El gui¨®n desnudo
El gui¨®n es la osamenta de la industria cinematogr¨¢fica y si se descalcifica los proyectos m¨¢s poderosos se desvanecen. Almod¨®var, ebrio de ¨¦xito y en un ataque de corporativismo, atribuy¨® a sus actores en declaraciones de urgencia su premio veneciano al mejor argumento. Los guionistas de culo en silla y papeleras desbordantes se sobresaltaron entonces ante una posible resurrecci¨®n de Stanislawsky en el distrito de Malasa?a. Que no cunda el p¨¢nico.El Festival donostiarra incorpor¨® el lunes una demostraci¨®n pr¨¢ctica de an¨¢lisis f¨ªlmico y de estructura del relato en im¨¢genes a cargo del Instituto Flamenco de media (FEMI).
Se esperaba al padre del proyecto, Frank Daniel, director de la Escuela de Cine de Praga en los sesenta y ahora decano de la Escuela de Cine y Televisi¨®n de la universidad de California, adem¨¢s de fundador del Instituto Cinematogr¨¢fico de Am¨¦rica. Pero fue su hijo, Martin Daniel, quien desarroll¨® la c¨¢tedra a trav¨¦s de un cl¨¢sico de Hitchcock, V¨¦rtigo, interrumpiendo la cinta para subrayar los distintos tiempos de exposici¨®n, enredo y resoluci¨®n; definir los ocho bloques con fundido a negro hijos de la tradici¨®n t¨¦cnica que obligaba al operador a cambiar ocho veces de rollo en los inicios del cine, y mostrar los trucos del cl¨ªmax, ritmo descendente y gr¨¢ficos de culminaci¨®n seg¨²n se quiera elaborar tragedia, comedia o g¨¦neros mixtos. Fue una interesante lecci¨®n de anatom¨ªa narrativa que no debe interpretarse como univocidad de criterio: FEMI acepta toda suerte de estilos e innovaciones en los esbozos o infraestructuras de pel¨ªculas que deben presentar los aspirantes a alumnos.
Cel¨¦rica academia
Ingresar en esta cel¨¦rica academia, itinerante a lo ancho del mundo, que en diciembre funcionar¨¢ en Barcelona y el a?o pr¨®ximo en Euskadi, financiada por el Gobierno vasco para 40 alumnos, supone superar una re?id¨ªsima y exigente preselecci¨®n antes de acceder a la segunda fase, en la que cada secuencia es discutida y perfeccionada en grupo.
FEMI requiere de sus cursillistas que hablen correctamente ingl¨¦s, cuesta 90.000 pesetas los diez d¨ªas que dura el seminario y ofrece preferencia de inscripci¨®n a personas previamente relacionadas con el cine.
Cierto que hay abundantes libros y manuales, como el de W.H. Clarence, para devotos de la trama convencional. Pero FEMI oferta la encarnaci¨®n progresiva y casi rob¨®tica de una historia con el fin concreto de hipnotizar al p¨²blico, de seducirle, de engancharle.
La gran inc¨®gnita es si FEMI, dados sus or¨ªgenes, no constituye un topo de Hollywood en B¨¦lgica y, por consiguiente, en las delicadas carnes de Europa. Y no faltan esc¨¦pticos que resumen el secreto del gui¨®n cinematogr¨¢fico, e incluso telef¨ªlmico, en tres palabras: papel y l¨¢piz.
Babelia
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