La econom¨ªa espa?ola crecer¨¢ a una media de 3,4% hasta 1992, seg¨²n 'The Economist'
La econom¨ªa espa?ola crecer¨¢ de aqu¨ª a 1992 por encima de la media de la Comunidad Europea. Espa?a disfrutar¨¢ de un per¨ªodo de crecimiento sostenido comparable al que concluy¨® con la crisis de 1974, seg¨²n un estudio realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU) sobre las perspectivas econ¨®micas de nuestro pa¨ªs en 1992. En los pr¨®ximos cinco a?os, la econom¨ªa europea m¨¢s din¨¢mica en producci¨®n, inversi¨®n y exportaciones ser¨¢ la espa?ola.
El crecimiento medio de la econom¨ªa espa?ola en los pr¨®ximos cinco a?os ser¨¢ de un 3,4%, con un bache c¨ªclico a la mitad del per¨ªodo, posiblemente el a?o 1990. Esta tasa de crecimiento supera en un 1,5% a la media de nuestros socios comunitarios.El motor del crecimiento econ¨®mico pronosticado por el estudio de la ElU ser¨¢ la inversi¨®n; que crecer¨¢ seg¨²n la senda marcada desde 1985 hasta el a?o pasado. El consumo apoyar¨¢ ese crecimiento siempre y cuando contin¨²e el crecimiento del empleo y de los salarios reales. En los pr¨®ximos cinco a?os, como en los ¨²ltimos cinco, el crecimiento de la demanda superar¨¢ claramente al del producto nacional bruto.
Al previsible aumento de la competitividad de los productos espa?oles se unir¨¢ un notable crecimiento del turismo. Ambos factores mantendr¨¢n la tasa de crecimiento de las exportaciones espa?olas. Unas exportaciones que, sin embargo, no podr¨¢n equilibrar la balanza comercial espa?ola, pues el incremento previsto para las importaciones es mucho mayor. Para 1990 el d¨¦ficit comercial doblar¨¢ al de 1987 y en 1992 el d¨¦ficit por cuenta corriente puede alcanzar los 14.000 millones de d¨®lares. El crecimiento de las exportaciones no podr¨¢ impedir este d¨¦ficit.
Un dato marcar¨¢ la distancia entre los futuros d¨¦ficit y los que acostumbra la econom¨ªa espa?ola, seg¨²n el estudio. La inversi¨®n extranjera los financiar¨¢ los pr¨®ximos cinco a?os. La inversi¨®n directa seguir¨¢ creciendo, con toda probabilidad, a los niveles actuales, mientras la inversi¨®n en valores burs¨¢tiles experimentar¨¢ un avance mucho mayor. El elevado nivel de reservas que mantiene la econom¨ªa espa?ola servir¨¢ de colch¨®n de aqu¨ª a 1992; despu¨¦s, a mediados de los a?os noventa, se har¨¢ necesario tomar medidas para corregir el desequilibrio comercial.
La reducci¨®n de la tasa de inflaci¨®n se ha debido m¨¢s, a juicio de los autores de este estudio a la contenci¨®n de los precios del petr¨®leo que a la introducci¨®n del impuesto sobre el valor a?adido (IVA). Esa inflaci¨®n estar¨¢ por debajo del 5% durante los pr¨®ximos cinco a?os.
El informe del EIU no es tan optimista al tratar el problema del desempleo, "que se mantendr¨¢ en una tasa pr¨®xima al 20% de la poblaci¨®n activa durante el futuro previsible". El informe elaborado por el equipo de The Economist recoge un perfil de la continuada ca¨ªda del empleo durante el per¨ªodo 1975-1985, al que sucedi¨® el bienio 1986-1987, en que se crearon 800.000 nuevos puestos de trabajo. "Sin embargo, y seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales, la fuerza de trabajo ha crecido aproximadamente en la misma proporci¨®n durante estos a?os". El informe sit¨²a en torno al 15% de la poblaci¨®n activa la cifra de paro real, excluyendo las estimaciones de empleo en la econom¨ªa sumergida.
Mayores desequilibrios
Otra de las previsiones del ElU apunta a que durante el per¨ªodo analizado se acentuar¨¢n, en t¨¦rminos generales, los desequilibrios de desarrollo entre las regiones espa?olas. Frente a las optimistas perspectivas de crecimiento para ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, las regiones agr¨ªcolas no costeras cuentan con perspectivas desfavorables, "con ingresos mucho menores, mayor desempleo y una creciente despoblaci¨®n".Gran parte de la agricultura espa?ola no es competitiva (fundamentalmente la localizada en la meseta central y la minifundista del Norte) y produce con unos precios considerablemente mayores que la de los restantes pa¨ªses de la CE. En contraste, la agricultura mediterr¨¢nea, orientada fundamentalmente a la exportaci¨®n de frutas y hortalizas, continuar¨¢ creciendo e incrementar¨¢ sus m¨¢rgenes de rentabilidad con el gradual desarme arancelario. La plena integraci¨®n de esta producci¨®n al mercado ¨²nico no se producir¨¢, sin embargo, hasta 1996.
El sector de la construcci¨®n continuar¨¢ creciendo en proporciones similares a las del producto interior bruto (PIB) hasta 1992.
La industria manufacturera ha atravesado un bache durante 1980-1985, con ¨ªndices significativos de expansi¨®n s¨®lo en los sectores volcados hacia la exportaci¨®n. A lo largo de los ¨²ltimos a?os, sin embargo, se han recobrado m¨¢rgenes de rentabilidad. Parte de la industria espa?ola ha comenzado a invertir, pero, en contraste, un gran n¨²mero de empresas contin¨²an operando "como si nada fuera a pasar". Como a lo largo de los ¨²ltimos a?os, los sectores exportadores -fundamentalmente las subsidiarias de la industria del autom¨®vil y una serie de fabricantes centrados en segmentos concretos de mercado- registran las mejores perspectivas de crecimiento.
Sin embargo, el motor del crecimiento de la econom¨ªa espa?ola continuar¨¢ siendo el sector de servicios. "Las ¨¢reas de m¨¢s notable expansi¨®n est¨¢n asociadas al turismo y a la industria de servicios financieros ( ... ). En Espa?a, los servicios continuar¨¢n siendo el catalizador del crecimiento, tal vez en proporciones a¨²n mayores que las conocidas hasta ahora. Este fen¨®meno se ver¨¢ beneficiado por la integraci¨®n total en la CE, el incremento en la sofisticaci¨®n de los servicios financieros, el crecimiento continuo del turismo y los importantes ¨ªndices de crecimiento que se prev¨¦n para el consumo interior".
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