Cante dulce, cante que duele
El XXIV Concurso Nacional de Tarantas no tuvo una gran concurrencia de buenos cantaores. El nivel medio de calidad, salvo excepciones, fue s¨®lo regular. Ya hab¨ªa ocurrido antes en La Uni¨®n. Los concursos atraviesan momentos cr¨ªticos, porque salen pocos valores nuevos de inter¨¦s, y ocurre que en cada lugar vemos todos los a?os casi a los mismos, que repiten una y otra vez a ver si suena la flauta. Como esto siga as¨ª, los organizadores tendr¨¢n que plantearse cambios radicales en la filosof¨ªa de tales competiciones.Menos mal que, en este mar que con frecuencia nos anega en el aburrimiento, los buenos profesionales son como islas de esperanza que pueden salvarnos del sopor. El recital de Luis de C¨®rdoba, por ejemplo, fue una aut¨¦ntica delicia. Su cante es dulce, dulce, dulce. Tan dulce, que cuando se mete por las veredas de lo tr¨¢gico -la petenera- puede no resultar convincente. Pero todo lo dem¨¢s fue sobresaliente. Largo, largu¨ªsimo, por tientos-tangos; brillante por tarantas y grana¨ªnas; espl¨¦ndido por fandangos. La voz de Luis de C¨®rdoba nunca hiere, acaricia, y oirle es siempre gratificante.
La taranta de Linares
Cante: Luis de C¨®rdoba, el Pele.Toque: Merengue de C¨®rdoba. Baile: Inmaculada Aguilar, con Boquer¨®n al cante y Rafael Trenas al toque. Linares, 18 y 19 de agosto
Cantar rompi¨¦ndose
Hiere, s¨ª, y en qu¨¦ medida, el cante del Pele. Este Juan Moreno, gitano cordob¨¦s de 30 a?os, lleva un verano fenomenal, con muchas actuaciones, con m¨¢s actuaciones que nunca. Est¨¢ en plena euforia de las vacas gordas, que se ha ganado a fuerza de trabajo, constancia y buen cante. Sobre todo buen cante, que es lo fundamental. El Pele canta siempre divinamente, rompi¨¦ndose, d¨¢ndolo todo en cada actuaci¨®n como si de ella dependiera el contrato del d¨ªa siguiente. Y hay mucha personalidad en el cante del Pele, pese a su fidelidad al modelo caracolero, que ciertamente le fascina, pero que me parece va distanciando paulatinamente, y es bueno que as¨ª lo haga.Tanto Luis de C¨®rdoba como El Pele tuvieron un acompa?amiento de guitarra muy sensible por parte de Merengue de C¨®rdoba, que demostr¨® precisamente su versatilidad para hacer a dos cantaores tan radicalmente distintos los toques que a cada uno le conven¨ªa. Guitarrista oficial del concurso, Merengue est¨¢ demostrando su gran capacidad para empe?os que, ciertamente, no tienen nada de f¨¢ciles.
Inmaculada Aguilar es una bailaora que se sale del modelo casi t¨®pico en el flamenco. Tiene formaci¨®n acad¨¦mica, empaque, elegancia natural. Tiene tambi¨¦n un conocimiento evidente de su oficio, con recursos y soluciones a veces at¨ªpicos, pero con frecuencia hermosos. Le falta, en cambio, jondura, valor y audacia para, en un momento determinado, olvidarse de tanto control sobre su baile y entregarse a una cierta vena de locura que nos pega fuerte en el coraz¨®n. Que el baile, como el cante, como el toque, tiene tambi¨¦n que dolernos.
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