La probenecida salta a la fama
De ser un oscuro medicamento, un barato tratamiento para ciertas afecciones relacionadas con los t¨²bulos renales, se ha convertido por obra y gracia del Tour de Francia en un conocido producto que todo el mundo se esfuerza para pronunciar bien. Tras el contraan¨¢lisis dado a conocer ayer, se pudo confirmar que en la orina de Perico Delgado hab¨ªa restos del citado f¨¢rmaco. Lo que no se sabr¨¢ probablemente nunca es qu¨¦ hac¨ªa all¨ª. Nadie ha tenido la honradez, heroicidad mejor, de responsabilizarse del desaguisado. Parece un misterio c¨®mo ha aparecido la ya famosa sustancia en un solo control. No tiene justificaci¨®n l¨®gica, ni como tratamiento de un solo d¨ªa para una te¨®rica dolencia renal, ni como enmascarador, tambi¨¦n el dinero, de unos potenciales restos de anabolizantes. Su permanencia media en el organismo tras ser ingerida es de unas ocho horas. Por tanto, si se tomase con fines de ocultar algo, habr¨ªa que tomarla a diario. Y parece ser que no se ha detectado en ning¨²n otro control. Desde su equipo se ha querido extender el rumor, quiz¨¢ emulando los rumores oficiales de los organizadores del Tour, de que .algunos ciclistas la toman cuando saben que van a sudar mucho, porque entonces evitan que suban demasiado los niveles de ¨¢cido ¨²rico en sangre". El argumento es tan infantil que no merece m¨¢s comentario que entonces habr¨ªa que tomarla a diario, pues no hay etapa en que no suden mucho m¨¢s que en la contra reloj, que dur¨® poco m¨¢s de una hora. Adem¨¢s de que fisiol¨®gicamente esa teor¨ªa no es aceptable y se puede evitar el te¨®rico problema de formas mucho m¨¢s eficaces y legales.Entonces, ?qu¨¦ pudo pasar? ?Un descuido, una equivocaci¨®n en los suplementos permitidos habitualmente? Est¨¢ claro que alg¨²n responsable habr¨¢, aunque sea por negligencia o ignorancia, y no es precisamente el propio Perico. ?ste es el que ya ha suffido las tensiones de verse privado de su victoria, porque alguien cometi¨® el desliz.
Comentario negativo aparte es el que se merece la propia organizaci¨®n del Tour cometiendo una vez m¨¢s en esta edici¨®n un tremendo error, quiz¨¢ el m¨¢s grave de todos. Primero fue el lanzar el rumor oficial de que Delgado hab¨ªa dado positivo en un control de doping, antes de comunic¨¢rselo a ¨¦l y a su equipo, como indica el reglamento. Despu¨¦s, el no haber comprobado antes de soltarlo si estaba incluida la probenecida en las listas de productos prohibidos por la UCI. No vale de disculpa que el COI y otras federaciones, como la IAAF, ya lo hubieran hecho, o que incluso la propia Federaci¨®n Francesa de Ciclismo desaconsejara su utilizaci¨®n. Por tanto, el tal positivo, legalmente nunca lo fue, aunque Perico tomase probenecida.
Por ¨²ltimo, se ha comprobado una vez m¨¢s las grandes discrepancias que en el tema del doping existen entre las federaciones internacionales de distin tos deportes. La de ciclismo no se caracteriza precisamente como acaba de verse, por su ¨¢gil y eficaz lucha, sin paliativos, contra el doping, en un deporte donde ya ha habido muertos por su causa y donde el deportista est¨¢ m¨¢s bajo en sus defensa naturales, por el agotamiento frecuente a que somete a su or ganismo. Es en defensa de esa vidas y esa salud por lo que se proh¨ªben los productos dopantes. No por capricho o por llenar enfarragosas listas de f¨¢rmacos, sino por proteger vidas y evitar abusos, por mantener la ¨¦tica de la competici¨®n, por razones mo rales y m¨¦dicas. No son tampo co los ciclistas, los m¨¢s perseguidos de entre los deportistas, como se ha dicho, sino que de hecho es en ese deporte donde existen menores sanciones y m¨¢s c¨®modas de cumplir. Urge que el COI llegue a plantearse la decisi¨®n de apartar del movimiento ol¨ªmpico a aquellas federaciones que no acaten las mismas y ¨²nicas reglas del juego.
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