Los organizadores del Tour presionaron hasta el final para que Delgado fuera sancionado
ENVIADOS ESPECIALES El jurado t¨¦cnico del Tour decidi¨® ayer que, de acuerdo con el art¨ªculo 35 de su reglamento, Pedro Delgado no deb¨ªa ser sancionado por el hecho de que se hubiera detectado probenecida en su orina, ya que, "en el d¨ªa de hoy", seg¨²n matizaba el comunicado oficial, esta sustancia no figura en la lista de las prohibidas por la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). Los organizadores de la ronda francesa presionaron hasta el ¨²ltimo momento para que Delgado fuese penalizado, pero la firme intervenci¨®n de Luis Puig, presidente de la UCI, impidi¨® que consiguieran su prop¨®sito.
A las 20.57 minutos, Luis Puig entraba en el hotel Terminus, de Clermont Ferrand, con la mano en el bolsillo. Agarraba el manuscrito en el que se hab¨ªa firmado que Delgado estaba libre de toda culpa. "Ha costado cojones", fue lo primero que le dijo al corredor. Tan rotunda frase resum¨ªa horas de tensas ccnversaciones, en las que el direcior del Tour y el jefe del laboraterio antidoping de Par¨ªs defendieron que Delgado deb¨ªa ser sancionado. Una llamada a Checoslovaquia , al jefe de la comisi¨®n m¨¦dica de la UCI, ayud¨® a esclarecer el temala sustancia tomada por Delgado no pod¨ªa considerarse positivo hasta dentro de 10 d¨ªas.El desenlace comenz¨® muy temprano en Par¨ªs. A las ocho de la ma?ana, en el laboratorio antidoping de la capital francesa, se iniciaba el proceso del contraan¨¢lisis de la primera muestra de la orina de Delgado, la correspondiente al pasado viernes, cuando gan¨® la cronoescalada de Villard de Lans. El an¨¢lisis hab¨ªa detectado la presericia de probenecida, una sustancia que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) considera doping, pero no as¨ª la UCI. El contraan¨¢lisis confirm¨® el resultado.
La directora del laboratorio antidoping de Madrid, Cecilia Rodr¨ªguez, indic¨® en Par¨ªs, mientras se efectuaba el contraan¨¢lis, que los laboratorios no juzgan si hay positivo o no. Simplemente, dicen las sustancias que se encuentran y en qu¨¦ proporciones.
Son los destinatarios de los controles los que juzgan si, de acuerdo con la relaci¨®n de productos que manejan, es positivo o no".
Al mismo tiempo, Puig ten¨ªa que soportar durante toda la ma?ana, mientras se celebraba la etapa, fuertes presiones de la organizaci¨®n del Tour para que se sancionara a Delgado. No se desconoc¨ªa el pocer que iba a ejercer Puig en la reuni¨®n que habr¨ªa, a continuaci¨®n, con los comisarios internacionales para dictar sentencia en un caso que, te¨®ricamente, no admite discusi¨®n: o es positivo o es negativo.
Errores
Ocurre que el primer error lo cometi¨® el propio laboratorio, y despu¨¦s el Tour, al dar curso legal a una notificaci¨®n que dec¨ªa escuetamente que el corredor Pedro Delgado hab¨ªa dado positivo en el control antidoging del d¨ªa 15 de julio de 1988.No se citaba, sorprendentemente, la sustancia. Esta fue comunicada, telef¨®nicamente, al Reynolds. Delgado ten¨ªa un plazo de 48 horas para solicitar el contraanalisis. Lo hizo firmando la copia del comunicado y pagando el equipo 1.200 francos franceses.
Se entablaba la primera gran batalla. El Reyriolds no aceptaba el positivo porque la sustancia no estaba considerada como doping por la UCI. Pero el laboratorio lo hizo oficial porque s¨ª lo proh¨ªbe el COI. Jos¨¦ Migitel Ech¨¢varri, director del Reyrio1ds, se reun¨ªa esa misma noche, la del martes, con Xavier Louys, director del Tour. Hab¨ªa que buscar una soluci¨®n. El Tour y Delgado hab¨ªan quedado comprometidos porque ya toda la Prensa sab¨ªa que hab¨ªa existido un positivo. Era una especie de o t¨² o yo. Las contraofertas que hubo s¨®lo se sabr¨¢n con el tiempo.
Las negociaciones continuaron en la noche del mi¨¦rcoles, cuando Puig se reuni¨® con los comisarios internacionales, estando ya en Francia el secretario de Estado para el Deporte, Javier G¨®mez-Navarro; la doctora Rodr¨ªguez y el representante de los deportistas en el Consejo Superior de Deportes (CSD), Herminio Men¨¦ndez, para prestar su apoyo e influencias a Delgado.
