Vattimo, la vigencia del nihilismo
El fil¨®sofo italiano clausura en El Escorial el curso de Schopenhauer a Heidegger
Gianni Vattimo, uno de los fact¨®tums de la nueva filosof¨ªa italiana que gira en torno al llamado pensamiento d¨¦bil, clausur¨® ayer uno de los cursos m¨¢s concurridos de El Escorial. Participaba en el seminario de Pesimismo y nihilismo: de Schopenhauer a Heidegger, que ven¨ªa desarroll¨¢ndose desde el pasado d¨ªa 12, y que tuvo el m¨¦rito de hacer converger m¨²ltiples interpretaciones que se hicieron en torno al tema, siendo la de Vattimo la m¨¢s heterodoxa, en cuanto supone que el nihilismo es motor de reapropiaci¨®n de la propia vida.
En el curso Pesimismo y nihilismo: de Schopenhauer a Heidegger, que estuvo a cargo de Sergio Rabade, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de la universidad Complutense, intervinieron, adem¨¢s de Gianni Vattimo, Roger Garaudy, que fue uno de los primeros marxistas en comulgar con el cristianismo, y los profesores Volker Spierling, Manuel Maceiras, Ram¨®n Rodr¨ªguez, Ra¨²l Gabas, Jacobo Mu?oz Navarro Cord¨®n, S¨¢nchez Meca y Jos¨¦ Luis Pinillos.Fueron las obras medulares de Schopenhauer, fil¨®sofo pesimista donde los haya, de Nietzsche, el gran pensador tr¨¢gico, y de Heidegger, que se inspir¨® en ambos para acometer la tarea de desconstrucci¨®n del pensamiento occidental, las que centraron el inter¨¦s de los conferenciantes. Spierling, profesor en la universidad de Tubinga, se ci?¨® a la obra de Schopenhauer, de la que hizo una valoraci¨®n cl¨¢sica, en aras de rescatar al ¨¢ngulo humanista del fil¨®sofo que "ha tematizado el sufrimiento de modo m¨¢s radical". Descart¨® el prisma del pesimismo schopenhaueriano como d¨¦ficit ps¨ªquico, al enjuiciar su b¨²squeda como una "expresi¨®n de ese duele an¨®nimo y objetivo que acorrala la conciencia como momento verdadero, e insta a que las cosas cambien".
Rodr¨ªguez hizo m¨¢s hincapi¨¦ en la filosof¨ªa de Heidegger, de la que * critic¨® la dimensi¨®n totalizadora, para abordar el tema del nihilismo, que "deja de ser una actitud negativa, incr¨¦dula, con respecto a los valores vigentes, para convertirse en un acontecimiento hist¨®rico, de car¨¢cter global, que domina el esp¨ªritu de una ¨¦poca". Situ¨® la sintomatolog¨ªa del nihilismo no ya en la muerte de Dios, ni en la desvalorizaci¨®n de todos los valores, sino en la homogeneizaci¨®n de las formas de vida con el imperio de la t¨¦cnica.
No todas las ponencias fueron de car¨¢cter general; la de Navarro Cord¨®n tom¨® los oropeles de una conferencia acad¨¦mica, destinada a establecer las distintas acepciones del t¨¦rmino nihilismo, camino al rev¨¦s, hacia los or¨ªgenes, que retom¨® S¨¢nchez Meca a la hora de buscar los antecedentes del fen¨®meno nihilista en la cr¨ªtica nietzscheana a la raz¨®n, esa misma que culmin¨® en el pensamiento negativo, el fin de la metafisica, la crisis de la raz¨®n, la dial¨¦ctica modernidad/posmodernidad, o aquello que Baudrillard denomin¨® la "fascinaci¨®n est¨¦tica de la destrucci¨®n".
H¨¦roes tr¨¢gicos
S¨¢nchez Meca entroncaba de ese modo con la ponencia de Jacobo Mufloz sobre el nihilismo europeo. La originalidad del catedr¨¢tico se hizo patente en su tratamiento del tema, en cuanto que recurri¨® a h¨¦roes tr¨¢gicos de la literatura universal para aprehender la esencia y estatuto del nihilismo, que atribuy¨® al derrumbe de los valores supremos. A la inversa de Garaudy, que se circunscribi¨® en hallar los fundamentos del pesimismo en Schopenhauer, o Maceiras, que se hizo eco de una visi¨®n sombr¨ªa de la condici¨®n humana, o el mismo Gabas que se apart¨® un poco del tema, al incidir sobre todo en la producci¨®n de Habermas, S¨¢nchez Meca habl¨® de alternativa que estar¨ªa ligada a la "convivencia pac¨ªfica de la pluralidad de las formas de vida'.
La mayor expectativa la suscit¨® el italiano Vattimo, que hab¨ªa llegado a El Escorial dos d¨ªas antes de presentar sus ponencias. Vattimo quebr¨® el tipo de lectura que se hab¨ªa hecho hasta entonces, aduciendo que el nihilismo no era ¨²nicamente una "definici¨®n de una condici¨®n negativa, sino tambi¨¦n una suerte positiva para el pensamiento". Seg¨²n manifest¨® a este peri¨®dico, el nihilismo 11 adopta un sentido de atenci¨®n hacia los dem¨¢s, hacia los detalles, a la vez que implica una disminuci¨®n de las constricciones sociales, de la angustia, y una mejor capacidad para ser m¨²ltiples seres".
"Hay una suerte civilizadora en la idea de que el destino del hombre es la disminuci¨®n de las estructuras agresivas...". "Necesitamos nihilismos por razones de ¨¦tica individual, de ¨¦tica social, de filosof¨ªa de la histo ria", agreg¨®. "No es una abdicaci¨®n de la raz¨®n, sino un tomar acto de las tendencias disolutorias, que supone reconocer que hay una ley en la historia que consiste en la reducci¨®n de la agresividad".
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