La vuelta al justicialismo at¨¢vico
El triunfo del gobernador de La Rioja, Carlos Menem, en la elecci¨®n interna del Partido Justicialista parece el resultado de la conjunci¨®n de la desesperaci¨®n colectiva en Argentina, ante la marcha de la econom¨ªa del pa¨ªs, y el fracaso del peronismo renovador en dar una respuesta atractiva a los afectados por esa crisis.Con sus patillas, que le dan un aspecto de caudillo decimon¨®nico, mim¨¦tico de Facundo Quiroga, Menem se lanz¨® a la llanura para conseguir la designaci¨®n como candidato a la presidencia del peronismo. Menem lo logr¨® a pesar de la oposici¨®n del aparato del Partido Justicialista. El triunfo de Menem se produce en medio del deterioro econ¨®mico que padece Argentina, donde el alza de los precios en junio alcanz¨® el 18%. Con m¨¢s de un 1207. de subida de precios acumulada en los seis primeros meses de a?o, Argentina parece marchar de nuevo por la v¨ªa de la hiperinflaci¨®n. El Gobierno radical irradia una sensaci¨®n de impotencia para controlar la crisis.
La mufa, mezcla de mala suerte, enojo y aburrimiento, un equivalente del desencanto, invade de forma palpable todas las capas de la sociedad argentina. La autofiagel aci¨®n, sintetizada en la frase "?qu¨¦ mierda que somos!", fue el terreno abonado que se encontr¨® Menem al iniciar su campa?a y asumir el papel de mes¨ªas redentor. Mientras tanto, Antonio Cafiero trataba de actuar como estadista y llegaba incluso a ofrecer apoyo pol¨ªtico al presidente Ra¨²l Alfons¨ªn para superar la crisis. El horno no estaba para bollos, y las bases peronistas no entendieron esto. El s¨¢bado, en el cuarto oscuro, castigaron esta postura y premiaron al presunto mes¨ªas.
Viejas recetas
Menem retom¨® las viejas recetas del discurso peronista, que parec¨ªan abandonadas por el neoperonismo algo descafe¨ªnado que representaban su contrincante, Cafiero, y la c¨²pula renovadora del Partido Justicialista. Al gobernador riojano le faltaba estructura y organizaci¨®n para llevar adelante su proyecto. Para solucionar este problema, Menem no vacil¨® en recuperar los restos del naufragio del viejo peronismo, que Cafiero hab¨ªa marginado y depurado, y volvi¨® a formar una coalici¨®n en la que todos pueden entrar.Cuando el corresponsal de EL PA?S le pregunt¨® c¨®mo es posible recibir apoyo desde los viejos seguidores del fascistoide Brujo, el ex ministro de Bienestar Social Jos¨¦ L¨®pez Rega, y de los montoneros del condenado a cadena perpetua Mario Firmenich, Menem respondi¨® que todos los que no tengan cuentas pendientes con la justicia le val¨ªan. A?adi¨® que tampoco Per¨®n exclu¨ªa a nadie y en una ocasi¨®n hab¨ªa dicho a un periodista franc¨¦s: "Si tengo que escoger s¨®lo a los puros, no quedo ni yo".
La interrogante ahora es si Menem conseguir¨¢ controlar a su gente o no se convertir¨¢ en un aprendiz de brujo incapaz de manejar a los esp¨ªritus del peronismo at¨¢vico, que para su victoria del s¨¢bado se vio obligado a conjurar. No cabe duda de que el fen¨®meno Menern tiene consistencia y va m¨¢s all¨¢ de los aspectos folcl¨®ricos de su personalidad. ?l es una locomotora electoral, como demostr¨® el s¨¢bado. Desde la nada fue capaz de derrotar al aparato del partido peronista. El triunfo del s¨¢bado tiene dimensi¨®n nacional. En su tierra natal de La Rioja no ten¨ªa ya nada que demostrar. All¨ª ya hab¨ªa sido elegido gobernador en tres ocasiones.
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