Leguina desestima la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica para el vi?edo

El presidente de la comunidad, Joaqu¨ªn Leguina, afirm¨® ayer que no ser¨¢ posible acceder a la petici¨®n de los agricultores de la comarca de Chinch¨®n, que han solicitado la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica para el vi?edo, durante una visita que realiz¨® a la cooperativa Sociedad Agraria de Transformaci¨®n, de San Mart¨ªn de Valdeiglesias. Por su parte, el consejero de Agricultura, Virgilio Cano, afirm¨® que la Administraci¨®n prestar¨¢ "ayudas indirectas" a los afectados, ya que las subvenciones directas no est¨¢n permitidas por la CE.Las ayudas indirectas, seg¨²n Cano, se refieren a aspectos tales como renovaci¨®n tecnol¨®gica de las instalaciones, mejora de las variedades de cepas cultivadas, entre otras.

El Consejo Regulador de Vinos de Madrid ha solicitado, asimismo, la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica para el vi?edo de toda la regi¨®n madrile?a. Las p¨¦rdidas originadas por la plaga del mildiu sobrepasan el 60% de la producci¨®n media anual, que durante los ¨²ltimos cinco a?os super¨® los 50 millones de litros por a?o. La zona m¨¢s afectada es la de San Mart¨ªn de Valdeiglesias, con da?os estimados entre un 75% y un 80%, mientras en Navalcarnero se acercan el 50% y en Arganda llegan al 60%.

La denominaci¨®n de origen de vinos de Madrid se divide en tres subzonas, las de Arganda, Navalcarnero y San Mart¨ªn de Valdeiglesias, distintas entre s¨ª por su climatolog¨ªa y su suelo.

De los 50 millones de litros de producci¨®n anual, s¨®lo el 5% se embotella desde hace unos ocho a?os, e incluso alguna bodega exporta ya a Estados Unidos y se pretende entrar en el mercado de Dinamarca.

La plaga del mildiu es una enfermedad end¨¦mica del vi?edo espa?ol que se ha visto agravada esta campa?a por las lluvias ca¨ªdas durante los meses de junio y julio, que han favorecido el florecimiento de este hongo, ante la imposibilidad que ten¨ªan los viticultores de realizar un tratamiento continuo, primero por el agua y despu¨¦s por su elevado coste. La plaga sigue su curso, al no haber sido tratada, y no se descarta que las p¨¦rdidas puedan elevarse hasta un 95% de la producci¨®n.