Lluvia, por favor

Soy obrero eventual de la Comunidad de Madrid. Traba o en las labores de mantenimiento de la guarder¨ªa El ?ngelus, en la UVA de Hortaleza. No disfruto vacaciones en agosto; este mes tengo la misi¨®n de regar los jardines de seis guarder¨ªas: una est¨¢ en Canillas, otra en Manoteras, otra en Tetu¨¢n, la cuarta en la Puerta del ?ngel, la quinta en la calle de Alcal¨¢ (metro Carmen) y la sexta es la susodicha de la UVA.No me quejo; si hubiera rechazado esta tarea veraniega me habr¨ªa quedado sin empleo, y mi edad (38 a?os) no es la ideal para encontrar otro. Me levanto temprano para tratar de aprovechar al m¨¢ximo las horas de menos calor, horas en las que el riego es m¨¢s efectivo. Cojo el autob¨²s y luego el metro (voy guardando los bonobuses y los bonometros, pues no me pagar¨¢n el transporte hasta final de mes y previo justificante de cada desplazamiento), riego con pasi¨®n, pues soy consciente de que las plantas no tienen la culpa de la organizaci¨®n irracional de su mantenimiento.

Cr¨¦anme que estoy sufriendo lo indecible: no doy abasto para que no se me mueran los m¨¢s de 3.000 metros cuadrados de zona verde a mi cargo. Empiezo a desfallecer y a deprimirme, porque es obvio que el sol es mucho m¨¢s poderoso que yo, ¨¦l es m¨¢s r¨¢pido secando que mis seis mangueras refrescando el c¨¦sped. Duermo mal; sue?o con hojas de hiedra amarillentas y geranios secos.

S¨®lo se me ocurre una soluci¨®n, pero no est¨¢ en mi mano: que llueva. Lluvia, por favor. No se r¨ªan y recen conmigo, canten conmigo: "?Que llueva, que llueva, la Virgen de la cueva ... !- Lucio Gonz¨¢lez de la Fuente.