La ventaja del que dispara primero
RAFAEL FRAGUASEn el atribulado tablero pol¨ªtico del Golfo, iluminado ahora con el destello de una paz posible, corresponde ahora mover pieza a Sadam Husein, de 51 a?os, hombre opaco que infunde temor a quienes le conocen.
Es el jefe del Estado, presidente del Comando Supremo de la Revoluci¨®n, secretario general del Partido Baaz gobernante y jefe supremo de las Fuerzas Armadas de Irak.
La reacci¨®n de Husein ha sido hasta ahora cauta, recelosa y atenta hasta el menor detalle a la actitud de su enemigo, el imam Jomeini, a quien el 22 de septiembre de 1980 declar¨® esta guerra que ahora se halla en trance de acabar.
La talla de 1,90 metros de este beduino de ojos verde oliva claro, de pelo negro azabache y aplomo evidente, contrasta con su manera de pegarse al terreno, en el cual ha jugado siempre el papel del vencedor laborioso que siempre sale indemne porque nunca pierde la iniciativa, tanto a la hora de tender la mano para negociar, siempre con ventaja, como a la hora de eliminar a sus rivales pol¨ªticos. Su imponente presencia como tirador de pistola en al menos tres conjuras que le condujeron al poder as¨ª lo atestigua.
Durante los ocho a?os que la pelea contra Ir¨¢n ha durado, al presidente Sadam Husein, seg¨²n su testimonio, no le tembl¨® el pulso a la hora de emplear bombarderos sobre poblaciones civiles o en el momento de ordenar la utilizaci¨®n de armas qu¨ªmicas contra localidades de su propio pa¨ªs, como Halabch¨¦. Su ideal pan¨¢rabe lo justific¨® todo para ¨¦l.
El m¨¦rito principal del jefe de Estado iraqu¨ª consiste en haber sido capaz de convencer a su pueblo y a sus aliados ¨¢rabes de que la guerra contra el anciano Jomeini era necesaria y que ¨¦l mismo, Sadam el de Takrit, era el ¨²nico guardi¨¢n capaz de mantener bajo su alta vara al imam de los misteriosos shi¨ªes de Ir¨¢n, esos que esperan la culminaci¨®n de los tiempos con el retorno del imam Mahdi, que a los 12 a?os de edad se ocult¨® en una cripta de la ciudad iraqu¨ª de Samarra, hace nueve siglos.
Sadam Husein sufri¨® desde peque?o las penalidades derivadas de la vida en el seno de una familia dividida. Quiz¨¢ por ello, es el l¨ªder ¨¢rabe que m¨¢s ha pregonado la unidad, a costa de inducir la escisi¨®n constante de sus enemigos hasta destruirlos. Entusiasta de la primac¨ªa civil sobre los mandos militares, ¨²nicamente logr¨® su prop¨®sito de retirar los hombres de uniforme a los cuarteles a costa de militarizarse ¨¦l y sus actitudes.
Gobierna Irak con mano de hierro y tiene la idea fija de todos los luchadores de raza, que creen que la ¨²nica paz posible es la que da la rendici¨®n de sus adversarios.
Por todo ello, Sadam Husein afronta ahora uno de los momentos mas dif¨ªciles de su prodigiosa liza por capturar, retener y conservar el poder. Por vez primera, el anciano ayatol¨¢ le ha arrebatado la iniciativa al admitir el cese del combate. Sadam Husein desconf¨ªa. Y espera.
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