Barrionuevo, la obsesi¨®n del terrorismo

La prioridad otorgada por Felipe Gonz¨¢lez a la lucha antiterrorista centr¨® la actividad del ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, quien obtuvo ¨¦xitos importantes aunque no definitivos en este campo. Estos avances se han visto ahora empa?ados por la sospecha, ventil¨¢ndose en los tribunales, de que polic¨ªas e instituciones espa?olas financiaron las actividades terroristas de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL).El equipo socialista abri¨® el cauce de la negociaci¨®n con la organizaci¨®n terrorista, din¨¢mica ahora normalizada pero dif¨ªcil de creer antes de que Barrionuevo realizara una oferta p¨²blica de reinserci¨®n a ETA en el verano de 1984. El equipo se ha distinguido tambi¨¦n, en casos cr¨ªticos a trav¨¦s de ¨®rdenes de la Moncloa, por sus enfrentamientos con el poder judicial

La Uni¨®n Sindical de Polic¨ªas, sindicato pr¨®ximo al PSOE pero desplazado de responsabilidad, as¨ª como el Sindicato Profesional de Polic¨ªa, lanzaron las primeras campa?as cr¨ªticas contra el departamento. Ello se uni¨® a las guerras abiertas entre altos funcionarios del departamento. Primero fue la suscitada contra el guerrista Carlos Sanju¨¢n, que defend¨ªa entonces criterios m¨¢s progresistas y avanzados que el resto del equipo, decidido a ralentizar las reformas que se hab¨ªan prometido urgentes desde la oposici¨®n.

Posteriormente, se entabl¨® la larga y fr¨ªa lucha entre el entonces subsecretario, Rafael Vera, y el director de la Seguridad del Estado, Juli¨¢n Sancrist¨®bal. El enfrentamiento se sald¨® con la salida de ¨¦ste ¨²ltimo a pesar de que gozaba de la absoluta confianza y amistad personal del ministro y fue el impulsor de importantes ¨¦xitos en la lucha antiterrorista -cegamiento de las v¨ªas de financiaci¨®n de ETA, operaciones Sokoa y Santi Potros, desarticulaci¨®n de importantes comandos etarras y primeras entrevistas con el desaparecido Txomin Iturbe para llegar a una soluci¨®n negociada con ETA-.

La reforma de la polic¨ªa y los cuerpos de seguridad fue aplazada. El proyecto de ley Org¨¢nica de Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, que deb¨ªa coordinar la unificaci¨®n policial y delimitar los ¨¢mbitos de actuaci¨®n de los nuevos cuerpos, tard¨® cuatro a?os en ver la luz y a¨²n restan por abordar nuevos reglamentos que desarrollen esa ley.

La justicia y los GAL

La lucha antiterrorista se abord¨® desde varios frentes: colaboraci¨®n internacional, presi¨®n policial, desnaturalizaci¨®n de las reivindicaciones y apoyos a los terroristas y generosa reinserci¨®n social de los etarras a cambio del abandono de los atentados. Sin embargo, la actividad policial no obtuvo eficaces resultados hasta a?os despu¨¦s de octubre de 1982, posiblemente por el desplazamiento del comisario Manuel Ballesteros al frente la lucha antiterrorista, posteriormente rescatado por Rafael Vera.La actividad de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), que iniciaron su camino terrorista pocas semanas despu¨¦s de que el PSOE llegara al Gobierno, contribuy¨® tambi¨¦n, seg¨²n distintas opiniones, al debilitamiento de ETA. La inseguridad de los terroristas en el santuario franc¨¦s, las dificultades de la c¨²pula para reunirse y reorganizarse y la tensi¨®n en el Pa¨ªs Vasco del pa¨ªs vecino provocaron una disminuci¨®n de la capacidad operativa de ETA.

Despu¨¦s de existir numerosas sospechas judiciales en Espa?a sobre la financiaci¨®n de los GAL por polic¨ªas e instituciones espa?olas, algunas constatadas por las justicias francesa y portuguesa, numerosas fuentes est¨¢n convencidas de que la actividad de este grupo terrorista form¨® parte de la estrategia del Gobierno socialista para acabar con ETA.

La actividad de los GAL tambi¨¦n contribuy¨® enormemente a que las autoridades francesas se decidieran a colaborar efectivamente con Espa?a en la lucha antiterrorista. Sin duda, el apoyo franc¨¦s est¨¢ siendo decisivo en la paulatina neutralizaci¨®n de la ofensiva etarra. Vera, que venci¨® no pocas suspicacias de sus colegas franceses, desconocedores de la realidad pol¨ªtica espa?ola, aguant¨® con la m¨¢s educada sonrisa algunos gestos de no muy buen tono de los responsables franceses. La pol¨ªtica seguida por Par¨ªs de deportaciones, extradiciones y las entregas por v¨ªa de urgencia de etarras y residentes vascos en el sur de Francia desestabiliz¨® el santuario desde donde ETA sembraba tranquilamente e impunemente el terror en Espa?a.

Rafael Vera ha sido el principal art¨ªfice de la decisiva colaboraci¨®n francesa y el hombre que ha movido los hilos de ese complicado departamento tras la ¨²ltima crisis en la que fue ascendido a secretario de Estado para la Seguridad. Vera impuso su estilo y forma de trabajar, y Barrionuevo prefiri¨® mantenerse un poco en la sombra.

Es necesario hacer constancia de errores y torpezas cometidos por este departamento. Todav¨ªa sigue en curso el proceso judicial por el supuesto espionaje policial a partidos pol¨ªticos, los hechos comprobados denuncias sobre torturas y malos tratos en dependencias policiales, las confusiones de fotograf¨ªas de terroristas enviadas a los medios de comunicaci¨®n, los peinados indiscriminados de barrios en busca de pistas sobre etarras o los indefendibles fallos de los servicios de informaci¨®n que han supuesto el asalto a viviendas en busca de un secuestrado sin confirmar previamente la informaci¨®n m¨¢s b¨¢sica.

M¨¢s sombras a¨²n ofrece la pol¨ªtica del Ministerio respecto a sus propios funcionarios. Las numerosas acusaciones sobre la llamada mafia policial se pueden resumir en el proceso que todav¨ªa no ha terminado y que ha sentado en el banquillo de los acusados a siete polic¨ªas. La desaparici¨®n de El Nani, en diciembre de 1983, destap¨® un c¨²mulo de irregularidades de los procedimientos que se siguen en dependencias policiales.