Depende
Aparte de la prepotencia y de una sorprendente unanimidad en ser rubios, altos en prote¨ªnas y bajos en delicadeza, el hecho fundamental que a lo largo de esta semana ha diferenciado a los partidarios del si de los del no en Chile es que, m¨¢s all¨¢ del d¨ªa de hoy, los primeros segu¨ªan haciendo planes. Para los votantes del no, en cambio, este 5 de octubre es la culminaci¨®n de un per¨ªodo en el que, en lo personal, parece que se detuvo hasta el aire y que s¨®lo podr¨¢n reanudar sus proyectos cuando se conozcan los resultados y, a continuaci¨®n, el resultado de los resultados. Es decir, de qu¨¦ forma el dictador va a querer cerrar la caja de Pandora que abri¨® en un momento de brillante estupidez prolongativa.Durante este mesecito y pico de primavera electoral chilena, la respuesta de la gente del no a preguntas que iban m¨¢s all¨¢ del d¨ªa 5 era siempre la misma: depende. Podremos o no arreglar la beca de los chicos: depende. Me comprar¨¦ en dos plazos esa falda que vi en liquidaci¨®n: depende. Nos seguiremos queriendo as¨ª: depende. Alcanzar¨¢ la leche en polvo para que los 400 ni?os del programa tomen su vasito en domingo: depende. Volveremos a vernos: depende.
As¨ª que hoy, m¨¢s que una votaci¨®n, lo que se hace es exhalar un profundo suspiro colectivo. El pueblo chileno, que llega a la meta final del plebiscito arrastrando un fardo abrumador de oprobios, no est¨¢ exhausto porque aqu¨ª la gente, m¨¢s que valiente de sprint, es valerosa de fondo.
Y hoy levantan el tel¨®n sobre lo que va a ser el ma?ana. Con las calles tomadas por los uniformados, que extienden una vez m¨¢s su perversa protecci¨®n. Separados los hombres de las mujeres, como si votar fuera un acto obsceno que conduce al libertinaje y no a la libertad. Corriendo de un lugar a otro para vigilar el' desarrollo de los recuentos. Con un apasionado deseo de democracia que trasciende las trampas del plebiscito y su resultado.
Estar con ellos hoy, aqu¨ª, en Chile, es m¨¢s que un privilegio: es una lecci¨®n hist¨®rica.
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