Dukakis promete llevar el idealismo a la Casa Blanca
El candidato dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos, Michael Dukakis, prometi¨® a los norteamericanos el fin de la ¨¦poca de Ronald Reagan y el comienzo de 'una nueva era de grandeza" con una presidencia dem¨®crata que estar¨¢ marcada por el idealismo de los a?os sesenta y la competencia. El hijo de inmigrantes griegos cerr¨® la convenci¨®n de Atlanta con un discurso de tonos kennedyanos en el que proyect¨® una visi¨®n de Am¨¦rica "que mire m¨¢s all¨¢ de los encogidos ideales y las limitadas ambiciones de los ¨²ltimos ocho a?os".
Dukakis anunci¨® a un partido unido que ganar¨¢ en noviembre frente a su rival republicano, George Bush, y habl¨®, con inspiraci¨®n superior a lo habitual, de que ha llegado el momento de "un nuevo comienzo, una era de grandeza para Am¨¦rica, que est¨¢ ante el reto de una nueva frontera". El Gobernador de Massachusetts explic¨® por qu¨¦ quiere ser presidente y ad¨®nde piensa llevar al pa¨ªs. Y pas¨® la prueba del liderazgo.El discurso, preparado por ex asesores de John F. Kennedy -Ted Sorensen le dio la redacci¨®n final-, lanza a este pol¨ªtico que hasta ahora s¨®lo se ha vendido como gestor competente en su Estado, al primer plano nacional. Y da esperanzas a los dem¨®cratas de reconquistar la Casa Blanca, que perdieron en 1980 con Jimmy Carter.
Tras 16 meses de campa?a, este tecn¨®crata liberal del Noreste tiene por delante, sin embargo, una dif¨ªcil batalla para batir a los republicanos en el sur y en el oeste, base geogr¨¢fica que ha dado dos triunfos consecutivos a Reagan. Para ello cuenta con la ayuda del candidato a vicepresidente, el tejano Lloyd Bentsen, un conservador que no se distingue ideol¨®gicamente de Bush.
La prosperidad econ¨®mica que vive EE UU debiera ser una plataforma ideal para un triunfo republicano, pero el cansancio de la era de Reagan, una serie de esc¨¢ndalos consecutivos, un cierto deseo de cambio y de competencia, unidos a la d¨¦bil personalidad de Bush, hacen posible la elecci¨®n, el 8 de noviembre, del candidato dem¨®crata. Su principal problema contin¨²a siendo su inexperiencia en pol¨ªtica exterior. Y la percepci¨®n de que a pesar del espect¨¢culo de concordia de la convenci¨®n, Jesse Jackson, l¨ªder del ala radical del partido, pueda tener excesiva influencia en la campa?a asustando a la clase media mayoritaria.
Dukakis, a quien las encuestas conceden una ventaja de entre 10 y 15 puntos sobre Bush, prometi¨® una pol¨ªtica internacional "que refleje la decencia, los principios y los valores del pueblo norteamericano". Este liberal moderado explic¨® a la convenci¨®n que EE UU debe ser y ser¨¢ militarmente fuerte. "Pero debemos recordar siempre que nuestra mayor fuerza no deriva de lo que poseemos, sino de lo que creemos, no de lo que tenemos, sino de lo que somos".
Competencia, no ideolog¨ªa
"Esta elecci¨®n es de competencia, no de ideolog¨ªa; no es un debate sobre derrocar Gobiernos en Centroam¨¦rica, sino sobre buenos empleos en la Am¨¦rica media", explic¨® Dukakis, quien elogi¨® el di¨¢logo entre Reagan y Gorbachov. "Podemos hacer mucho m¨¢s para detener la proliferaci¨®n de las armas nucleares y qu¨ªmicas", a?adi¨®. "Podemos hacer mucho m¨¢s para traer la paz a Centroam¨¦rica y a Oriente Pr¨®ximo. Y podemos y vamos a hacer mucho m¨¢s para acabar con el apartheid en Sur¨¢frica". Pero no dio detalles.
En su ¨²nico ataque a Bush, al que no cit¨® por su nombre, Dukakis dijo que su vicepresidente, Bentsen, no estar¨¢ sentado en silencio cuando a alguien se le ocurra la loca idea de intercambiar armas por rehenes con Jomeini, "sino que entrar¨¢ en el Despacho Oval y me dir¨¢: 'esto es una locura que debe detenerse". "En mi Casa Blanca", a?adi¨®, "quien viole la ley ser¨¢ procesado, y si vendes armas al ayatol¨¢ no esperes el perd¨®n del presidente". Esta frase provoc¨® uno de los mayores aplausos de la noche.
Duke conquist¨® Atlanta. Dista mucho de ser un gran orador, como Jesse Jackson o Edward Kennedy, pero transmite integridad y consistencia, e incluso en la noche del jueves (madrugada del viernes en Espa?a) provoc¨® emoci¨®n. Sobre todo cuando se le saltaron las l¨¢grimas al hablar de su padre, llegado de Grecia a la isla de Ellis en Nueva York con s¨®lo 25 d¨®lares. "Vamos a ganar", dijo, "porque somos el partido del sue?o americano, y y soy un producto de ese sue?o".
Dukakis pronunci¨® un p¨¢rrafo de su discurso en espa?ol, refi ri¨¦ndose a la influencia electoral de los hispanos, que puede ser decisiva en Tejas y California Sus promesas de un Gobierno en el que brillar¨¢ la ¨¦tica del servicio p¨²blico y que promover¨¢ oportunidades econ¨®micas para todos provocaron el delirio entre los 5.000 delegados asistentes, que interrumpieron el discurso en 99 ocasiones.
El mensaje principal, de Dukakis es de crecimiento y oportunidades para todos. Dukakis sit¨²a la educaci¨®n como objetivo prioritario de su presidencia. Insiste tambi¨¦n en los valores tradicionales, que quiere arrebatar a Reagan. Todo esto unido a cierto nacionalismo econ¨®mico y un llamamiento a la competitividad de la industria y a una nueva ¨¦poca de invenci¨®n y audacia.
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