Una fiebre que recorre Europa

Algunos pa¨ªses europeos, especialmente Reino Unido y Francia, comienzan a verse afectados por la fiebre gitana cuando todav¨ªa se encuentra en plena ebullici¨®n la m¨²sica africana. Al ¨¦xito del malin¨¦s Mory Kant¨¦ y su Yeke, Yeke, ha sucedido el de los gitanos franceses Gipsy Kings. La cantante yemenita Ofra Hazra se escucha incluso en Espa?a, siempre reacia a la aceptaci¨®n de nuevas tendencias, aunque su cercan¨ªa a las culturas ¨¢rabes y africanas podr¨ªa servir de puente privilegiado entre estas m¨²sicas y el mundo anglosaj¨®n. Pero mientras Londres baila m¨²sica Banghra, realizada por emigrantes del Punjab indio en Reino Unido, y Par¨ªs se interesa por el rai argelino, en Espa?a a la m¨²sica de ra¨ªz gitana le cuesta trabajo escapar de c¨ªrculos minoritarios y acceder a listas de ventas y medios de comunicaci¨®n.Hoy, Ketama es un grupo m¨¢s apreciado en Londres que en Madrid y la separaci¨®n art¨ªstica de los hermanos Amador, componentes de Pata Negra, ha impedido una carrera de proyecci¨®n internacional. Los ¨¦xitos de la m¨²sica de ra¨ªz flamenca en nuestro pa¨ªs conseguidos por Peret, Las Grecas y Los Chunguitos, se han trasladado fuera de nuestras fronteras y la fusi¨®n de m¨²sicas ¨¦tnicas -como la grabada en Madrid por Ketama y Toumani Diabat¨¦, korista de Mali- es una iniciativa que corre el peligro de pasar inadvertida.

El p¨²blico espa?ol se rinde ante Michael Jackson e ignora a Kiko Veneno. Llena los estadios con Bruce Springsteen mientras Javier Ruibal apenas act¨²a. Tras la colonizaci¨®n nuestras ra¨ªces musicales caminan hacia la vampirizaci¨®n ajena porque, corno afirma Jos¨¦ Soto, de Ketama, "morenitos y gitanos siempre hemos sufrido un tipo parecido de segregaci¨®n".