El sudor del juez
Carlos Lorenzo-Penalva de Vega, titular del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 6 de Barcelona, soporta mal los nervios. Le da por sudar.Ayer, en el juicio que se sigue contra ¨¦l en el Tribunal Supremo, durante la hora que dur¨® el interrogatorio del fiscal y la defensa, debi¨® perder un par de kilos.
Al magistrado le correspondi¨® declarar en primer lugar, nada m¨¢s iniciarse la vista, y afloraron los nervios. Las gotas se desprend¨ªan regularmente desde la frente y las sienes, empapadas, recorriendo el rostro.
Cuando el fiscal le acosaba a preguntas, el magistrado respond¨ªa de forma acalorada, elevando la voz, y autom¨¢ticamente se notaba el aumento del flujo de sudor.
Sin embargo, en otras ocasiones, Carlos Lorenzo-Penalva de Vega demostraba ser conocedor del mecanismo de un interrogatorio y se mostraba tranquilo.
El magistrado admiti¨® que conoc¨ªa a Gloria Vi?als, procesada en la causa. Dijo el juez que ella trabajaba en el despacho de su hermano Luis, con lo que se contradijo en una anterior declaraci¨®n sobre el mismo extremo. En la instrucci¨®n del sumario, el magistrado asegur¨® que conoc¨ªa a Gloria, pero neg¨® que estuviera empleada en el despacho de su hermano, se?alando que su relaci¨®n con ella se originaba por la amistad de ambas familias.
La inquietud del magistrado fue aumentando progresivamente a medida que el fiscal insist¨ªa en su relaci¨®n con la joven abogada.
El cl¨ªmax lleg¨® cuando el fiscal pregunt¨®:
-?Manten¨ªa relaciones ¨ªntimas con la procesada Gloria Vi?als?
-Es falso, absolutamente falso -respondi¨® el juez.
-?No es m¨¢s cierto -insisti¨® el fiscal- que algunos de los pagos que le hizo a Gloria Vi?als eran como compensaci¨®n a estas atenciones?
-Es falso, absolutamente falso -repiti¨® con voz tronante el magistrado, mientras el sudor ca¨ªa a chorros sobre su elegante traje azul.
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