Le Pen, pesadilla de la derecha francesa

Las vacaciones pol¨ªticas no han desvanecido la pesadilla que atormenta a la derecha francesa: el Frente Nacional (FN). Hace un a?o, su caudillo, Jean-Marie Le Pen, exhib¨ªa su vitalidad y su verborrea en una prematura campa?a electoral que fue la siembra de la excelente cosecha del 15%. de votos en la primera vuelta de las presidenciales, el 25 de abril. Este verano, el FN digiere, con un solitario esca?o en la Asamblea Nacional, la derrota en las legislativas del 12 de junio. Pero el fantasma de su fuerza sociol¨®gica asalta los cerebros de los dirigentes de la derecha en sus reflexiones sobre las pr¨®ximas cantonales y municipales.

Dos peque?as pruebas, efectuadas en el mes de julio, han permitido comprobar las dificultades de los conservadores para sacarse de encima el peso muerto del FN. En la elecci¨®n de dos presidentes (le consejos regionales, el de Aquitania y el de Champa?a-Ardenas, los candidatos neogaullistas del RPR (Asamblea para la Rep¨²blica) obtuvieron la investidura, frente a los socialistas, gracias a los votos de los consejeros regionales del FN, en perfecta continuidad con la alianza impl¨ªcita y jam¨¢s reconocida que vincula a la derecha y a la extrema derecha.Ni la apertura al centro propugnada por el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, y aplicada por el primer ministro, Michel Rocard, que ha llevado a incorporar a dos ministros centristas aliados en las elecciones legislativas al RPR, ni los escr¨²pulos ideol¨®gicos, han podido con la tentaci¨®n de acudir al lepenismo para preservar ¨¢reas de poder.

Buen n¨²mero de candidatos de las elecciones cantonales, en las que se eligen los miembros del consejo de departamento (un equivalente de la diputaci¨®n provincial espa?ola), deber¨¢n renovar de nuevo, al reanudarse el curso pol¨ªtico. su alianza electoral con los extremistas de derecha. Gran n¨²mero de pol¨ªticos de influencia local necesitan los votos lepenistas para no perder posiciones, pero esta alianza vergonzante perjudica a las grandes formaciones conservadoras, que se alejan de un retorno al poder cuanto m¨¢s persisten en el entendimiento.

El principal elemento de fractura de la derecha y de cohesi¨®n para el proyecto de centro-izquierda de Rocard y Mitterrand es precisamente el funcionamiento de estas alianzas entre un importante sector de la derecha y la extrema derecha.

Nueva Caledonia

Otro elemento contribuye a crear inquietud entre los conservadores. El consenso creado sobre Nueva Caledonia, que puede llevar en oto?o a la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum, abre un c¨®modo espacio de maniobra para el FN, ¨²nica formaci¨®n que rechaza el plan de Rocard para pacificar el archipi¨¦lago.La derecha teme que Le Pen capitalice toda la oposici¨®n al acuerdo de paz y convierta su energ¨ªa renovada en instrumento de presi¨®n con vistas a las pr¨®ximas elecciones.

Algunas personalidades de la derecha han manifestado ya la conveniencia de tomar distancias con el plan de Rocard o de provocar un aplazamiento del refer¨¦ndum sobre Nueva Caledonia. Justamente ayer, se reanudaron en Par¨ªs las conversaciones entre independentistas canacos y lealistas caldoches.

Pero el surco de demarcaci¨®n dentro de la derecha que trazar¨¢ la espinosa cuesti¨®n del Frente Nacional adquirir¨¢ visos de frontera duradera en las municipales, en las que se juega un poder local que permite aplicar medidas de "preferencia nacional" propugnadas por los lepenistas, a la hora de negar plazas escolares, vivienda o asistencia social a los ciudadanos inmigrados.

Para Jacques Barrot, dirigente del Centro de Dem¨®cratas Sociales (CDS), "los adeptos de la segregaci¨®n y de la exclusi¨®n deber¨¢n elegir la derecha ante la extrema derecha y los socialistas ante los comunistas".

El dirigente neogaullista y ex ministro del Interior Charles Pasqua asegur¨® una vez m¨¢s que "no habr¨¢ acuerdo nacional ni local con. el Frente Nacional". Pero, introdujo un matiz enorme: "Si en una u otra ciudad alguno de nuestros amigos consideran que deben tomar uno o dos miembros del Frente Nacional en sus listas, deber¨¢n ser ellos mismos quienes aprecien la situaci¨®n y luego la expliquen".