El precio de la s¨¢tira
![Diego A. Manrique](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F67ef2981-331f-4734-adf5-28b3ce8ed8cb.png?auth=a2ed4f323016de36aeabfc80ebe7add73020c5048ed7e852d23d2eda15f96a91&width=100&height=100&smart=true)
Entre los temas que han despertado mayor preocupaci¨®n en el New music seminar, celebrado hasta el pasado domingo en Nueva York, destacan los intentos de la Administraci¨®n de Reagan para controlar rigurosamente los contenidos de las canciones, o los peligros del patrocinio de conciertos por empresas comerciales, una cuesti¨®n puesta de actualidad por la decisi¨®n de MTV, la principal cadena de v¨ªdeo musical, de negarse a emitir un clip del cantante Neil Young en el que se satiriza el maridaje de artistas y marcas comerciales.El seminario se abri¨® con una andanada de Paul McGuinness, el respetado representante del grupo irland¨¦s U2, que atac¨® tanto el conservadurismo de las emisoras de radio y televisi¨®n como la inclinaci¨®n de los nuevos grupos a contentarse con duplicar las f¨®rmulas de ¨¦xito probado. McGuinness aplaudi¨® a los novatos que prefieren darse a conocer mediante actuaciones en vivo en vez de depender de costosas campa?as publicitarias de las compa?¨ªas de discos.
Otras cuestiones pol¨¦micas planteadas en el seminario neoyorquino han sido la legalidad del sampling (utilizaci¨®n de fragmentos de discos ya editados) y la ambig¨¹edad de definiciones como nueva m¨²sica.
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