El cine espa?ol se viste de europeo
Desciende el n¨²mero de pel¨ªculas, pero aumenta la cifra de espectadores
Pedro Almod¨®var acaba de obtener un importante premio en el festival de Venecia con Mujeres al borde de un ataque de nervios. Gonzalo Su¨¢rez y Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n estrenan sus ¨²ltimos trabajos, Remando al viento y Malaventura, en Londres y Par¨ªs. En Espa?a ha aumentado en un mill¨®n el n¨²mero de espectadores que prefieren ver cine nacional, a la vez que el n¨²mero de rodajes anuales se ha establecido en torno a las 50 pel¨ªculas. Todos ellos son datos que esbozan una buena situaci¨®n del cine espa?ol, aunque hay sectores que reclaman una mayor actuaci¨®n de la Administraci¨®n.
Desde que en 1983 entrara en vigor el famoso decreto Mir¨® sobre protecci¨®n al cine espa?ol, la situaci¨®n de la industria ha variado sustancialmente. Aunque hasta entonces se sobrepasaba el centenar de producciones anuales y actualmente se filmen alrededor de 50 pel¨ªculas, lo cierto es que ha aumentado en un 10% el n¨²mero de espectadores que va a las salas de proyecci¨®n y que la cinematograf¨ªa espa?ola ha recuperado un mill¨®n de espectadores anuales respecto a la temporada anterior. Frente a estos datos optimistas, persisten males end¨¦micos en la industria cinematogr¨¢fica espa?ola, tales como el casi inexistente control de taquilla o las escasas posibilidades de exhibici¨®n que tienen las pel¨ªculas.En el reciente Festival de San Sebasti¨¢n, el ministro de cultura, Jorge Sempr¨²n, asegur¨® que iba a tomar medidas que mejoraran la exhibici¨®n y distribuci¨®n y que consideraba que la creaci¨®n y producci¨®n hab¨ªan mejorado gracias a la pol¨ªtica cinematogr¨¢fica seguida hasta el momento.
Pero entre tanto llegan esas medidas, se decidan y se den a conocer, el cine espa?ol tiene que replantearse el actual sistema de subvenciones debido a un requerimiento de la Comunidad Europea y a la propia decisi¨®n del Ministerio de Cultura, seg¨²n asegura Fernando M¨¦ndez Leite, director del Instituto de Cinematograf¨ªa y de las Artes Audiovisuales (ICAA). "El requerimiento de la CE, explica M¨¦ndez Leite, "era para que arbitr¨¢ramos medidas que controlaran la acumulaci¨®n de subvenciones, de forma que un proyecto no se ponga en marcha con todo el presupuesto cubierto a base de diferentes ayudas, tal como ha ocurrido en alg¨²n caso aislado".
El problema central que tendr¨¢n que resolver est¨¢, seg¨²n M¨¦ndez Leite, en evitar la acumulaci¨®n de ayudas que se acumulan por la subvenci¨®n inmediata que se genera cuando una pel¨ªcula obtiene beneficios y que alcanza el 65% de lo recaudado en taquilla. "Estamos llegando a una situaci¨®n en la que, si una pel¨ªcula es muy taquillera, su productor puede llegar a sacar beneficios suficientes para cubrir el gasto de dos nuevos proyectos. Esto hace que el fondo de 2.500 millones del que disponemos para ayudas sea cada vez m¨¢s escaso y que los que hacen pel¨ªculas de ¨¦xito sean los que repitan. Esto no es malo en s¨ª, pero hay que dar oportunidades al mayor n¨²mero de pel¨ªculas que sea posible".
Al margen de estas modificaciones, que no ser¨¢n dadas a conocer hasta enero o febrero del pr¨®ximo a?o, M¨¦ndez Leite adelanta que para la plena incorporaci¨®n a Europa, el ICAA va a incentivar la producci¨®n privada por medio de ayudas de planes de producci¨®n que, en un plazo medio de dos a?os, engloben cinco o seis pel¨ªculas. "Tenemos que hacer una pol¨ªtica cultural cinematogr¨¢fica del Gobierno que pase por la televisi¨®n p¨²blica, porque la coordinaci¨®n con TVE es fundamental y, a largo plazo, tenemos que hacer una ley del audiovisual en la que se contemplen todas las posibilidades de exhibici¨®n".
A lo largo de los ¨²ltimos cinco a?os, el cine espa?ol ha variado sustancialmente en cuanto a contenido y forma de las realizaciones. El reciente Festival de Cine de San Sebasti¨¢n ha sido, en este sentido, un aut¨¦ntico escaparate ilustrativo, ya que all¨ª se han podido ver desde adaptaciones literarias (El aire de un crimen, de Isasi-Isasmendi), recreaciones propias (Remando al viento, de Gonzalo Su¨¢rez) o retratos de las situaciones espa?olas m¨¢s recientes (Ander eta Yul, de Ana D¨ªez). Tambi¨¦n por primera vez se han podido ver pel¨ªculas espa?olas rodadas en ingl¨¦s, euskera o catal¨¢n.
Si ha habido unos a?os en los que las adaptaciones literarias parec¨ªan ser las preferidas de los directores, en estos momentos los gustos del p¨²blico parecen ser bastante amplios, como lo demuestra la lista de las 10 pel¨ªculas m¨¢s vistas la pasada temporada y que, encabezada por El Lute, camina o revienta, de Vicente Aranda, contiene t¨ªtulos tan dispares como Sufre, mam¨®n, de Manuel Summers; La vida alegre, de Fernando Colomo; Moros y cristianos, de Luis G. Berlanga; La ley del deseo, de Pedro Almod¨®var; El bosque animado, de Jos¨¦ Luis Cuerda, o S¨¦ infiel y no mires con qui¨¦n, de Fernando Trueba.
S¨®lo ventajas
Este ¨²ltimo director, responsable de filmes tan taquilleros como ?pera prima o Sal gorda, contempla con gran optimismo la plena incorporaci¨®n del cine espa?ol a la CE. "S¨®lo veo ventajas porque podr¨¢ haber un interesante intercambio t¨¦cnico y art¨ªstico. Creo que hay que conseguir sistemas de coproducci¨®n financiera con todos los pa¨ªses europeos. Nos vamos a beneficiar todos y me consta que, por ejemplo, los franceses creen que Espa?a tiene aportaciones muy importantes que hacer".
Trueba no cree que haya que variar el actual sistema de subvenci¨®n anticipada y asegura que "en esto nos est¨¢n copiando otros pa¨ªses". En el mismo sentido se manifiesta Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, uno de los directores espa?oles m¨¢s conocidos en Europa. "Parad¨®jicamente, est¨¢n intentando calcar este sistema. Para el cine espa?ol el europeo no es competencia. Las transformaciones pueden estar en que se hagan pel¨ªculas con versiones multiling¨¹es y que los filmes se vendan despu¨¦s por para zonas en las que haya un idioma com¨²n. Lo que creo que es m¨¢s importante es la creaci¨®n de oficinas abiertas permanentemente para vender el cine espa?ol en el extranjero y que en Espa?a se creen cines municipales".
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