Los candidatos suecos optan por una campa?a de contacto personal

Sin grandes concentraciones, m¨¢s bien en un mano a mano con peque?os grupos de electores, los candidatos suecos se prodigan en incursiones al interior del pa¨ªs y por calles y plazas de Estocolmo en procura de definir a su favor a una ciudadan¨ªa poco entusiasta. La indecisi¨®n responde en gran medida al escepticismo respecto de una clase pol¨ªtica que ve disminuida su credibilidad.Esto es particularmente notable entre los aproximadamente 300.000 j¨®venes que har¨¢n uso por primera vez este a?o de su derecho al voto. Muchos declaran no saber a qui¨¦n votar y otros simplemente anuncian su disposici¨®n a renunciar a ese derecho. Se prev¨¦, en consecuencia, que el porcentaje de abstenciones y votos en blanco ser¨¢ elevado y no solamente entre los j¨®venes.

De alguna manera el tono de la campa?a, centrado en buena parte en la denuncia de esc¨¢ndalos, reales a veces, sobredimensionados otras, m¨¢s que los problemas reales del pa¨ªs, refleja ese clima. El gobernante Partido Socialdem¨®crata ha sido el blanco principal de una campa?a que alcanz¨® su culminaci¨®n con la muestra del filme sobre las exportaciones ilegales de armas de la empresa Bofors, en un claro intento de influir en el electorado. A partir de entonces hubo un acuerdo t¨¢cito de centrar el debate en los problemas en juego en la elecci¨®n. Pero la pol¨ªtica exterior, la neutralidad, el ingreso de Suecia en la CE, que son los que marcar¨¢n el rumbo en, los pr¨®ximos a?os, no han tenido la atenci¨®n adecuada.