Ayer, ya con el resultado del contraan¨¢lisis en la mano, hab¨ªa que dictar sentencia. Puig se reuni¨® con los comisarios internacionales del Tour, elegidos por la UCI, pero que son fieles a la carrera francesa. S¨®lo faltaba Javier Iturbe, por ser espa?ol. Todos se mostraban de acuerdo en que, con el reglamento de la UCI en la mano, que es, seg¨²n el art¨ªculo 35 del Tour, el que rige todo lo referente al doping, Delgado era inocente. Pero encima de todos pesaban las presiones del Tour. Puig lleg¨® a manifestar: "Jam¨¢s permitir¨¦, como presidente de la UCI, aunque me cueste el puesto, que se d¨¦ positivo a un corredor cuando la sustancia que ha tomado, seg¨²n las acusaciones, no est¨¢ contemplada en nuestra reglamentaci¨®n". Y para confirmarlo llam¨® por tel¨¦fono a Checoslovaquia, al jefe m¨¦dico de la UCI. ?ste confirm¨® que hasta el pr¨®ximo mes de agosto la probenecida no ser¨¢ considerada sustancia dopante. Delgado, por tanto, al d¨ªa de hoy, era inocente.
Pero, por otro lado, el jefe del laboratorio antidoping de Par¨ªs tambi¨¦n sosten¨ªa, telef¨®nicamente, y de manera rotunda, que la sustancia detectada en el an¨¢lisis y el contraan¨¢lisis era un producto dopante porque, para ¨¦l, s¨®lo existe una lista, la del COI.
Una discusi¨®n muy fuerte
El Tour quiere estar a la m¨¢xima altura, es decir, a la de los Juegos Ol¨ªmpicos; el laboratorio de Par¨ªs tampoco quiere hacer distinciones. La discusi¨®n fue muy fuerte. Al final, el presidente de los comisarios internacionales, el italiano Mario Preze, accedi¨® a firmar el documento siguiente: "Concerniente al control m¨¦dico del corredor Pedro Delgado, el contraan¨¢lisis confirina el resultado del primer examen, es decir, la presencia de probenecida. Pero este producto no figura en la lista de sustancias prohibidas por la UCI. En consecuencia, conforme al art¨ªculo 35 del reglamento del Tour, despu¨¦s de la lectura de la reclama.ci¨®n del equipo Reynolds y despu¨¦s de haber consultado a la comisi¨®n m¨¦dica de la UCI e inf¨®rmado el presidente de la UCI, preciso que el producto no figura en la lista de sustancias prohibidas en este d¨ªa y no es objeto de sanci¨®n el corredor Pedro Delgado".
Puig sali¨® precipitadamente a comunicar la noticia personalmente a Delgado. Antes de que pudiera llegar hasta ¨¦l, ley¨® el comunicado, gustoso, a los periodistas y manifest¨®: "Es la ley la que se ha impuesto en este caso. No ha influido para nada que yo sea espa?ol. Soy un hombre que ama s¨®lo el ciclismo y me duelen las cosas que desprestigian este deporte. Hubo serios problemas antes de llegar a una soluci¨®n. Todos ellos hac¨ªan referencia a que la sustancia est¨¢ prohibida por el COI. Es cierto que todas las federaciones acordamos hacer nuestra la lista de productos dopantes del COI, pero en ciclismo no se har¨¢ efectiva hasta agosto". Para Puig, el empe?o sancionador de los organizadores pod¨ªa derivarse de las nuevas normas federativas y de la UCI que recortan las fechas del Tour. "Habr¨¢ que hablar rnucho de todo lo que ha pasado", dijo.
Antes de que acabase sus manifestaciones, otro centenar de periodistas se apresur¨® a rodear a Delgado. ?ste se encontraba cenando. Ni se inmut¨®. No quiso hablar: "Despu¨¦s de la cena, por favor". M¨¢s tarde, confes¨®: "No me inmut¨¦ porque ya conoc¨ªa que se iba a arreglar todo favorablemente desde esta tarde, aunque es verdad que necesitaba la confirmaci¨®n. Pero yo soy una persona fr¨ªa y s¨¦ llevar la alegr¨ªa por dentro".
Paralelamente, el director del Tour hac¨ªa unas declaraciones pol¨¦micas: "Si Delgado llega a Par¨ªs con el maillot amarillo, no ser¨¢ un l¨ªder limpio".
Cuando Delgado coment¨® el caso, hizo un repaso a lo que antes era el Tour: "A?os atr¨¢s, el control antidoping se llevaba de una manera mafiosa, es decir, que pod¨ªa haber positivos que nunca sal¨ªan a la luz, pero ahora, aunque todo se sepa, falta seriedad en los controles. El Tour, si quiere ser la mejor carrera del mundo, no puede permitirse esos fallos. Hay otros muchos m¨¢s, que tambi¨¦n los hab¨ªa antes, pero eran menos acusados, como, por ejemplo, las motos que te preceden y no te dejan atacar, y problemas de organizaci¨®n en las salidas y llegadas". El corredor asegur¨® tambi¨¦n no sentir rencor hacia nadie despu¨¦s de los d¨ªas de gran tensi¨®n que ha pasado: "Yo, en el puesto de los dem¨¢s, quiz¨¢ hubiera actuado igual. A m¨ª lo que me fastidiaba era ver que el Tour se me iba en los laboratorios".
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