La gran rev¨¢lida, sin incidentes

El examen de acceso a las universidades de Madrid (Alcal¨¢ de Henares, Aut¨®noma, Complutense y Polit¨¦cnica) se inici¨® ayer. La prueba, que concluir¨¢ hoy, se realiza por primera vez en un ¨²nico llamamiento para todos los estudiantes del distrito. En total, 40 tribunales, 800 profesores y m¨¢s de 33.000 alumnos, la mayor¨ªa de ¨¦stos, tocados por la huelga del profesorado, que no dio tiempo a cumplir los temarios en su totalidad. Seg¨²n las aultoridades acad¨¦micas de la Complutense, no se produjo incidente alguno en la primera jornada. Hoy se desarrollar¨¢n las pruebas espec¨ªficas de ciencias y letras y de materias optativas.

A las ocho y media de la ma?ana, una hora antes de comenzar el examen, los accesos a los diversos campus universitarios de Madrid absorbieron m¨¢s circulaci¨®n de veh¨ªculos de lo habitual. M¨¢s de 20.000 alumnos acudieron a las aulas de la Complutense para realizar los ejercicios de la prueba de selectividad de este curso.Aunque hayan pasado todo el curso de COU prepar¨¢ndose para la selectividad, muchos alumnos no llegan a explicarse la raz¨®n de esta prueba. "Ser¨ªa m¨¢s racional un examen de ingreso en el centro donde uno quiere estudiar", dec¨ªa uno. "?Para qu¨¦ quiero yo pasar una prueba de lengua o de filosof¨ªa si voy a hacer inform¨¢tica?", se pregunta un joven al que contesta otro esgrimiendo su caso: "Yo voy a hacer Econ¨®micas. He visto en el temario la palabra Arist¨®teles y he dicho passso.... Y luego he visto Kant y he estado a punto de pasar tambi¨¦n pero, claro, no me ha quedado m¨¢s remedio que apuntarme a una de ellas".

Dos temas de lengua y dos de filosof¨ªa, a escoger uno de cada. Por la tarde, un comentario de texto y el idioma, para terminar a las ocho y media de la noche. "Un marat¨®n", dice un alumno de la academia Krahe al salir del ejercicio de filosof¨ªa.

Temblando como nunca

Nervios, muchos nervios. M¨¢s que otros a?os. Un alumno que deb¨ªa examinarse en una de las aulas de la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n hab¨ªa olvidado su carnet de identidad. Tuvo que volver a buscarlo y perdi¨® la posibilidad de realizar el ejercicio de lengua. Aunque "estos casos est¨¢n previstos, algo se har¨¢ con ellos", explica un presidente de tribunal.Otro estudiante pidi¨® una nueva hoja de examen porque "he puesto mi nombre en ella y no se puede". Hab¨ªa confundido la identificaci¨®n personal con la prohibici¨®n de firmar el examen. Muchos de ellos, "muy cabreados porque no dejan fumar en las aulas". Y todos, "han entrado temblando como nunca", comenta una vocal de un tribunal.

Las aulas habilitadas al examen de selectividad estaban repartidas pr¨¢cticamente en todas las facultades. En la de Farmacia, un tanto congestionadas; en la de Medicina, escalonadas y con espacios libres; en la de Ciencias de la Informaci¨®n, sobrecarga de alumnos, y en la escuela de Caminos de la Universidad Polit¨¦cnica, de unas dimensiones gigantescas, m¨¢s de 800 alumnos en su interior. En una peque?a sala de esta escuela, una joven invidente se enfrenta a su maquinita de m¨¦todo Braille y dirige de vez en cuando sus ojos al techo para recordar las preguntas que le hab¨ªan dictado. En el aula de Caminos, una hora despu¨¦s de comenzar la prueba de filosof¨ªa, unos andan ya por la cuarta p¨¢gina y otros por la quinta l¨ªnea. Las actas de evaluaci¨®n que ser¨¢n entregadas en todos los rectorados el 8 de julio, reflejar¨¢n los resultados del esfuerzo de unos y otros.