Separada del servicio la funcionaria acusada de mantener relaciones sexuales con una reclusa

La funcionaria de la c¨¢rcel de mujeres de Wad-Ras, en Barcelona, Guadalupe Flores Garc¨ªa, que fue acusada el pasado mes de mayo de mantener relaciones sexuales continuadas con una interna, ha sido separada del servicio activo durante un per¨ªodo de seis meses. La direcci¨®n general de Servicios Penitenciarios y Rehabilitaci¨®n del Gobierno catal¨¢n ha adoptado esta medida para evitar que la presencia de la funcionaria en la prisi¨®n obstaculice la investigaci¨®n interna abierta por la Administraci¨®n para conocer la veracidad de las acusaciones. Flores no podr¨¢ recurrir la separaci¨®n de su puesto de trabajo seg¨²n le ha sido comunicado por escrito.La informaci¨®n interna sobre las supuestas relaciones sexuales de la funcionaria con la reclusa Anna Padr¨® se abri¨® poco despu¨¦s de que otras dos funcionarias de Wad-Ras denunciaran a varias de sus compa?eras por maltratar y coaccionar a la citada reclusa, con el fin de que no hiciera p¨²blicas sus relaciones con Guadalupe Flores.

Expedientes disciplinarios

En la resoluci¨®n de la direcci¨®n general, que ha sido elaborada de forma paralela e independiente de la que est¨¢ llevando a cabo el juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Barcelona, se anuncia tambi¨¦n la apertura de sendos expedientes disciplinarios, por razones no especificadas, a Olga Hern¨¢ndez y Victoria Arn¨¢iz, las dos funcionarias que denunciaron a la Fiscal¨ªa de Vigilancia Penitenciaria los malos tratos sufridos por la interna Anna Padr¨®, lo que desencaden¨® una de las mayores crisis que ha sufrido un establecimiento penitenciario femenino.Esta es la primera vez que han quedado al descubierto relaciones sexuales entre una reclusa y funcionarias, dos de las cuales a¨²n permanecen en el anonimato. Anna Padr¨®, la interna que se encuentra en el centro de toda esta pol¨¦mica, ha reconocido a EL PA?S ser lesbiana y haber mantenido "relaciones sexuales completas y satisfactorias con tres funcionarias de la c¨¢rcel durante los ¨²ltimos seis meses".

Una de esas funcionarias, la que ahora ha sido separada del servicio por la Administraci¨®n penitenciaria, acogi¨¦ndose al reglamento de r¨¦gimen disciplinario y a la ley de Procedimiento Administrativo podr¨ªa ser acusada de cometer un delito, caso de confirmarse las declaraciones de Anna Padr¨®. Seg¨²n se?ala el C¨®digo Penal, las relaciones sexuales entre funcionarios penitenciarios y presos est¨¢n prohibidas.

El director general de Servicios Penitenciarios y de Rehabilitaci¨®n, Xavier Hern¨¢ndez, ha firmado la separaci¨®n del servicio de esta funcionaria y la apertura de los dos expedientes "al existir indicios racionales de responsabilidad disciplinaria por parte de Guadalupe Flores Garc¨ªa". El instructor de esta investigaci¨®n es Francesc Xavier Mir Re?¨¦, al que Olga Hern¨¢ndez y Victoria Arn¨¢iz acusaron la pasada semana en el juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de presionarlas con el fin de que cambiaran las declaraciones que hab¨ªan efectuado anteriormente sobre el caso.

Coacciones y malos tratos

La denuncia de Olga Hern¨¢ndez y Victoria Arn¨¢iz se efectu¨® el pasado d¨ªa 20 de mayo. En su requerimiento judicial, que fue motivo de la apertura de las diligencias, las dos funcionarias denunciaron a varias de sus compa?eras por coaccionar y maltratar a Anna Padr¨®, de 29 a?os de edad, encarcelada por un delito de estafa.Seg¨²n aquella denuncia, Anna Padr¨® fue invitada, mediante coacciones y malos tratos, a entregar unas cartas de amor que obraban en su poder y le hab¨ªan sido enviadas por sus amantes.

El caso Padr¨® provoc¨® una serie de enfrentamientos entre las funcionarias de la prisi¨®n y, tras la denuncia de Olga Hern¨¢ndez y sus compa?eras, se dividieron en lo que el director de la c¨¢rcel, Juan de Dios Bellver, calific¨® de dos bandos. Estos dos grupos correspond¨ªan, seg¨²n fuentes penitenciarias, por un lado a las funcionarias del interior del centro y, por otro, a las responsables de la administraci¨®n de la prisi¨®n.

Las primeras acusaban a sus compa?eras de no tratar a las reclusas con consideraci¨®n y, de una forma global, de no desarrollar su labor de una forma profesional.

Aquella situaci¨®n provoc¨® adem¨¢s la protesta laboral de las funcionarias del interior del centro, las que mantienen contacto directo con las internas, que fue respaldada por las centrales sindicales Comisiones Obreras y Uni¨®n General de Trabajadores.