El Gobierno reorienta el gasto p¨²blico para atender la demanda de servicios e infraestructuras

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1989, enviado ayer por el Gobierno al Congreso de Diputados y que ser¨¢ presentado hoy en conferencia de Prensa por el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, acomete una reorientaci¨®n del gasto p¨²blico para atender la demanda de servicios sociales y dotar a la econom¨ªa de mayor competitividad en el horizonte de 1992. Los gastos del Estado, que elevar¨¢ sus inversiones reales un 39,6%, aumentar¨¢n otra vez a tasas muy superiores a la suma de la inflaci¨®n y del crecimiento econ¨®mico; el incremento de los gastos sobre los presupuestos de 1988 ser¨¢ del 19,5% o del 14,8%, seg¨²n se consideren o no los gastos financieros. El avance de los ingresos ser¨¢ superior -hasta 19,7% sobre las cifras iniciales de 1988-, para poder tambi¨¦n reducir el, d¨¦ficit p¨²blico.Al depositar simb¨®licamente en el Congreso de Diputados un juego de la documentaci¨®n que utilizar¨¢n los parlamentarios para debatir el proyecto de ley en los pr¨®ximos tres meses, Carlos Solchaga se limit¨® a decir que estos Presupuestos representan la continuidad en la l¨ªnea de los ¨²ltimos a?os y en el el esp¨ªritu de la pol¨ªtica econ¨®mica desarrollada por los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez. El ministro de Econom¨ªa, cuyo departamento no reparti¨® ayer a los diputados los gruesos tomos del proyecto para evitar filtraciones period¨ªsticas, dijo tambi¨¦n que este a?o el Ejecutivo explicar¨¢ en un tomo aparte el cierre del caso Rumasa en materia presupuestaria.

Doble continuidad

El proyecto de presupuestos firma la l¨ªnea de continuidad a la que se refiri¨® Solchaga, al menos en un doble sentido. En primer lugar, prev¨¦ otra vez para los gastos, y en mayor medida para los ingresos, un ritmo de crecimiento mayor que el supuesto para la actividad econ¨®mica nominal, como ha ocurrido en los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, la continuidad resalta en que el Gobierno ha optado por mantener para 1989, con escasas variaciones dirigidas a potenciar la recaudaci¨®n -rebaja neta de deducciones fiscales a las empresas, ligeras subidas de varios tipos en el IRPF y en el IVA, as¨ª como aumentos generalizados para el tabaco y el alcohol-, el entramado de normas tributar¨ªas que permitir¨¢n en 1988 ingresar al Estado cerca de 500.000 millones m¨¢s de los presupuestados, despu¨¦s del exceso de 750.000 millones registrado en 1987.

Por el aumento de los gastos -un 19,7% para el Estado sobre los presupuestos de 1988 y un 11,5% para la Seguridad Social-, el Estado aumentar¨¢ su peso sobre el producto interior bruto (PIB) en 0,8 puntos (hasta el 23,5%). Sin embargo, el Gobierno dice que aqu¨¦l s¨®lo aumentar¨¢ realmente en 0,3 puntos, porque los gastos finales de 1988 ser¨¢n un 3,2% superiores a los presupuestados, lo que se confirmar¨ªa si en 1989 no volviera a registrarse otra desviaci¨®n al alza, habitual en los ¨²ltimos a?os. Pero con los organismos aut¨®nomos y la Seguridad Social, y si se considera la globalidad de los gastos -incluidos los financieros-, el avance ser¨¢ desde el 36,4%. al 38,8% del PIB.

Igualmente, el aumento presupuestado en la presi¨®n fiscal asciende a 1,5 pesetas por cada 100 de valor a?adido que genere el a?o pr¨®ximo la econom¨ªa, si se consideran todos los ingresos (hasta el 20,7% del PIB), o de 1,7 pesetas si s¨®lo se consideran los ingresos procedentes de impuestos directos e indirectos (hasta el 18,4% del PIB). Sin embargo, el proyecto, continuista tambi¨¦n respecto a la nueva l¨ªnea iniciada en 1988 de atender mejor los servicios p¨²blicos (educaci¨®n, justicia y sanidad), abre una nueva etapa al incrementar la inversi¨®n p¨²blica en tasas sin precedentes en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, con el fin de mejorar las infraestructuras a trav¨¦s de las fuertes elevaciones de obras p¨²blicas, transportes y comunicaciones.

Esto ¨²ltimo supone el inicio de una reordenaci¨®n del gasto para la que se fija como horizonte 1992 y durante la cual los esfuerzos en infrastructuras, educaci¨®n, sanidad y justicia, as¨ª como en pensiones, ser¨¢n compensados por recortes en ¨¢reas como la protecci¨®n al paro, los intereses de la deuda p¨²blica y la pol¨ªtica industrial.

Los ministerios para los que el Gobierno propone mayores incrementos relativos de gastos no financieros -hecha la salvedad de que en sanidad y consumo aparecen por primera vez los 1,3 billones del Instituto Nacional de la Salud- son precisamente el de Obras P¨²blicas (58%), Trans portes, Turismo y Comunicacio nes (23%) y Educaci¨®n y Ciencia (20,2%), junto con el de Econo m¨ªa y Hacienda. El total presu puestado para el Estado ascien de a 9,9 billones de pesetas, un 14,8% m¨¢s que en 1988, aunque con la variaci¨®n de pasivos finan cieros alcanza los 10,6 billones y el 19,5% de incremento. Si se su man la Seguridad Social -con un incremento del 11,5%- y los organismos aut¨®nomos, los presupuestos de las administraciones centrales son de 16,18 billones de pesetas, un 14,1 % m¨¢s que en 1988.