Coca¨ªna para la 'contra'
Pol¨ªticos bolivianos aseguran que la refiner¨ªa de Huanchaca sirve para financiar a los rebeldes nicarag¨¹enses
La mayor f¨¢brica de coca¨ªna localizada en Bolivia, cuyo descubrimiento cost¨® la vida a tres de los cuatro miembros de una expedici¨®n cient¨ªfica boliviano-espa?ola hace dos a?os, contin¨²a funcionando y su producci¨®n ser¨ªa una de las fuentes de financiamiento que tiene Estados Unidos para ayudar a la contra, seg¨²n declaraciones coincidentes de pol¨ªticos e intelectuales bolivianos. Se trata de las instalaciones encontradas en la sierra de Huanchaca en septiembre de 1986 por el cient¨ªfico Noel Kempff, su gu¨ªa y su piloto, que fueron abatidos por narcotraficantes despu¨¦s de que casualmente, al buscar una pista donde aterrizar, descubrieron una f¨¢brica de coca¨ªna, la m¨¢s grande encontrada hasta entonces.
El ¨²nico sobreviviente, que se salv¨® de milagro, fue el bi¨®logo espa?ol Vicente Castell¨®, enviado por la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana para realizar el inventario de especies, probablemente ¨²nicas, que se encuentran en las serran¨ªas de Caparuch, una especie de fuerte natural situado a unos 30 kil¨®metros de la frontera con Brasil.Uno de los hijos de Kempff, Francisco, en declaraciones a EL PA?S, ha confirmado que el mes pasado present¨® una denuncia ante las autoridades bolivianas acerca del funcionamiento de una nueva f¨¢brica de coca¨ªna en la misma serran¨ªa en la que ocurri¨® la tragedia, declarada ahora Parque Nacional Noel Kempff Mercado, y a?adi¨® que "nadie ha movido un dedo hasta ahora".
La denuncia ha permitido que una vieja sospecha, como es la presunci¨®n de que la f¨¢brica de coca¨ªna de Huanchaca serv¨ªa para la compra de armamentos para la contra nicarag¨¹ense, haya vuelto a la superficie dada la similitud de hechos en uno y otro caso.
Como vicerrector de la universidad y miembro del directorio del parque nacional, el ingeniero Francisco Kempff explic¨® que el pasado 23 de agosto, en forma verbal, y el d¨ªa 24, por escrito, denunci¨® la existencia de tal f¨¢brica tras recibir un informe de t¨¦cnicos del parque que, en sus trabajos de levantamiento y delimitaci¨®n, "descubrieron caminos, huellas de veh¨ªculos y acerc¨¢ndose con precauci¨®n al lugar encontraron 400 barriles", supuestamente de precursores (productos qu¨ªmicos que se utilizan en la elaboraci¨®n de la coca¨ªna). La ubicaci¨®n exacta de la f¨¢brica es 14? 13' latitud Sur, 60? 45' longitud Oeste, seg¨²n el informe.
Pasividad oficial
Pese a que el propio gobernador de Santa Cruz inform¨® de la denuncia al subsecretario de Defensa Social, Jorge Alderete, y a funcionarios de la DEA (Oficina Antinarc¨®ticos de Estados Unidos) no se ha registrado, hasta la fecha, ninguna acci¨®n policial sobre el lugar. La Oficina Antinarc¨®ticos de Santa Cruz desconoc¨ªa la existencia de la denuncia una semana despu¨¦s de formulada.El ingeniero Kempff dijo que funcionarios de la DEA "pidieron informaciones el jueves, el viernes y el lunes siguiente", pese a que el mismo martes tuvieron conocimiento de la denuncia, en una abierta actitud de negligencia y lenidad. Mientras en Santa Cruz se anunciaba la inminencia de una operaci¨®n en la zona, en La Paz las autoridades dec¨ªan que se estaba en un proceso de investigaci¨®n y que, seg¨²n los resultados de la misma, se pasar¨ªa a la acci¨®n.
Como sucedi¨® en 1986, el retraso del comienzo de las operaciones parece estar destinada a dar tiempo a los fabricantes de coca¨ªna a salir de la zona sin mayor problemas. Hace dos a?os, las tropas estadounidenses estacionadas en Trinidad, Beni, no pudieron recorrer 500 kil¨®metros en sus altamente equipados helic¨®pteros para llegar a Huanchaca, aduciendo la falta de combustible primero y, despu¨¦s, la falta de una bater¨ªa, am¨¦n del permiso espec¨ªfico que deb¨ªa dar el jefe del comando sur de Panam¨¢, que el fin de semana "jugaba al golf en el otro extremo del canal".
Esta falta de inter¨¦s o de agilidad en los servicios de inteligencia y en las unidades antinarc¨®ticos que se dieron entonces han llevado al ingeniero Kempff, al subsecretario Alderete y al diputado socialista Roger Cortez a considerar que la f¨¢brica de Huanchaca tiene, de alguna manera, protecci¨®n de poderosos grupos nacionales y extranjeros.
En una entrevista al subsecretario Alderete, difundida por el peri¨®dico Los tiempos de Cochabamba, el periodista Wilson Garc¨ªa recordaba el caso de "uno de los sobrese¨ªdos de Huanchaca que, en una reuni¨®n, se jactaba de haber recibido instrucci¨®n militar en Honduras bajo las ¨®rdenes de los comandantes de los contras". Aquello parece una evidencia de que Huanchaca estuvo, efectivamente, controlada por las mismas personas que protagonizaron el Irangate, es decir, hombres de la inteligencia norteamericana que hoy asesoran la lucha antinarc¨®ticos en Bolivia". "?Cree usted que eso es posible?", pregunta el periodista, a lo que el subsecretario Alderete responde: "Yo creo que es posible. El asunto de Huanchaca es todav¨ªa un asunto nebuloso, que tiene grandes interrogantes y una de ellas es el grado de participaci¨®n de los mecanismos de inteligencia externa. Cuando se produjo lo de Huanchaca [el asesinato de Kempff y sus acompa?antes], se encontr¨® a los mecanismos de Estado en completo reposo", y la lucha estaba ya declarada.
Complicidades
La excusa de que no se movilizaron oportunamente por falta de una bater¨ªa es una historia "que nadie ha cre¨ªdo en este pa¨ªs. Entonces, todos suponemos que ha habido un apa?o, hay personas que han tapado la cosa precisamente para que pueda llegarse cuando ya no hab¨ªa nada", explic¨® Alderete.El subsecretario Alderete considera que, si no hubiera un cierto tipo de protecci¨®n de los "propios mecanismos del Estado norteamericano al negocio de la droga", se habr¨ªa cortado ya, con el uso de su inmenso poder¨ªo tecnol¨®gico, el ingreso de grandes cantidades de droga para sus 22 millones de cocain¨®manos.
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