D¨¢maso se reencuentra

D¨¢maso Gonz¨¢lez consigui¨® algo que lleva intentando sin ¨¦xito en su nefasta temporada actual, reencontrarse con lo mejor de su tauromaquia. Al calor de sus paisanos y posiblemente espoleado por su alumno y amigo Rafi de la Vi?a, D¨¢maso dio lo mejor de s¨ª mismo. Con profesionalidad y honradez realiz¨® una gran faena al cuarto de la tarde.All¨ª mandaba el diestro, que, despu¨¦s de la ortodoxia, asust¨® al burraco con el p¨¦ndulo y los desplantes de hinojos hasta que ¨¦ste hu¨ªa casi despavorido. La esquiva suerte en anteriores tardes le acompa?¨® tambi¨¦n con la tizona.

El presidente hab¨ªa abierto la espita de las orejas f¨¢ciles con Rafi de la Vi?a y le otorg¨® dos a D¨¢maso. Un D¨¢maso que aplic¨® su doma de toros al morlaco inicial, aunque los diosecillos de la fortuna le acompa?aron en menor medida y su actuaci¨®n no pas¨® de la dignidad.

Rafi de la Vi?a tendr¨¢ que esperar a la corrida del d¨ªa 15, en la que tambi¨¦n est¨¢ anunciado junto a su particular maestro, para igualarle o superarle en trofeos. Ayer s¨®lo le super¨®, como a Litri, en el toreo de capote, pues a sus dos enemigos los lance¨® con deleite. Aunque una vez desatado el triunfalismo del p¨²blico y presidente, de haber acertado con el verduguillo en el quinto habr¨ªa empatado a trofeos con ambos. A este quinto le aplic¨® una faena semejante al segundo: comienzos de redondos largos abrochados con el de pecho de pit¨®n a rabo y trincherillas de excelente corte. Sin embargo, el quinto se raj¨® impidi¨¦ndole adornarse rodilla en tierra, pese al arrojo y entrega del alumno damasista.

El sobrero a que se enfrent¨® Litri era un cence?o que desmerec¨ªa del resto de los toros, unos galafates serios, con cuajo, badanudos... Litri se tap¨® con un toreo insustancial y ventajista. En el ¨²ltimo dio un recital de arrebato y chundarata. Sali¨® enchufado a la red de alta tensi¨®n y conect¨® r¨¢pidamente con la festiva concurrencia, entre la que abundaban sus fans femeninas. Dio una de mosqueo cuando tir¨® los trastos ante la cara del toro, que le mir¨® y Litri se raj¨® r¨¢pidamente hacia el burladero. Como castigo fulmin¨® al animal de un horrible bajonazo. El p¨²blico le regal¨® la primera oreja y el presidente la segunda.