El griego Theo Angelopoulos presenta una s¨ªntesis de su obra en la admirable 'Paisaje en la niebla'

ENVIADO ESPECIAL El griego Theo Angelopoulos, pr¨¢cticamente in¨¦dito en Espa?a, pero universalmente reconocido como uno de los grandes cineastas europeos contempor¨¢neos, conmovi¨® ayer al p¨²blico de la Mostra con un bello y dur¨ªsimo filme, Paisaje en la niebla, que de la noche a la ma?ana se ha convertido en la primera pel¨ªcula aspirante al Le¨®n de Oro, que ser¨¢ concedido el pr¨®ximo d¨ªa 9. En este filme, Angelopoulos rompe con su tradicional hermetismo y narra una f¨¢bula m¨¢s accesible, pese a su endiablado rigor ritual, que sus legendarias Viaje a Citeria y El viaje de los comediantes, obras que los especialistas sit¨²an en la c¨²spide del cine mundial de las ¨²ltimas d¨¦cadas.

Complet¨® la jornada el raro e inteligente filme del portugu¨¦s Jo¨¢o Botelho Tiempos dif¨ªciles, un minoritario y en parte frustrado trabajo, que deja ver detr¨¢s de sus austeras im¨¢genes a un cineasta de talento.Se esperaba con expectaci¨®n la nueva pel¨ªcula de Angelopoulos, despu¨¦s de su relativo fracaso en El apicultor, obra en la que el cineasta griego hizo concesiones a la comercialidad.

La expectaci¨®n se convirti¨® en gratitud tras la proyecci¨®n de Paisaje en la niebla, en la que las concesiones de Angelopoulos a una mayor inteligibilidad est¨¢n compensadas por una cercan¨ªa de la perfecci¨®n. Angelopoulos, al tiempo que da transparencia a su estilo, introduce en ella una s¨ªntesis de los rasgos distintivos de su obra. Se dir¨ªa que en este filme ha hecho un generoso esfuerzo de divulgaci¨®n de s¨ª mismo.

"La pel¨ªcula", dice el cineasta griego, "reposa sobre dos factores: uno es la inmovilidad del mundo; el otro la movilidad de los dos ni?os que lo recorren. Otra vez he representado un viaje. En mi pel¨ªcula hay autocitas que considero leg¨ªtimas. Por otra parte, est¨¢ all¨ª el teatro. Ten¨ªa que estarlo inevitablemente. El teatro es Grecia y la Grecia de mis filmes es la que contiene las profundidades de mi infancia. He querido hablar aqu¨ª del desvelamiento de la inocencia, que es tambi¨¦n un reconocimiento del mundo a trav¨¦s del cine. El cine es en mi filme no s¨®lo una forma, sino tambi¨¦n una materia formalizada, que tal vez no se vea pero que est¨¢ en la pantalla tambi¨¦n como autocita", a?ade. "No s¨®lo hay en el filme la sombra de mi cine, sino del de otros. Han dicho que le tomo prestadas cosas a Fellini y a Tarkovski, pero no creo que Fellini tenga la exclusiva de los helic¨®pteros, ni Tarkovski la de los ¨¢rboles. S¨ª, en cambio, reconozco que en Paisajes en la niebla est¨¢ presente la idea de la b¨²squeda del G¨¦nesis, que tan hondamente emprendi¨® Mizoguchi. Los hallazgos, en la est¨¦tica del cine, son patrimonio de todos los hombres". Para Angelopoulos, "la cita del G¨¦nesis que abre y cierra el filme no es una referencia teol¨®gica, como la b¨²squeda del padre por parte de los dos ni?os no es una b¨²squeda de Dios. Se trata del principio y del objetivo de un viaje inici¨¢tico, es decir, de una traslaci¨®n en busca del conocimiento, que para m¨ª es la sustancia del cine. El padre no es Dios, sino un lugar de llegada, un signo donde se encuentra la propia identidad, en este caso la identidad de dos ni?os errantes. El filme es, no de un itinerano geogr¨¢fico, sino de un viaje interior. En realidad todos los verdaderos viajes son interiores, movimientos an¨ªmicos alrededor de la propia sombra".

G¨¦nesis

El filme comienza y termina con el vers¨ªculo genesiaco de que "el principio era el caos, y del caos se hizo el orden, la divisi¨®n de la luz y las tinieblas". Afirma Angelopoulos: "La Biblia asegura que esto lo dijo Dios. En mi pel¨ªcula Dios no dice nada, nada tiene que decir. Lo dicen los ni?os en cuanto criaturas m¨ªas, lo que no quiere decir que yo sea Dios, ni siquiera suyo, pues en definitiva esas criaturas m¨ªas son yo mismo. Un filme verdadero es un poema, una met¨¢fora, y de eso se trata, nada m¨¢s que de eso. Soy un poeta, no un te¨®logo", dice Angelopoulos, cuyas convicciones ateas son conocidas. Y a?ade: "Los filmes que merecen la pena son siempre met¨¢foras. Por eso, cuando me quieren sacar qu¨¦ significa el predominio del azul y del amarillo en las im¨¢genes de Paisaje en la niebla, yo no s¨¦ qu¨¦ decir. No s¨¦ qu¨¦ significan. Mi trabajo consiste, en hacer pel¨ªculas, no en decodificarlas. Adem¨¢s, cuando se construye una met¨¢fora no todo tiene explicaci¨®n, ni tiene por qu¨¦ tenerla. Lo inexplicable es una parte esenciual de la met¨¢fora. Decodificar un misterio equivale a destruirlo."

"?Qu¨¦ la pel¨ªcula es irreal? Pues claro. Una f¨¢bula es siempre irreal. A veces tambi¨¦n la realidad es irreal. ?Que es una pel¨ªcula brutal? S¨ª, lo es. La brutalidad forma parte del mundo y esconderla no equivale a acabar con ella, m¨¢s bien todo lo contrario. La escena m¨¢s controvertida es la de la violaci¨®n de la ni?a. Entiendo que las mujeres se sientan heridas ante ella. Pero, por una parte, la violencia no deja de existir porque la ocultemos, y por otra esa escena es el signo de una pasi¨®n y, por consiguiente, un acto de purificaci¨®n. Estamos ante una met¨¢fora tr¨¢gica, no ante un documento. Todo viaje inici¨¢tico contiene brutalidad, pero representar esta violencia genera libertad. Esa escena, ciertamente terrible, es ¨ªmprescindible, porque sin ella el filme no crecer¨ªa, y el equilibrio dram¨¢tico de la met¨¢fora se vendr¨ªa abajo".