Los iran¨ªes acogen la paz sin alivio y sin muestras de euforia
ENVIADO ESPECIALLa absoluta normalidad de la jornada teheran¨ª de ayer fue realmente inquietante. Ni un cohete, una manifestaci¨®n, un discurso, un toque de bocina o una sonrisa celebraron el primer d¨ªa del alto el fuego oficial en una guerra que ha durado ocho a?os.
No hubo tampoco comentarios editoriales o despliegues informativos en los peri¨®dicos, y los noticiarios de radio y televisi¨®n se limitaron a rese?ar el acontecimiento y dar cuenta de la ausencia de incidentes serios a lo largo de las fronteras con Irak. La Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n entr¨® en la paz con tanto alivio como tristeza.
Los periodistas extranjeros que a las 6.30 horas de la ma?ana, hora iran¨ª -momento del comienzo oficial del alto el fuego-, se apostaban en las principales avenidas y plazas de Teher¨¢n se sintieron verdaderamente desilusionados. Estaba claro que el r¨¦gimen isl¨¢mico no deseaba muestras de efusi¨®n colectivas y que la poblaci¨®n tampoco estaba por echar la casa por la ventana; pero los reporteros esperaban algo, alguna comitiva de veh¨ªculos sonando sus bocinas, rostros m¨¢s relaajdos y sonrientes que lo habitual, alg¨²n peque?o gesto de que se acababa de cerrar una dram¨¢tica p¨¢gina de la historia del pa¨ªs.
Una carta publicada en el diario Kayhan expresaba el sentimiento de los sectores populares m¨¢s adictos a la teocracia en el Gobierno. La dirig¨ªa al imani Jomeini una viuda, madre de cuatro hijos, uno de los cuales muri¨® en la guerra. "Imam", dec¨ªa Hjiel¨ª Shanisi Nurai, "hemos tomado contigo la copa del veneno y con nuestras l¨¢grimas vamos a lavar tu coraz¨®n". La viuda alud¨ªa a la afirmaci¨®n de Jomeini de que aceptar el alto el fuego hab¨ªa sido para ¨¦l "m¨¢s mort¨ªfero que tomar veneno".
Los iran¨ªes pensaban ayer en sus muertos, en sus no realizados sue?os de expandir la revoluci¨®n isl¨¢mica, en la amargura de la pervivencia en el poder iraqu¨ª del odiado Sadam Husein. "La guerra del Golfo nos fue impuesta, y esta paz, tambi¨¦n", afirm¨® un periodista de la agencia Irna. Desde el frente, el presidente Jamenei hizo el ¨²nico comentario oficial de la jornada: "No vamos a disparar ni un solo cartucho m¨¢s. S¨®lo nos queda esperar las negociaciones de Ginebra".
En el habitualmente bullicioso Bazar, las transacciones comerciales eran m¨ªnimas. La paz ha tra¨ªdo la esperanza en un descenso general de los precios, y nadie quiere comprar ahora. La gente se hac¨ªa muchas preguntas. Una de ellas hac¨ªa referencia al estado de salud del imam Jomeini, sobre el que en los ¨²ltimos meses corren alarmantes rumores, a raz¨®n de cinco al d¨ªa. Est¨¢ claro que si Hachemi Rafsanyani, el hombre fuerte del r¨¦gimen, ha logrado imponer su pol¨ªtica realista a los sectores partidarios de la guerra hasta la ¨²ltima gota de sangre, ha sido porque ha contado con la bendici¨®n del anciano te¨®logo.
Interrogantes en Teher¨¢n
Otro gran interrogante hac¨ªa referencia a la duraci¨®n posible de la actual liberalizaci¨®n de las costumbres detectable en Teher¨¢n. Las gentes hablan con absoluta libertad a favor o en contra del r¨¦gimen, las emisoras emiten m¨²sica ligera, las mujeres llevan velos, zapatillas y medias de colores. ?Conseguir¨¢ Raflanyani imponer su moderada visi¨®n de la sociedad isl¨¢mica? ?Tendr¨¢ que recular en un momento dado ante una resurrecci¨®n de los puros y duros? La jornada de ayer abri¨® una etapa en la que esas preguntas encontrar¨¢n una respuesta.En una casa del norte de Teher¨¢n, una familia de comerciantes adinerados fumaba opio y se preguntaba por el futuro del cuerpo de pasdaranes o guardias revolucionarios. El regreso del frente de esa guardia pretoriana del r¨¦gimen promete ser traum¨¢tico.
Los controles callejeros de los llamados comit¨¦s de barrio se han multiplicado en los tres ¨²ltimos d¨ªas en Teher¨¢n. Chavales de negras camisas y fusiles autom¨¢ticos Kalaslinikov registran los maleteros de los coches y los bolsos de sus ocupantes. Temen un atentado con explosivos por parte de los muyahidin, el grupo de oposici¨®n en el exilio que se ha ganado el odio colectivo de tirios y troyanos en Ir¨¢n por haber empu?ado las armas a favor de Irak. Todo es posible ahora en la antigua Persia, aunque las apuestas est¨¢n a favor de una consolidaci¨®n de la posici¨®n de Rafsanyani y de su apertura interior y exterior.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.