La revoluci¨®n de 1993

El 1 de enero de 1993 comenzar¨¢ una nueva era de la historia de Europa. En esa fecha desaparecer¨¢n las fronteras entre los doce Estados miembros de la Comunidad.Esto va a significar, por ejemplo, el que se pueda suscribir una p¨®liza de seguros en Amsterdam aunque el lugar de residencia sea la Barceloneta, o que un joven m¨¦dico escoc¨¦s ejerza en Italia.Tanto los dirigentes pol¨ªticos como los responsables profesionales de nuestra sociedad ya llevan tiempo estudiando la cuesti¨®n. Incluso la opini¨®n p¨²blica comienza a estar sensibilizada sobre este problema.

Para todos los Gobiernos afectados, se trata de un problema capital. Para que Francia tambi¨¦n pueda pasar su examen europeo, como en otras ocasiones, hay una receta simple: hay que conseguir un pa¨ªs fuerte.

Y ello significa tres cosas: una econom¨ªa ordenada, como punto de partida; empresas saneadas, libres tanto en la gesti¨®n como en las estrategias, en segundo lugar, y por ¨²ltimo, ciudadanos con ganas de luchar y vencer.

Todo ello exige esfuerzos, rigor y disciplina. La Francia de 1988 carece del tiempo y de los medios como para correr una aventura similar a aquella en la que se embarc¨® de 1981 a 1984.

, 12 de septiembre