Los caprichos del verano
Muchos negocios estivales han sufrido las consecuencias de una temporada at¨ªpica
Va siendo hora de hacer balance. El calor no quiso asomar en Madrid hasta el 9 de julio. Ahora, tratando de recuperar el tiempo perdido, el verano est¨¢ dispuesto a acabarse con unas temperaturas que para el mes de septiembre son las m¨¢s altas de los ¨²ltimos 60 a?os. Ha sido una temporada at¨ªpica que ha afectado a quienes montan su negocio en torno al est¨ªo. Muchos empresarios de temporada -heladeros y terrazas de verano, sobre todo- han salido malparados. No echan toda la culpa al tiempo, sino que responsabilizan tambi¨¦n al Ayuntamiento. Otros remontaron el mal comienzo y anuncian que no ha sido como para lanzar las campanas al vuelo, pero tampoco como para tocar a muerto.
La movida de las terrazas de verano se qued¨® este a?o en foto fija. Los concesionarios, que han formado recientemente un colectivo para defender sus intereses, tienen claro qui¨¦nes son los culpables: el mal tiempo y la normativa municipal. "La ordenanza manda cerrar los d¨ªas laborables a la una de la madrugada, y es justo a esa hora cuando comienza a animarse la clientela", declara Roberto Riber, portavoz de la agrupaci¨®n. "Reconocemos que el a?o pasado muchos se pasaron y causaron graves molestias a los vecinos, pero este verano la mayor¨ªa no ha sacado para cubrir gastos".Las exigencias del Ayuntamiento obligaron a inversiones que en algunos kioscos de la Castellana alcanzaron los 14 millones de pesetas, si bien es cierto que sigue siendo esta especial costa la que m¨¢s beneficios reporta. M¨¢s de 30 solicitudes se presentaron para algunos puestos de la Castellana. "Hay muchos casos en los que la instalaci¨®n de los servicios ha supuesto un desembolso de mill¨®n y medio de pesetas", se?ala a modo de ejemplo el portavoz de la asociaci¨®n y propietario de una terraza en la calle de Serrano. Ahora, con el objetivo de tapar p¨¦rdidas, se han dirigido al Ayuntamiento con una petici¨®n bien concreta: que se les permita, abrir en octubre.
Pero hay otras terrazas, las de los kioscos permanentes, que tambi¨¦n llevan un balance asfixiado en su libro de cuentas. "Los meses de abril, mayo y junio son los mejores para nosotros, porque a¨²n no han abierto las de temporada y porque la gente est¨¢ deseando pillar el buen tiempo para salir a tomarse algo en un parque o en un paseo", cuenta Jos¨¦ Recio, miembro de la comisi¨®n formada por estos kioscos para, defenderse frente a la Administraci¨®n local. Este centenar de peque?as empresas tiene planteada ahora su batalla en la defensa de la antig¨¹edad como criterio para el reparto de concesiones.
Tampoco los heladeros andan muy contentos ni con el tiempo ni con la autoridad. Ernesto Vandama, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vendedores de Helados y Refrescos en la V¨ªa P¨²blica, hace n¨²meros con los costes: " 110.000 pesetas de licencia municipal, 50.000 de electricidad, 25.000 de licencia fiscal... Total, que hemos invertido alrededor de 300.000 pesetas. No hemos tenido tiempo para recuperarnos". El permiso municipal lo tienen hasta el 31 de octubre, pero Vandama se queja de que en muchas juntas de distrito no dieron las licencias hasta la segunda quincena de mayo, con dos meses de retraso respecto de otros a?os. Apunta a la Junta de Moncloa como la m¨¢s conflictiva. El prop¨®sito actual de la asociaci¨®n es conseguir que las concesiones se hagan por un plazo de 10 a?os, y no de un solo a?o como hasta ahora.
Ernesto Vandama, que es tambi¨¦n vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vendedores de Casta?as y Frutos Secos, ya est¨¢ en conversaciones para que los negocios de invierno no sufran tales retrasos.
Pero entre todos los negocios asentados en Madrid, son los propietarios de La V¨ªa L¨¢ctea y del sex-shop Afrodita, locales que sufrieron incendios en el mes de agosto, quienes recordar¨¢n este verano como aut¨¦nticamente negro.
Las 61 piscinas municipales, tras un balance desastroso de los meses de mayo y junio, han salido finalmente a flote. Desde que abrieron a mediados de mayo hasta el 31 de agosto han registrado 2.115.000 entradas, s¨®lo un 4% menos que el a?o pasado, aunque estuvieron durante 40 d¨ªas vac¨ªas. "Hemos llegado a la conclusi¨®n", se?ala Mat¨ªas Rubio, gerente del Instituto Madrile?o de Deportes, "'de que hay un tipo de personas que veranea en Madrid. Gente, sobre todo, de barrios perif¨¦ricos, de Villaverde, Carabanchel, Hortaleza, Fuencarral".
Estas piscinas al aire libre cerrar¨¢n el lunes d¨ªa 19. "Aunque contin¨²e el buen tiempo, la entrada al colegio de los ni?os supone el fin del verano", apunta el gerente.
Tambi¨¦n el comercio de textil consigui¨® levantar la cabeza gracias a unas prolongadas rebajas. En vista de que no paraba de llover y nadie se compraba biquinis ni pantalones cortos, los descuentos se adelantaron unos d¨ªas y llegaron hasta el 60%. Galer¨ªas Preciados, que ten¨ªa previsto un incremento del 17% en las ventas por rebajas respecto al pasado a?o, lleg¨® a un aumento del 20% La moda no cambi¨® mucho. Este verano volvieron a llevarse los tejidos con rayas.
Aqu¨®polis, el parque acu¨¢tico situado en Villanueva de la Ca?ada, calcula que su clientela ha descendido en un 35% respecto al verano pasado. Su director, Evaristo G¨®mez, le echa m¨¢s culpa a "la falsa imagen de inseguridad que se ha difundido de este tipo de atracciones" que al clima. A finales de septiembre, fecha en que cerrar¨¢, el balance les dir¨¢ que han pasado por el parque 100.000 personas menos de las previstas.
El zool¨®gico de la Casa de Campo, con 200.000 entradas, se ha mantenido en los mismos niveles que en 1987. Lo cierto es que con la promoci¨®n del delfinario tambi¨¦n esperaban algunos miles de visitantes m¨¢s. A partir del 24 de septiembre su cierre se adelantar¨¢ de las 20.30 a las 19.00. El Parque de Atracciones ha vivido un verano muy bueno. Sin embargo, sus principales responsables se?alan que las p¨¦rdidas de mayo y junio son irrecuperables. La programaci¨®n de conciertos se extender¨¢ durante los pr¨®ximos fines de semana hasta octubre. Despu¨¦s, y por mucho que se alarguen las altas temperaturas, llegar¨¢n las casta?as y los cafetines. O los suced¨¢neos del verano: los rayos UVA y los zumos tropicales junto a un poster de las Bahamas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.