Los espa?oles contin¨²an expresando serios reparos ante los comportamientos homosexuales
Recientemente se hizo la siguiente pregunta a un grupo de participantes en un debate p¨²blico: "?Eres partidario de matar a los farmac¨¦uticos y a los homosexuales?". Inmediatamente se produjo una respuesta que a su vez era una pregunta: "A los farmac¨¦uticos, ?por qu¨¦?". Este ejemplo es citado por elsoci¨®logo Jes¨²s Ib¨¢?ez como muestra de que las actitudes profundas negativas de los espa?oles respecto a la homosexualidad no han cambiado. Seg¨²n encuestas y opiniones de especialistas, la mayor parte de los espa?oles contin¨²a expresando serios reparos ante los comportamientos homosexuales. Son tolerantes en privado e intransigentes en p¨²blico.
Las ¨²ltimas encuestas del organismo oficial Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) sobre Sexualidad y vida en pareja, que ser¨¢n publicadas pr¨®ximamente, se?alan que la mitad de los espa?oles considera "'condenable" la homosexualidad, tanto entre hombres como entre mujeres, mientras que el 28% se muestra indiferente y s¨®lo el 16% la juzga aceptable.Dada la inexistencia de datos procedentes de encuestas fiables anteriores a este estudio es dificil establecer una comparaci¨®n y se?alar la evoluci¨®n o regresi¨®n de las actitudes ante este y otros comportamientos sexuales. Los expertos acuden, por ello, para analizar con urgencia estos datos, a sus conocimientos y experiencias y en otros casos a sus intuiciones.
Jos¨¦ Ram¨®n Montero, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica y subdirector de investigaci¨®n del CIS, dice que hay que entender de forma relativa el t¨¦rmino condenable "debido, entre otras cosas, a la importancia que todav¨ªa se le da a la familia en Espa?a. Montero cree que se ha producido un avance hacia un estado de mayor permisividad. "Esto era impensable hace 15 o¨ª 20 a?os", se?ala. "El crecimiento econ¨®mico y la falta progresiva de asidero religioso de estas actitudes son algunos de los procesos paralelos que han ayudado a la nueva mentalidad m¨¢s liberalizada".
Esta evoluci¨®n favorable recibe matizaciones por parte de Pilar P¨¦rez, ginec¨®loga y sex¨®loga. "Se ha evolucionado m¨¢s en las ideas, el pensamiento y el habla que en las actitudes referidas a la homosexualidad, perversiones y ciertos juegos. La gente dice que le parece muy bien la homosexualidad, pero si se entera de que un amigo suyo es homosexual se echa para atr¨¢s en sus relaciones con ¨¦l. No obstante, se ha producido un gran cambio de actitudes desde los a?os setenta. La religi¨®n ha pesado y pesa mucho en este pa¨ªs, aunque muchos cat¨®licos se est¨¢n liberando en materia de pr¨¢cticas y actitudes sexuales". Armand de Fluvia, fundador del Front d'Alliberament Gay de Catalunya, admite que se ha dado un progreso en el cambio de actitudes, "aunque siempre hay dos pasos hacia adelante y uno hacia atr¨¢s".
"Mi impresi¨®n es que ha mejorado la situaci¨®n, aunque hay ribetes de involuci¨®n, pero falta todav¨ªa mucho por ganar", a?ade; "por ejemplo, que los homosexuales dejen de ocultar su condici¨®n y que se acaben las discriminaciones de tipo legal a pesar de que han desaparecido las referencias en el C¨®digo Penal y en el C¨®digo de Justicia Militar".
"Los resultados de este estudio demuestran que estamos en una sociedad muy cerrada hacia comportamientos homosexuales", dice Empar Pineda, miembro del Colectivo de Feministas Lesbianas de Madrid y miembro tambi¨¦n de la Comisi¨®n pro Aborto. "Si estas cifras son ciertas", a?ade, "exigen de los poderes p¨²blicos tomar medidas de informaci¨®n, para que se explique de manera m¨¢s objetiva la homosexualidad". Al igual que los dem¨¢s consultados, Empar Pineda no cree que la expansi¨®n del s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) haya actuado, al menos en Espa?a, como un factor negativo en el desarrollo de estas actitudes, "a pesar de que los conservadores est¨¢n intentando hacer su agosto al amparo del SIDA".
