En el nombre de Andreu Nin
Recientemente presentamos en el Ateneo de Madrid la Fundaci¨®n Andreu Nin, creada y legalizada hace ya unos meses. Los actos que se celebraron con motivo de este acontecimiento (tres conferencias, una exposici¨®n Nin y la presentaci¨®n de un libro sobre las Jornadas de Mayo de 1937 en Barcelona) coincidieron con dos hechos de un dramatismo extraordinario: el 51 aniversario del secuestro y asesinato de Nin por la polic¨ªa estalinista en Alcal¨¢ de Henares o en El Pardo y la rehabilitaci¨®n por el Tribunal Supremo de la URSS de los principales dirigentes de la Revoluci¨®n de Octubre: Zinoviev, Karnenev, Piatakov, Sokolnlkov y Radek. Digamos entre par¨¦ntesis que tales rehabilitaciones, despu¨¦s de las de Bujarin, Rikov y Rakovski, anulan los horribles procesos de Mosc¨² de 1936-1938 y anuncian, impl¨ªcitamente, que Leon Trotski ser¨¢ restablecido pronto en el puesto que hist¨®ricamente le pertenece.Semejante coincidencia tiene una alta significaci¨®n por dos razones. Porque, como hemos dicho en distintas ocasiones, la represi¨®n contra el POUM y el asesinato de Nin y de otros revolucionarios en 1937-1938 no fueron la consecuencia de un "conflicto interno en el campo republicano", sino el resultado directo de la intervenci¨®n de Stalin y su aparato burocr¨¢tico en el proceso revolucionario espa?ol durante el per¨ªodo de reacci¨®n abierto por los procesos de Mosc¨². Y porque Nin no era simplemente el secretario pol¨ªtico del POUM sino la personalidad comunista espa?ola m¨¢s ligada a los dirigentes de octubre, ya que en los a?os veinte fue secretario de la Internacional Sindical Roja, diputado del Soviet de Mosc¨², consejero pol¨ªtico del Gobierno de Zinoviev, colaborador de Lenin y Trotski y, por ¨²ltimo, dirigente de la Oposici¨®n de Izquierda Internacional.
Nin, torturado hasta la muerte por los que pretend¨ªan arrancarle una confesi¨®n que pudiera comprometer a sus compa?eros del POUM y a los dirigentes rusos calumniados y asesinados por Stalin, es el s¨ªmbolo m¨¢s puro de la resistencia al estalinismo, en la URSS y en Espa?a en plena revoluci¨®n. Por eso hemos adoptado su nombre para la fundaci¨®n creada recientemente y que se propone ser un "centro de investigaci¨®n social" y asumir, entre otras muchas tareas, la de "fomentar el conocimiento de la obra de Nin" y "llenar el vac¨ªo que existe en cuanto al estudio y conocimiento cient¨ªfico del pensamiento marxista revolucionario" en esta ¨¦poca en que parecen triunfar el liberalismo salvaje o el social-liberalismo mediocre. Por lo dem¨¢s, el nombre de Nin es particularmente simb¨®lico en el momento en que el propio PC de la URSS ha decidido elevar un monumento a las v¨ªctimas del estalinismo en Mosc¨² y acaba de proclamar en su reciente conferencia que los per¨ªodos de Stalin y de Breznev "determinaron profundas deformaciones de la sociedad socialista, retrasaron su desarrollo durante decenas de a?os y provocaron p¨¦rdidas humanas inmensas y da?os morales e ideol¨®gicos inconmensurables".
