Trinidad Sevillano, una bailarina excepcional
Hac¨ªa mucho tiempo que no se ve¨ªa en Madrid una bailarina cl¨¢sica tan excepcional como Trinidad Sevillano. Su maduraci¨®n art¨ªstica desde que en 1985 se convirti¨® en la joven estrella del London Festival Ballet ha sido espectacular.Siempre tuvo gran clanidad de movimiento y fuerza en las piernas, pero ahora ha desarrollado la flexibilidad de torso y de toda la parte superior del cuerpo que, junto con una capacidad crecida para controlar el flujo de la intensidad de su movimiento, le permiten apropiarse totalmente del espacio e iluminar cada paso con la expresi¨®n justa. De ah¨ª la tan celebrada frescura de su baile, consecuencia directa de su dominio t¨¦cnico, que tiene tan poco que ver con la pura mec¨¢nica como con la ret¨®rica de la expres¨ª¨®n a la que bailarines menos fuertes se ven obligados a recurrir.
Ballet Nacional de Caracas
Nuestros valses (Nebrada/Carre?o y Delgado Palacios), Apollo (Balanchine/ Straviriski), Corsario (Petipa/Drigo) y P¨¢jaro de fuego (Nebrada/Stravinski). Direcci¨®n art¨ªstica: Vicente Nebrada. Festival de Oto?o de Madrid. Teatro Alb¨¦niz, domingo 2 de octubre de 1988.
Comenz¨® su gran diagonal del Corsario escanciando los bell¨ªsimos giros al attitude a un tiempo desmayado, que parec¨ªa impolible -y efectivamente se demostr¨® que lo era: una ilustraci¨®n palpable de que no es posible bailar seriamente con m¨²sica. enlatada.
Un director en el foso le hubiera permitido terminar su diagonal tan brillantemente como la enipez¨®. Aun as¨ª fue una maravilla atisbar su esplendor y se hace cada vez m¨¢s urgente que de alguna manera la Sevillano pueda bailar aqu¨ª sus grandes papeles cl¨¢sicos en un plazo razonable.
Bailar¨ªn de estilo
El resto del prograrna permiti¨® al p¨²blico de Madrid disfrutar de un B alanchine ¨¢?ej o -el Apollo y las musas, de 1928, pieza clave en el desarrollo de su caracter¨ªstico estilo- bien interpretado por Koen Onzia, quien aqu¨ª y en el Corsario demostr¨® ser un bailar¨ªn de gran estilo que t¨¦cnicamente tiene a¨²n que desarrollarse, y de la versi¨®n de Nebrada de El p¨¢jaro de fuego, de Stravinski, donde, corno en su Nuestros valses, que abri¨® programa de la velada, Nebrada despliega gran soltura coreogr¨¢fica.
Nuestros valses es una especie de Dances at a gathering con fuerte sabor latino, hecho a la medida de unos bailarines que conoce y presenta en su mejor luz. La compa?¨ªa, joven y perif¨¦rica, ha dejado una excelente impresi¨®n en Madrid.
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