"La liberalizaci¨®n de los a?os sesenta ha contribuido a que ahora se tolere la homosexualidad", dice el escritor Luis Racionero, a quien le parece muy positivo que s¨®lo sea el 50% de los espa?oles quienes condenen la homosexualidad, "cuando la postura tradicional seguro que se ha mantenido en un 90%". En esta misma l¨ªnea se ha pronunciado el soci¨®logo Jes¨²s Ib¨¢?ez, para quien "es casi seguro que rechazan la homosexualidad m¨¢s del 50%, porque hay actitudes tradicionales dif¨ªciles de erradicar. El espa?ol, por ejemplo, para insultar a alguien le llama todav¨ªa puta, maric¨®n o cabr¨®n".
"Lo que ahora se perfila en torno a la homosexualidad es permisividad y tolerancia, pero hay que llegar a que no se plantee como problema", a?ade Ib¨¢?ez, "y esta mayor tolerancia en lo sexual es coherente en ¨²ltimo t¨¦rmino con la l¨®gica del capitalismo actual: lo que da poder social ya no es tanto la familia sino la multinacional en la que trabajas o el partido en el que militas".
Ideas religiosas
La influencia de las ideas religiosas ha sido citada por algunos expertos como causa de la fuerte oposici¨®n a la homosexualidad. El te¨®logo Enrique Miret Magdalena cree que no es tan grande esta influencia, puesto que "incluso la influencia del catolicismo r¨ªgido y conservador es cada vez menor". "Desde el punto de vista del cat¨®lico, no se trata tanto de condenar esta situaci¨®n sino de plantearse por qu¨¦ existe este porcentaje tan alto. Este problema no puede resolverse s¨®lo con una receta moral".
Para el fiscal Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn, presidente de la Asociaci¨®n pro Derechos Humanos, es muy positivo el cambio conceptual que se ha producido entre los distintos grupos sociales. "Cada vez son menos los que consideran la homosexualidad como una lacra, una enfermedad o como un factor degenerativo, y esto coincide con una postura de mayor comprensi¨®n y menor dramatismo".
S¨®lo el 10% se atreve a decirlo
Algunos estudios presentan una realidad distinta a la que reflejan las encuestas de actitudes. De acuerdo con los an¨¢lisis disponibles el 10% de la poblaci¨®n es homosexual declarado. Este porcentaje sirve para Espa?a.Seg¨²n baremos publicados por el bi¨®logo y soci¨®logo norteamericano Alfred Kinsey en los a?os cuarenta, entre el 4% y el 6% de la poblaci¨®n situada en lo que pod¨ªa considerarse como cultura judeocristiana, tanto en Estados Unidos como en Europa, era exclusivamente homosexual, y un 10% lo era en los pa¨ªses m¨¢s c¨¢lidos. El mismo estudio reflejaba que el 30% de la poblaci¨®n hab¨ªa practicado la homosexualidad de forma satisfactoria con distinta frecuencia. Cuarenta a?os m¨¢s tarde, las pr¨¢cticas homosexuales parecen haberse duplicado.
Los estudios referidos a Espa?a no han sido hasta ahora demasiado s¨®lidos. En 1975, la Universidad Aut¨®noma de Barcelona public¨® los resultados de una encuesta sobre la sexualidad que reflejaba que el 10% de los encuestados practicaba la homosexualidad. Otro estudio m¨¢s reciente sobre Imagen social de la homosexualidad en Espa?a, promovido en 1985 por la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos, recog¨ªa que la homosexualidad era un derecho fundamental de la persona para el 67% de los encuestados, pero descend¨ªa este porcentaje hasta un 33% cuando se trataba de aceptar tener un hijo homosexual.
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