Ya est¨¢
Ya est¨¢. Carreras cant¨®. La angustia del nuevo deb¨² se ha roto. Delante queda la continuaci¨®n de una trayectoria art¨ªstica que nunca debi¨® quedar interrumpida. Emocionado, cansado m¨¢s por la tensi¨®n vivida que por el esfuerzo de la propia actuaci¨®n el tenor agradeci¨® "a la ciencia, al pueblo y a Dios" que la noche de ayer hubiera sido posible.Entrar en consideraciones de si el do agudo de Nessun dorma lo dio mejor o peor parece absolutamente fuera de lugar. Porque lo que realmente Carreras ofreci¨®, m¨¢s all¨¢ de los abrazos, las flores, el montaje todo, fue su compromiso art¨ªstico con el p¨²blico que la enfermedad no ha logrado hundir. Eso es lo que va a quedar para el futuro, lo que aut¨¦nticamente cuenta.
Significativo es en este sentido que el cantante acabara la velada precisamente con una aria de ¨®pera. El c¨ªrculo se cerr¨®: una hora y diez minutos antes hab¨ªa empezado con una declaraci¨®n de amor, un manifiesto de agradecimiento con m¨²sica de Grieg por el aliento recibido; al final se despidi¨® con ¨®pera: ¨¦se es su camino, Y ayer dej¨® sentado que no piensa renunciar a ¨¦l. Lo que aut¨¦nticamente hay que valorar de la noche de ayer es este compromiso con el g¨¦nero: fue su m¨¢s honesto regalo, porque sabe, ¨¦l mejor que nadie, que ah¨ª, en ese terreno plenamente suyo, es donde puede dar lo mejor de s¨ª.
Carreras hab¨ªa anunciado un repertorio popular. Y lo fue, pero sin caer en simplificaciones. Cada canci¨®n tuvo en este contexto una significaci¨®n especial: as¨ª el estribillo de la c¨¦lebre aria de La tabernera del puerto, "Porque no s¨¦ fingir, porque no s¨¦ callar", tuvo todo el aplomo de una declaraci¨®n de principios, un convencimiento defendido a cualquier precio.
Ya est¨¢. Ahora ha llegado el momento, mas all¨¢ de las emociones, de hacer que ese compromiso art¨ªstico de Carreras, a prueba de bomba por lo que demostr¨® anoche, siga dando sus frutos. Y en este empe?o est¨¢ obligado a asumir su parte el p¨²blico, con la misma honestidad y rigor de que ha dado prueba el cantante. No es f¨¢cil, pero es el aut¨¦ntico apoyo que merece un profesional de tan alta categor¨ªa.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.