El cineasta italiano Ermanno Olmi, con su 'Leyenda del santo bebedor', gran triunfador de la Mostra

?NGEL FERN?NDEZ-SANTOS ENVIADO ESPECIAL Ermanno Olmi, y su estremecedora Leyenda del santo bebedor fueron los grandes triunfadores en la sesi¨®n de clausura de esta agitada e interesant¨ªsima edici¨®n de la Mostra veneciana. Nadie discuti¨® la justicia de que este 45? Le¨®n de Oro fuera a las manos del gran cineasta italiano. En cambio, otros premios han sido abiertamente contestados, y la mejor evidencia de ellos la protagoniz¨® el espa?ol Pedro Almod¨®var, que recibi¨® una clamorosa e interminable ovaci¨®n, hasta el punto de que tuvo que ser interrumpida por el presidente de la Bienal, Paolo Portoghesi, para que pudiera continuar la lectura de los premios, cuando se oy¨® su nombre como ganador de uno de los osellas secundarios.

Durante las horas que precedieron a la lectura de los premios, desde la madrugada del jueves al viernes, se filtr¨® en los corrillos del hotel Excelsior, que el presidente de la Bienal, Paolo Portoghesi, sagaz pol¨ªtico de militancia socialista, se hab¨ªa escapado de las ¨²ltimas discusiones del jurado internacional, presidido por el veterano director Sergio Leone, con cara de terrible enfado, y que esta espectacular disconformidad ten¨ªa "algo que ver" con la decisi¨®n de dicho jurado de no conceder al cineasta espa?ol uno de los grandes premios y relegarlo al consuelo de los osellas especializados y secundarios.Cierto o no este rumor, la lectura del palmar¨¦s veneciano confirm¨¦ indirectamente que algo hab¨ªa de cierto en las presuntas divergencias. El punto de discordia no puede ser el supremo Le¨®n de Oro, pues nadie osa negar aqu¨ª los m¨¦ritos de Olmi para obtenerlo. Tampoco puede tratarse del Le¨®n de Plata a la mejor direcci¨®n, pues Theo Angelopoulos era considerado, por su trabajo extraordinario en Paisaje en la niebla, como merecedor de ¨¦l e incluso como directo rival de Olmi en la pugna por el Le¨®n de Oro.

Manzana de la discordia

De esta manera, por exclusi¨®n, hay indicios suficientes para identificar la manzana de la discordia en el cineasta senegal¨¦s Ousmane Sembene, ganador del Gran Premio Especial del Jurado por su Campo de Thiaroye, a favor del cual exist¨ªa una enorme y desproporcionada presi¨®n de los cr¨ªticos italianos, plasmada en las calificaciones de los filmes, en concurso que diariamente aparecen en el peri¨®dico La Repubblica. La sobrevaloraci¨®n de este filme, por otro lado excelente, resulta fiagrante.

Otra discrepancia, esta menos ruidosa, se produjo en la lectura del premio a la mejor interpretaci¨®n femenina, pues al aplauso un¨¢nime con que se acogi¨® el nombre de Shirley MacLaine precedi¨® un engorroso silencio, acentuado por una decena de aplaudidores en cuyas palmadas hab¨ªa un involuntario acento franc¨¦s, cuando se pronunci¨® el nombre de Isabelle Huppert, buena actriz, pero muy limitada de recursos, cuyo trabajo en Un asunto de mujeres no alcanza la maestr¨ªa de Carmen Maura en su dif¨ªcil bordado de Mujeres al borde de un ataque de nervios.

Otros premios bien acogidos, y a todas luces merecidos, son los obtenidos por la banda sonora del filme cubano, del argentino Fernando Birri, Un hombre muy viejo con unas alas enormes, basado en un cuento de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, en cuya producci¨®n participa Televisi¨®n Espa?ola; y la menci¨®n especial, fuera de programa, al ni?o David Eberts por su trabajo en el filme de Andrew Birkin (hermano de la actriz brit¨¢nica Jane) Burning secret. Frente al resto del palmar¨¦s hubo tan s¨®lo cortes¨ªas poco noticiables.

Abucheos s¨ª hubo, en cambio, para Carlo Lizzani, por verse distinguido con un premio de car¨¢cter estrictamente pol¨ªtico: la Medalla de Oro del presidente del Senado italiano por su rememoraci¨®n de la ¨²ltima noche en libertad del dirigente bolchevique Nicolai Bujarin en el filme Querido Gorbachov. Ciertamente no es un buen filme, pero tampoco este premio es de car¨¢cter cinematogr¨¢fico, sino pol¨ªtico. Y, pol¨ªticamente hablando, Querido Gorbachov contribuye a esclarecer y a homenajear la vida y la personalidad de una de las v¨ªctimas de la tragedia del estalinismo.

El premio de interpretaci¨®n masculina, concedido a los actores norteamericanos Don Ameche y Joe Mantegna, fue recibido con correcci¨®n. Son dos buenos actores y, sobre todo el primero, hace una simp¨¢tica y solvent¨ªsima creaci¨®n en el filme, trepidante y divertido pero menor, de David Mamet Things change. La dureza del reglamento de la Mostra, que, como todos los grandes festivales, proh¨ªbe expresamente que el filme que obtenga el m¨¢ximo galard¨®n sea distinguido con cualquier otro premio, de la especie que sea, provoc¨® la mayor injusticia de este palmar¨¦s: que el actor holand¨¦s Rutger Hauer, protagonista absoluto y genial de la triunfadora Leyenda del santo bebedor, se quedara en ayunas, cuando su trabajo creativo en este filme es considerado un¨¢nimemente un prodigio e incluso se ha escrito que se encuentra en niveles superiores al del propio Olmi.

Entre los premios extraoficiales destaca el premio de la Fipresci -cr¨ªtica internacional- concedido a Theo Angelopoulos y al portugu¨¦s Jo?o Botelho, el de la revista especializada Cinecr¨ªtica.