Vida y milagros de una central nuclear
Una burla del sistema de seguridad y dos incendios, en los 10 meses de Vandell¨°s 2
La central nuclear Vandell¨°s 2, en Tarragona, que fue considerada por sus propietarios como mod¨¦lica en sistemas de seguridad, tiene una vida corta, pero llena de incidentes. Desde que el Ministerio de Industria y Energ¨ªa autoriz¨® su explotaci¨®n provisional, en agosto de 1987, hace 10 meses, ha sufrido dos incendios en su recinto. Adem¨¢s, 10 miembros del movimiento radical Crida a la Solidaritat burlaron el sistema de seguridad del complejo y accedieron hasta la sala de turbinas de la central. Todo bajo la mirada de los municipios de su entorno, que retrasaron varios meses la puesta en funcionamiento de esta central por considerar que los planes de emergencia eran papel mojado.
Estas deficiencias volvieron a manifestarse tras el siniestro ocurrido el pasado mi¨¦rcoles en uno de los transformadores de salida de energ¨ªa el¨¦ctrica de la central, que provoc¨® que se decretara el estado de prealerta nuclear. El reactor de la central entr¨® nuevamente en funcionamiento el pasado lunes, pese a la exigencia del Ayuntamiento de Vandell¨®s de paralizar la planta hasta que el plan de emergencia est¨¦ totalmente cumplimentado.La direcci¨®n de la central, sin embargo, resta importancia a estas incidencias. Asegura que no pasa "absolutamente nada" y argumenta que cualquier problema, por peque?o que sea, tiene "una trascendencia muy importante en los medios de comunicaci¨®n por la creciente sensibilizaci¨®n que tiene la poblaci¨®n".
Los dirigentes de la central se mantuvieron totalmente al margen cuando cuatro municipios se opusieron, en oto?o de 1987, a participar en el simulacro de emergencia preceptivo para poner en funcionamiento el complejo at¨®mico. Acusaban a Protecci¨®n Civil de no disponer de las necesarias medidas de seguridad para garantizar la vida de la poblaci¨®n en caso de accidente. La historia de Chernobil, dec¨ªan, se pod¨ªa reproducir en Espa?a. El operativo finalmente se desarroll¨®, a cambio de compromisos de inversiones valoradas en m¨¢s de 2.000 millones de pesetas.
Tranquilidad empresarial
Ahora, ante la solicitud de la parada del reactor, la central est¨¢ tranquila. "Nosotros acataremos escrupulosamente cualquier dictamen que ordene la Administraci¨®n", asegura el director, Albert Biete. Los directivos de la central no quieren hablar de mala suerte, ni de deficientes medidas de seguridad. Lo cierto, sin embargo, es que lo malos augurios ya se cernieron sobre la cuarta central nuclear instalada en Catalu?a -las otras tres tambi¨¦n est¨¢n situadas en la provincia de Tarragona- cuando fue localizado en su recinto, dos a?os antes de su conexi¨®n a la red, un paquete explosivo compuesto de Goma 2; o cuando un escape de fuel¨®leo contamin¨® la costa, cuyas consecuencias a¨²n padecen los municipios tur¨ªsticos de la zona. -El Ayuntamiento de Vandell¨®s -encabezado por Carles Barcel¨®, de Converg¨¨ncia i Uni¨®-, que ha mantenido una postura cr¨ªtica con la central desde que tiene problemas para cobrar el importe de la licencia fiscal, estudia la presentaci¨®n de una querella por delito ecol¨®gico. Todas estas circunstancias provocaron que incluso se hablara durante los ¨²ltimos meses de 1987 de un boicoteo d¨ªrigido contra la central desde su interior. Caldo de cultivo no faltaba: la procedencia de la Goma 2 jam¨¢s se ha descubierto. Como tampoco se ha sabido qui¨¦n realiz¨® una falsa amenaza de bomba, desde dentro del recinto at¨®mico, que oblig¨® a evacuar el pasado oto?o a medio millar de trabajadores.
La direcci¨®n de la central, perteneciente a las empresas ENDESA e Hidrola, rechaza que sus dispositivos de seguridad fallen, pero fueron burlados en febrero de este a?o por 10 miembros de la Crida que se hicieron pasar por profesores de un supuesto colegio barcelon¨¦s. Replica a las cr¨ªticas, pero, d¨ªas despu¨¦s de obtener la autorizaci¨®n provisional de funcionamiento, cuando se exaltaron sus extraordinarias condiciones de seguridad, se declar¨® un incendio en las proximidades de la sala de control.
Protecci¨®n Civil, con grav¨ªsimas deficiencias y falta de recursos, tiene grandes quebraderos de cabeza con esta nuclear. Y los tiene porque la provincia de Tarragona, desde que ETA hizo saltar por los aires hace un a?o un haz de tuber¨ªas de Enpetrol, exige seguridad. Nadie en Europa tiene en un pu?ado de metros cuadrados cuatro nucleares y un complejo petroqu¨ªmico.
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