Delgado perdi¨® 1.49 minutos tras un corte en el pelot¨®n que perjudic¨® a todos los espa?oles
El primer corte en el pelot¨®n que ha habido en el Tour dej¨® fuera a los espa?oles. La buena nota que hab¨ªan obtenido en la contra reloj por equipos la perdieron ayer. Pedro Delgado, el m¨¢s perjudicado, perdi¨® 1.49 minutos oficiales, aunque fueran 1.13 reales, pues entr¨® con la bicicleta de Luk¨ªn, tras una ca¨ªda que provoc¨® todo. El Reynolds present¨® una reclamaci¨®n, pero la realidad es que Breukink ya se ha distanciado m¨¢s de Pino y Delgado, y Bernard, Kelly y Mottet les han adelantado en la clasificaci¨®n. Zimmermann, Herrera, Hampsten y Fignon tambi¨¦n cayeron en el corte.
La voz de alarma de que Bernard, Kelly, Breukink y Mottet iban entre los escapados impidi¨® una mayor diferencia. Al final, la cosa qued¨® en algo m¨¢s de 40 segundos, aunque para Delgado fueron m¨¢s, porque cay¨® en la persecuci¨®n.Ayer hab¨ªa muchos hombres dispuestos a no dar una pedalada de m¨¢s. La v¨ªspera de una contra reloj individual siempre aconseja a los favoritos la reserva de fuerzas. Todo estaba dispuesto para una nueva llegada al sprint, donde el esfuerzo recayera sobre aquellos que hoy se tomaran la contra reloj como un entrenamiento, no como una competici¨®n. El pelot¨®n permit¨ªa, pues, que el equipo Z-Peugeot se luciera de nuevo, con Cornillet luchando por las m¨ªnimas cotas monta?osas y Jerome Simon por las bonificaciones.
Cuando, en las cercan¨ªas de la meta, el orden hab¨ªa vuelto a la carrera, lleg¨® la ca¨ªda, en¨¦sima del Tour, que provoc¨® poco despu¨¦s el corte. El desconcierto estir¨® el grupo; Kelly y Mottet miraron hacia atr¨¢s. Bernard y Breukink se les unieron. Tambi¨¦n 12 hombres m¨¢s. Pasaron lista y vieron que hombres importantes hab¨ªan quedado cortados. Agacharon la cabeza, metieron el m¨¢ximo desarrollo y comenzaron a relevarse.
Cuando el pelot¨®n quiso organizarse, echando cuentas los corredores de si sus jefes de fila se hab¨ªan escapado o no, los fugados ya se encontraban a 1.20 minutos de distancia. Casi todos los equipos sin gente en la fuga colaboraron en el intento de neutralizaci¨®n; Reynolds y Carrera, sobre todo, para velar por los intereses de Delgado y Zimmermann, respectivamente. Comenzaba una nueva etapa; todas las fuerzas que se guardaban para hoy hab¨ªa que entregarlas sin reservas porque la oportunidad era ¨²nica para los de delante, y quiz¨¢ definitiva para los de atr¨¢s.
Los espa?oles
En la fuga, todo el mundo se entend¨ªa, porque si Kelly, Bernard, Breukink y Mottet luchaban por sacar minutos en la general, los dem¨¢s quer¨ªan llegar solos para el triunfo de la etapa. Detr¨¢s, con Indur¨¢in (Reynolds) y Bontempi (Carrera) tirando hasta desfallecer, la diferencia se fue reduciendo, pero la meta estaba tan pr¨®xima que no era posible la neutralizaci¨®n. La persecuci¨®n fue tan atroz que incluso despedaz¨® al pelot¨®n. Y Delgado, junto con Fuerte y Hampsten, sufri¨® las consecuencias porque se cay¨® cuando le faltaban 200 metros para entrar en el ¨²ltimo kil¨®metro, lo que le supuso entrar en un grupo posterior al pelot¨®n perseguidor.
Pedro Delgado no quiso hacer declaraciones tras su llegada. Hab¨ªa demasiados nervios entre los corredores espa?oles, que hab¨ªan sido sorprendidos en su mayor¨ªa. Rodr¨ªguez Magro lleg¨® hasta Echevarri, director del Reynolds, gritando: ?Yo ya lo hab¨ªa advertido, lo estaba diciendo!". Luego no quiso especificar a qu¨¦ se refer¨ªa. Pero cabe deducir que ¨¦l hab¨ªa descubierto que algo se preparaba en cabeza del pelot¨®n y advirti¨® de ello a sus compa?eros justo cuando se produjo el corte, que, curiosamente, sorprendi¨® a todos los espa?oles.
?lvaro Pino, que s¨ª logr¨® al menos no descolgarse del primer grupo perseguidor, manifest¨® que la diferencia perdida " no puede considerarse importante a¨²n". Su equipo, BH tambi¨¦n colabor¨® en la persecuci¨®n, y al final perdi¨® a Fuerte y Cubino, que entraron rezagados.
En esta ocasi¨®n, las m¨²ltiples ca¨ªdas no tuvieron graves consecuencias f¨ªsicas para los corredores espa?oles como ocurri¨® en d¨ªas anteriores -Coll no tom¨® la salida-, sino que les produjeron p¨¦rdi das de tiempo que, si bien no son a¨²n decisivas, s¨ª les ha puesto, como resultaba ayer obvio en la l¨ªnea de llegada, muy nerviosos.
La victoria de etapa fue para Nijdam, que se escap¨® del grupo de fugados. Tambi¨¦n lleg¨®, despu¨¦s, destacado Ghirotto, ante la complacencia de sus compa?eros de escapada, conformes con la diferencia que hab¨ªan impuesto ante unos rivales que en la contra reloj por equipos del lunes les hab¨ªan estropeado las cuentas. Ahora ya s¨ª les empiezan a salir a algunos. Los espa?oles, en cambio, comenzaron tan bien que ahora, el traspi¨¦s de ayer, por poca importancia que tenga, pues quedan todos los Alpes y los Pirineos, les ha supuesto a todos un golpe moral importante.
Clasificaciones. Quinta etapa. Neufchatel-en-Bray-Lievin, 147,5 kil¨®metros. 1? Nijdam (Superconfex, 3.14.14 horas. 2? Ghirotto (Carrera), a 8 segundos. Y Kelly (Kas), a 13. 10? Breulcink (Panasonic), m.t. 11? Mottet (Systeme U), m.t. 13? Bernard (Toshiba), m.t. 20? Dominguez (BH), a 56. 461 Pino, m.t. 63? Fignon (Systeme U), m.t. 66? Fuerte (BH), m.t. 80? Zimmerman (Carrera), a 1.13 minutos. 108? Hampsten (7 Eleven), m.t. 109? Herrera (Caf¨¦ de Colombia), m.t. 139? Delgado (Reynolds), a 1.49.
General: 1? Lubberrding (Panasonic), 14.44.02 horas. 2? Breukink (Panasonic), mismo tiempo. 3? Winnen (Panasonic), m.t. 6? Van Vliet (Panasonic), a 38 segundos. 17? Kelly, a 1.14. 18? Bernard, m.t. 25? Mottet, a 1.21. 36? Pino, a 1.38. 37? Fuerte, m.t. 43? Luk¨ªn (Reyno1ds), a 1.45. 45? Echave, a 1.55. 79? Zimmerman, a 2.15. 91? Delgado, a 2.38. 93? Hampsten, a 2.39. 117? Herrera, a 3.13.
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