Sanidad y farmac¨¦uticos "entierran el hacha de guerra" con un nuevo convenio

El ministro de Sanidad, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, y el presidente del Consejo General de Farmac¨¦uticos, Ernesto Marco Ca?izares, firmaron ayer un nuevo convenio para la dispensaci¨®n de recetas de la Seguridad Social, tras m¨¢s de un a?o de negociaciones, por el que se fija un margen comercial de un 29,9%, arrumbado ya el intento de la Administraci¨®n de dejarlo en un 28,2%. Marco estima que el convenio no difiere del anterior, pero supone "enterrar el hacha de guerra".

Marco afirma que en aras de ese compromiso han renunciado a un "deterioro de 18.000 millones de pesetas por una mala aplicaci¨®n del IVA" pero a cambio se les ha garantizado intervenir m¨¢s activamente en la redacci¨®n del anteproyecto de ley del Medicamento, cuya elaboraci¨®n supera ya los cinco a?os y medio.Marco destac¨® dos puntos concretos cuya negociaci¨®n han logrado pactar con Sanidad: el n¨²mero de profesionales que pueden atender las oficinas de farmacia en funci¨®n de su volumen de ventas y la redistribuci¨®n geogr¨¢fica de la ubicaci¨®n de estos establecimientos. El presidente de los farmac¨¦uticos, a punto de ser sustituido en el puesto por Pedro Capilla, estima que al igual que en algunas zonas se hallan "pegadas" las farmacias, en otras, como en las zonas costeras tur¨ªsticas, existe un d¨¦ficit que produce que se originen colas en ¨¦pocas vacacionales.

El anterior director general de Farmacia, F¨¦lix Lobo, consideraba que Espa?a, con 18.000 farmacias, era el pa¨ªs europeo con mayor n¨²mero de estos establecimientos por habitante.

Marco se hac¨ªa ayer lenguas del nuevo clima de di¨¢logo abierto con la Administraci¨®n. "No es bueno estarse enfrentando todos los d¨ªas con la Administraci¨®n. No hay ning¨²n conflicto con este ministro ni con el nuevo director general de Farmacia, Joaquini Bonal, que es farmac¨¦utico". Sin embargo, no ahorraba cr¨ªticas al anterior ministro de Sanidad, Ernest Lluch, y al predecesor de Bonal, F¨¦lix Lobo. "Hicieron una ley del Medicamento que no nos gust¨® porque estatalizaba la profesi¨®n. Respondimos con una huelga a la japonesa y nos castigaron bajando el margen, que luego nos devolvi¨® una sentencia del Tribunal Supremo".

El convenio que se firm¨® ayer tiene una vigencia de cuatro a?os. Ha sido suscrito por Sanidad en nombre de Insalud y de tres autonom¨ªas que han asumido ya su gesti¨®n -Andaluc¨ªa, Euskadi y Comunidad Valenciana-, que cuentan con convenios espec¨ªficos, aunque su texto difiere escasamente. Catalu?a no lo firm¨® ayer por que tiene convenio en vigor.

M¨¢s de un b¨ªll¨®n

Los convenios firmados se estima que supondr¨¢n un volumen econ¨®mico aproximado de un bill¨®n dos cientos mil millones de pesetas, a raz¨®n de 300.000 millones anuales.

El Insalud, en una nota de Prensa, reconoc¨ªa ayer que la firma del convenio supon¨ªa "la culminaci¨®n de un proceso de acercamiento entre Sanidad y la corporaci¨®n farmac¨¦utica como representante de las oficinas de farmacia, superando las tensiones que se hab¨ªan producido en a?os anteriores". Y se insist¨ªa que "se establecen v¨ªas de di¨¢logo" y que los farmac¨¦uticos desisten de recurrir la aplicaci¨®n del IVA a las especialidade farmac¨¦uticas.

Entre las novedades del convenio figuran que las recetas de la Seguridad Social tendr¨¢n una validez de 10 d¨ªas y que los farmac¨¦uticos, en caso de carecer de la especialidad prescrita, podr¨¢n sustituirla por un medicamento similar si lo admite el interesado.

Por otro lado, se advierte que el "Insalud no abonar¨¢ ning¨²n medicamento ni producto sanitario cuando se compruebe documentalmente la falsedad de la receta presentada".

Y se a?ade: "Los farmac¨¦uticos extremar¨¢n la cautela en el caso de prescripciones de estupefacientes y psicotropos pudiendo anotar en el dorso de la receta el n¨²mero del Documento Nacional de Identidad o el n¨²mero de la cartilla de afiliaci¨®n de la persona que acuda a la oficina de farmacia a retirar la medicaci¨®n". "?Y si el cliente viene armado de una navaja, qu¨¦ pasa, qui¨¦n le pide el DNI?", se pregunta Marco.