Nervios y tensi¨®n en la apertura de la bienal de Pontevedra

El nerviosismo presidi¨® ayer la inauguraci¨®n de la octava edici¨®n de la Bienal Internacional de Arte de Pontevedra, cuyos responsables no se hab¨ªan repuesto a¨²n del bochorno sufrido por el robo de una parte de la obra del artista catal¨¢n Perejaume, un juego de bajamares y pleamares instalado en la playa de Chancelas, en las inmediaciones de Pontevedra.La escultura ocupa este a?o el papel m¨¢s relevante de la Bienal de Pontevedra, por donde desfilaron en el ¨²ltimo trimestre artistas como Bryan Hunt, Tom Carr y Dan Graham para controlar los preparativos de sus instalaciones y sacar la conclusi¨®n de la premura con que los responsables afrontaron la organizaci¨®n. Hunt decidi¨® posponer su exposici¨®n para el a?o pr¨®ximo, y la escultura de Dan Graham est¨¢ a¨²n inacabada, y el autor, en paradero desconocido.

El conselleiro de Cultura, Alfredo Conde, y el presidente de la Diputaci¨®n de Pontevedra, Jos¨¦ Cui?a Crespo, inauguraron la Bienal en la tarde de ayer, en un clima no menos cargado, debido a la lucha entablada por el protagonismo del acontecimiento entre pol¨ªticos conservadores del Gobierno provincial, promotor de la Bienal, y la Xunta de Galicia, que aport¨® finalmente cinco millones al presupuesto global, que asciende a algo m¨¢s de 30 y se comprometi¨® a cubrir el presumible d¨¦ficit.

Retrasos

La puesta en marcha de la Bienal de Pontevedra se atras¨® en cinco d¨ªas a causa de una serie de kafkianos problemas de malentendidos y burocracia. La Alameda de la ciudad del L¨¦rez, uno de los enclaves seleccionados para las instalaciones, se encontraba ocupada por otra muestra art¨ªstica -Artesanal 88-, y la v¨ªspera de la apertura se ocup¨® en tensas negociaciones de ¨²ltima hora con el alcalde de la localidad pontevedresa de Poio, Armando Couselo, que insist¨ªa en denegar el permiso para las esculturas del catal¨¢n Perejaume en la playa de Chancelas, donde quedaron finalmente sin vigilancia y mutiladas tras el robo antes citado.La Bienal de Pontevedra ensaya este a?o una descentralizaci¨®n de sus exposiciones, que podr¨¢n verse en Pontevedra, Baiona -Ignacio Basallo y Jorge Barb¨ª- y Vigo, donde se instalar¨¢ una muestra antol¨®gica de Javier Mariscal, que procede de Kassel y el Centro Georges Pompidou.

Adem¨¢s de la presencia a¨²n no confirmada de la obra de Dan Graham, el apartado de escultura cuenta con el tarraconense norteamericano Tom Carr, que comparte con Francisco Leiro, Silverio Rivas y Manolo Paz una experiencia desarrollada en las canteras Bloc de Gal, de Porri?o, de donde se extrae el c¨¦lebre granito rosa.