"Era un ¨¦xito que necesitaba"
Una cerrada ovaci¨®n acogi¨® a Ballesteros a su entrada en la sala de prensa tras la ceremonia de la entrega de trofeos. El c¨¢ntabro se hab¨ªa desprendido de la tensi¨®n del recorrido y llevaba la sonrisa pegada a los labios. Su primer comentario fue una obviedad, pero imprescindible: "Estoy muy contento por este triunfo", elogi¨® a su m¨¢ximo rival, Nick Price -"es una l¨¢stima que s¨®lo pueda haber un campe¨®n"- y reconoci¨®: "Era un ¨¦xito que necesitaba".Pero, enseguida, se preocup¨® de hacer una matizaci¨®n: "Me siento muy satisfecho tambi¨¦n porque he jugado un gran golf y el putter no me ha traicionado".
A Severiano, en efecto, le ha tra¨ªdo por la calle de la amargura el dichoso palito, el que usa en los golpes cortos, durante bastante tiempo. Pero parece que ya le ha cogido de nuevo el tacto, la sensaci¨®n: "Estoy muy a gusto con ¨¦l desde que me impuse en el torneo de Wetchester. Tambi¨¦n pate¨¦ muy bien en el reciente de Montecarlo". En la primera cita, en la ciudad neoyorquina de Harrison, se alz¨® con una victoria que le hizo concebir muchas esperanzas ante el inmediato Open de Estados Unidos. Pero en dicho certamen sus aspiraciones se esfumaron muy pronto. Estos ¨²ltimos d¨ªas, en el Brit¨¢nico, ha sido distinto. "Era un ¨¦xito que necesitaba", confes¨®.
Su planteamiento de la vuelta decisiva fue, de alguna manera, elemental: "Mi idea era ganar... al campo. El de Lytham and Saint Annes se adapta a mis caracter¨ªsticas. Est¨¢ concebido para el lucimiento de quienes saben sacar muy bien la bola de los bunkers y hacer unos buenos golpes de aproximaci¨®n hacia la bandera. Me concentr¨¦, pues, en superarle".
Pero, naturalmente, no se olvid¨®. El zimbabu¨¦s Nick Price, que nunca ha obtenido un t¨ªtulo trascendental, estaba empe?ado en salirse con la suya en esta ocasi¨®n. "Sin duda alguna, se ha tratado de un rival muy fuerte. Ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Creo que mi triunfo se revaloriza a¨²n m¨¢s por haberle tenido a ¨¦l a mi lado, presion¨¢ndome. Es una l¨¢stima que s¨®lo haya un campe¨®n".
Malos ratos
Severiano dispuso de un momento para echar un vistazo atr¨¢s y acordarse de sus malos ratos: "Espero que la sombra de aquella bola cay¨¦ndome al agua en el hoyo 15 de Augusta [en el Masters de 1986] no me persiga m¨¢s". Fue una fatalidad que le priv¨® entonces de sus opciones en beneficio del estadounidense Jack Nicklaus, y que le ha obsesionado desde entonces.
"Lo m¨¢s importante quiz¨¢s sea que, al fin, he recobrado la confianza en m¨ª mismo, en mis posibilidades", concluy¨® Ballesteros. Por la noche le aguardaba una gran fiesta en su casa. No era para menos. Ten¨ªa mucho que celebrar con sus amigos.
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