Un vuelo para llevar a mam¨¢

"Es el vuelo para llevar a la madre", afirma el director de lanzamiento del Discovery, Gene Thomas, explicando que debido a las precauciones tomadas no ha habido ni habr¨¢ en el futuro un vuelo del Shuttle m¨¢s seguro. Pero por si acaso algo falla, por primera vez en la historia del transbordador espacial los astronautas tendr¨¢n un sistema de escape de la nave, aunque no servir¨ªa para salvarse de una explosi¨®n al comenzar el vuelo.Es, un sencillo sistema para escapar del transbordador cuando ¨¦ste est¨¢ ascendiendo y a¨²n no ha dejado la atm¨®sfera terrestre. Est¨¢ previsto para dar una oportunidad a los astronautas, que hasta ahora no contaban ni siquiera con paraca¨ªdas para enfrentarse a la p¨¦rdida de dos o los tres motores durante el lanzamiento. Se trata en realidad de algo tan sencillo como una barra de deslizamiento de bomberos En caso de emergencia saltar¨ªa un portillo en el lado izquierdo del transbordador, extendi¨¦ndose una barra telesc¨®pica a la que los tripulantes enganchar¨ªan sus paraca¨ªdas, lanz¨¢ndose al exterior. La barra impedir¨ªa que chocaran con las alas del Shuffle.

Esta operaci¨®n ocurrir¨ªa a una altura de entre 7,000 y 13.000 metros, cuando los cohetes propulsores y el tanque de combustible ya han ca¨ªdo al mar dejando sola a la nave. Y es necesario que el transbordador est¨¦ en un planeo controlado. Los astronautas descender¨ªan en paraca¨ªdas amerizando. Este sistema artesanal de escape los obliga por primera vez a llevar unos engorrosos trajes semipresurizados.

Pesan bastante porque llevan reservas de ox¨ªgeno, los paraca¨ªdas pegados, balsas neum¨¢ticas y equipos de supervivencia. Son tambi¨¦n una novedad- de color naranja, para facilitar su localizaci¨®n. El sistema, que ha costado 75 millones de d¨®lares, s¨®lo ser¨ªa activado si el piloto del transbordador piensa que no puede volver a la pista del centro espacial Kennedy planeando. El piloto del Discovery ha dicho que preferir¨ªa intentar esta maniobra antes de abandonar con paraca¨ªdas la nave. Si el comandante opta por el salto al vac¨ªo, el transbordador podr¨ªa ser abandonado por sus cinco tripulantes en dos minutos, antes de alcanzar los 3.000 metros de altura.