La tierra es para quien la hereda
Una familia de agricultores riojanos se a cumplir la orden judicial de entregar su finca al obispo
![Antonio Ca?o](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbeac12ba-699c-4d3e-89c6-e30be1d9a86c.png?auth=74fed457e58f28ed1f5682cefdc437f0ffd7a482e0124e2212ab78e056c83af2&width=100&height=100&smart=true)
Cuatro familias de agricultores riojanos se niegan a entregar sus tierras al obispo. El juez les ha ordenado que lo hagan, bas¨¢ndose en contratos, normas y leyes. Ellos oponen a esta decisi¨®n una vieja sentencia: "La tierra es para quien la trabaja". En su caso, la trabajaron sus abuelos y sus padres, y ellos mismos, que pasan ya de los 50 a?os. Pero el origen de este contencioso ocurri¨® a comienzos del siglo, despu¨¦s de una curiosa herencia.
Los colonos se han negado a cumplir la orden judicial de un modo contundente: el lunes hicieron entrar en la finca - 12 hect¨¢reas para cultivar cebada- todo lo que encontraron a mano: sus esposas, sus coches, sus m¨¢quinas y sus cien ovejas. Desde entonces han deso¨ªdo todas las ¨®rdenes de desalojo, y permanecen ocupando esas tierras de Ales¨®n, una localidad situada a 20 kil¨®metros de Logro?o, cerca de N¨¢jera.El conflicto por la propiedad de las fincas se remonta a principios de siglo, cuando Simona Nalda falleci¨®, dejando sus tierras a una sobrina, Mar¨ªa Jes¨²s Nalda, y a tres sacerdotes para que oficiaran misas y rezos por su alma. Las tierras fueron trabajadas desde entonces por la familia Olarte, como renteros o colonos; pero cuando en 1973 falleci¨® una de los cuatro coherederos -la sobrina Mar¨ªa Jes¨²s Nalda, que hab¨ªa abrazado la vida religiosa en la congregaci¨®n de Esclavas del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s-, se produjo un cambio sustancial: el p¨¢rroco, Ra¨²l Najarro, descubre por los vecinos de Ales¨®n que la propiedad de las fincas que explotan los Olarte corresponde a la Iglesia.
Ello hace que se inicie el contencioso, y los primeros contactos son negociadores: los Olarte podr¨ªan adquirir las 12 hect¨¢reas en 1,5 millones de pesetas. Pero este bajo precio -el actual se estima en varias decenas de millones- levant¨® entre el vecindario de Ales¨®n cierto malestar.
Los agricultores, no obstante, se opusieron a que les dejaran sin su finca, y quisieron hacer valer el derecho a unas tierras en las que trabajaron sus padres y abuelos.
Los Olarte son ya cuatro fam¨ªlias: las de los hermanos Pedro, que tiene 57 a?os; Gerardo, de 54, y Gregorio, de 51, y su cu?ado Elviro Iruzubieta.
El primer contencioso sobre la propiedad de estas fincas qued¨® solventado por la Audiencia Territorial de Burgos en favor de la di¨®cesis de la Iglesia; y el juzgado de instrucci¨®n de Logro?o n¨²mero 1 ha ordenado que las tierras se otorguen provisionalmente a la Iglesia.
Ocupaci¨®n
Despu¨¦s de todo ello, los colonos impidieron el lunes a la comisi¨®n judicial del Juzgado de N¨¢jera que se hiciera efectivo el desalojo. Junto a los coches y las objetas, los colonos situaron pancartas alusivas a la Iglesia y al comportamiento del p¨¢rroco de Ales¨®n, Ra¨²l Najarro, que presenci¨® imperturbable los acontecimientos. Las pancartas recog¨ªan estos textos, entre otros: "Piensa en tus votos sacerdotales". "Los curas a predicar, los agricultores a labrar". Incluso en verso: "En el pueblo de Ales¨®n, un cura con ambici¨®n, por conseguir unas fincas que suyas no son, pierde religi¨®n. Vienes de Logro?o con intenci¨®n de heredar, no lo has conseguido ni lo conseguir¨¢s, porque te faltan razones para poderlas pescar. Muchos viajes vas haciendo y nada vas a sacar, m¨¢s que barro en los zapatos y canso de caminar".Los Olarte hac¨ªan ondear tambi¨¦n unos documentos que, seg¨²n afirman, son las escrituras notariales de propiedad. Finalmente, el que sali¨® en busca de un notario fue el p¨¢rroco, que quiso dejar constancia del incumplimiento de la orden del juez.
Varios miembros del Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil observaron tambi¨¦n los hechos sin intervenir. Junto a los tres hermanos Olarte-Gerardo, Pedro y Gregorio-permanec¨ªan sus esposas y su cu?ado Elviro Iruzubieta.
La situaci¨®n ayer, martes, se manten¨ªa en torno a los Olarte en una tensa calma, sin nuevos acontecimientos.
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