Encierro r¨¢pido y sin apuros

MIKEL MUEZLa ganader¨ªa portuguesa de Murteira Grave corri¨® por tercera vez un encierro sanferminero protagonizando una carrera r¨¢pida y sin apuros, de 2 minutos y 35 segundos de duraci¨®n, con un balance ligero de algo m¨¢s de 20 personas atendidas en los diferentes puestos de la Cruz Roja por ca¨ªdas y contusiones.

El recorrido apareci¨® repleto de corredores locales, y aunque se not¨® un descenso en el n¨²mero total de participantes, lo cierto es que delante de las astas fue dif¨ªcil encontrar un solo hueco que no estuviera ocupado. El avance compacto de la manada y las ganas de arrimarse a la torada provocaron al menos dos situaciones de gran peligro, al quedarse rodeados materialmente dos mozos por toros y cabestros en mitad de la calle de la Estafeta y sin que pudieran esquivar su paso. Los dos corredores tocaban con sus manos el lomo de toros y mansos (algo siempre perjudicial) y miraban insistentemente para atr¨¢s mientras no ten¨ªan m¨¢s remedio que seguir corriendo a cent¨ªmetros de las astas hasta ver finalmente un hueco en la manada por el que poder salir.

En el callej¨®n de la plaza se produjo un peque?o mont¨®n de corredores que no lleg¨® a mayores al saltar los toros por encima de media docena de j¨®venes ca¨ªdos. Tras la media vuelta al ruedo protagonizada por un Murteira que no quer¨ªa entrar en toriles, finaliz¨® felizmente el quinto encierro de los sanfermines.

Cuando faltan a¨²n los ¨²ltimos tres d¨ªas festivos, la tensi¨®n de car¨¢cter pol¨ªtico que introdujeron este a?o los sanfermines parece haber dado paso a las m¨¢s tradicionales broncas y tumultos de aire callejero. Buena parte de las denuncias por agresiones y de las atenciones en unidades de urgencia de centros hospitalarios por peleas y golpes se deben a la combinaci¨®n explosiva de muchos litros de alcohol y actitudes machistas hacia las mujeres, actitudes que pese a ir desapareciendo a¨²n conservan muchos participantes en la fiesta. Cada a?o la Coordinadora Feminista de Navarra realiza una campa?a pidiendo a las mujeres que denuncien las agresiones sexuales de todo tipo que puedan sufrir.

San Ferm¨ªn es una fiesta de indudable matiz masculino, te?ida de fuerza bruta y excesos, y la mujer, pese a su progresiva compenetraci¨®n con el mundo masculino, es objeto de agresiones de palabra y obra y sufre los ataques de machitos embriagados de alcohol; si la v¨ªctima lleva acompa?ante, se produce la bronca. De hecho, seg¨²n fuentes de la coordinadora feminista cada San Ferm¨ªn se producen violaciones y abusos sexuales que no son denunciados por sus v¨ªctimas. El centro de mujeres maltratadas suele atender casos relacionados con malos tratos de maridos a sus mujeres durante las fiestas.