®n de las empresas privadas del mercado burs¨¢til. ?Podr¨ªa tambi¨¦n producirse un conflicto entre las emisiones de deuda del Tesoro y las apariciones en bolsa de empresas p¨²blicas? En la actualidad, habida cuenta de la enorme liquidez del sistema, no parece probable. El ciclo burs¨¢til y, c¨®mo no, el ciclo econ¨®mico dir¨¢n la ¨²ltima palabra.
y Juan Ignacio Crespo trabajan en Gesmadrid, del grupo Caja de Madrid.
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