En el curso de los ¨²ltimos a?os "mucho antes de que se iniciara la perestroika y el proceso de transformaci¨®n revolucionarla de la sociedad sovi¨¦tica al que asistimos actualmente-, los amigos y camaradas de Nin, en estrecha colaboraci¨®n con militantes e intelectuales de las nuevas generaciones, hemos hecho todo cuanto estaba a nuestro alcance para defender el honor y la memoria de Andreu Nin publicando sus obras, escribiendo y difundiendo sus biografias, explicando lo que fue y lo que represent¨® en conferencias y coloquios y en una gran exposici¨®n sin precedentes, grabando su nombre en dos placas en las Ramblas barcelonesas, creando una sala Maur¨ªn-Nin en el Centro de Estudios Hist¨®ricos de la universidad de Barcelona y, puesto que todav¨ªa no sabemos d¨®nde est¨¢ su tumba, rindi¨¦ndole homenaje en El Vendrell, la ciudad catalana donde naci¨®.
Sin embargo, la lucha por la verdad sobre Andreu Nin no ha concluido. La fundaci¨®n que ostenta su nombre se propone proseguirla en todos los terrenos, dentro y fuera de Espa?a, y as¨ª lo ha proclamado en los actos de Madrid. Entre sus objetivos inmediatos figura la apertura de una investigaci¨®n sobre las condiciones de la detenci¨®n, el secuestro y el asesinato de Nin en Madrid, para la que reclamaremos el concurso del Gobierno socialista, puesto que, entre otras cosas, ser¨¢ necesarlo obtener el libre acceso a los archivos de los ministerios de Justicia y del Interior y quiz¨¢ de otros organismos del Estado, como el Tribunal Supremo.
Pensamos igualmente en el nombramiento de una delegaci¨®n representativa del movimiento obrero y, de la intelectualidad de nuestro pa¨ªs a fin de completar la investigaci¨®n que se realice en Espa?a con una misi¨®n concreta en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Esta delegaci¨®n podr¨ªa fijarse como tarea levantar lo que se ha dado en llamar el "secreto de Andreu Nin" poni¨¦ndose en relaci¨®n con la comisi¨®n de rehabilitaciones del Comit¨¦ Central del PC de la URSS, con el Tribunal Supremo y con los historiadores que investigan actualmente -todav¨ªa con grandes dificultades, es cierto- en los archivos sovi¨¦ticos sobre la intervenci¨®n de Stalin en la guerra y en la revoluci¨®n espa?olas, sobre el tr¨¢gico destino de los representantes rusos en nuestro pa¨ªs y sobre lo que ciertos historiadores de Mosc¨² llaman la "ruptura del frente antifascista" cuando se refieren al sectarismo stalinista y a la represi¨®n contra el POUM, los anarqu¨ªstas y la izquierda socialista de Largo Caballero.
El restablecimiento de la verdad sobre Andreu Nin (que pod¨ªa parecer ut¨®pico hace s¨®lo unos meses) resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil ahora, tras la decisi¨®n de abrir los archivos de la Internacional Comunista, adoptada el 3 de junio pasado por el Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la URSS (cr¨®nica de Pilar Bonet en EL PA?S del 3 de agosto de 1988). Aunque por el momento parece que los dirigentes sovi¨¦ticos quieren limitar el acceso a dichos archivos al Partido Comunista de Espa?a, la Fundaci¨®n Andreu Nin espera que se proceder¨¢ con un criterio menos restrictivo, sobre todo en un caso tan dram¨¢tico y tan importante como el de Nin, fundador del Partido Comunista en 1921 y dirigente del Komintern en los a?os veinte.
En Espa?a, como en la URSS, el pasado hist¨®rico tiene una enorme importancia para comprender el presente y preparar el futuro. Pero la Fundaci¨®n Nin no piensa limitarse a realizar estudios e investigaciones sobre la revoluci¨®n y la guerra civil de 1936-1939. Una de sus principales preocupaciones en estos momentos es justamente aportar su contribuci¨®n al an¨¢lisis y a la comprensi¨®n de las profundas transformaciones que se est¨¢n desarrollando en la URSS y a sus repercusiones en el este de Europa y en el rnovimiento socialista mundial.
es periodista y fue secretario general del POUM durante la dictadura franquista.
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