La dif¨ªcil estabilidad de Pakist¨¢n
Sindis y 'mohajirs' se enfrentan en un misterioso fogonazo de violencia que hace peligrar las elecciones
Una calma tensa envuelve la sure?a provincia de Sind tras los enfrentamientos de estos d¨ªas entre sindis y mohajirs (extranjeros), que han provocado m¨¢s de 300 muertos y centenares de heridos. Karachi e Hyderabad, las principales ciudades de la provincia, contin¨²an bajo el toque de queda mientras la polic¨ªa busca infructuosamente a los misteriosos tiradores enmascarados que abrieron fuego indiscriminadamente contra mohajirs en la noche del viernes al s¨¢bado causando el estallido de violencia.
En este delicado momento pol¨ªtico de Pakist¨¢n, que por primera vez desde 1975, se dispone a celebrar, el 16 de noviembre pr¨®ximo, elecciones generales libres, este ba?o de sangre se presenta particularmente peligroso. Tanto desde el Gobierno como desde la oposici¨®n han aparecido acusaciones de que tras los enmascarados se esconden elementos que pretenden interrumpir el proceso democratizador del pa¨ªs.Para el Gobierno se trata de enemigos de Pakist¨¢n". Este t¨¦rmino est¨¢ reservado a India, Afganist¨¢n y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Seg¨²n el general Aslam Beg, jefe del Alto Estado Mayor del Ej¨¦rcito y el mismo un mohajir, los hechos son una "conspiraci¨®n siniestra con el fin de desestabilizar el pa¨ªs". Para la oposici¨®n, los enmascarados son "seguidores incondicionales" del fallecido presidente Mohamed Zia Ul Haq que pretenden impedir la celebraci¨®n de unas elecciones con partidos pol¨ªticos que su l¨ªder no quer¨ªa.
A mes y medio de la muerte de Zia al estallar el avi¨®n en que viajaba, junto con los m¨¢s altos mandos del Ej¨¦rcito, siguen sin hacerse p¨²blicas las investigaciones sobre la cat¨¢strofe, aunque existe el convencimiento de que el accidente fue provocado por la acci¨®n de alg¨²n grupo interior.
Razones econ¨®micas
La polic¨ªa ha detenido a m¨¢s de 150 personas pero ninguna de ellas ha resultado ser una de las integrantes de los aproximadamente. 12 comandos de cara cubierta y armados con fusiles de asalto AK-47. Los enmascarados, a bordo de autom¨®viles blancos, llegaron a diversos lugares p¨²blicos de Hyderabad y abrieron fuego contra la poblaci¨®n, en su mayor¨ªa mohajir. Horas m¨¢s tarde suced¨ªa lo mismo en Karachi. A la ma?ana siguiente, cuando los mohajirs se enteraron de lo ocurrido, masas enardecidas atacaron los barrios sindis.
Los mohajirs son musulmanes de lengua urdu que llegaron a Sind en 1947, al independizarse de la Corona brit¨¢nica y separarse por cuestiones religiosas India y Pakist¨¢n. Hasta entonces Sind s¨®lo ten¨ªa un 5% de extranjeros en su territorio, en la actualidad sobrepasan el 48%. Los enfrentamientos entre las dos comunidades se deben principalmente a razones de tipo econ¨®mico. Los sindis son los campesinos y los propietarios de la tierra, pero las ciudades, especialmente Hyderabad y Karachi, ambas importantes nucleos econ¨®micos e industriales, est¨¢n en manos de los mohajirs. ?stos, que est¨¢n ascendiendo hasta convertirse en la nueva burgues¨ªa de Pakist¨¢n, se resiten a ser considerado extranjeros -lo que despectivamente significa la palabra mohajir- o a ser tratados como ciudadanos de segunda clase, a los que cada vez se les pone m¨¢s obst¨¢culos para acceder a la universidad.
El resurgir del nacionalismo sindi se debe precisamente a la sensaci¨®n de sentirse ellos los extranjeros en sus propias ciudades. El Gobierno de Islamabad acusa al de Nueva Delhi de estar detr¨¢s del renaciente nacionalismo sindi. India lo niega pero, azotada por el terrorismo sij, claramente respaldado por Pakist¨¢n, no deja de complacerse en las reivindicaciones de sus vecinos sindis.
[Los servicios de seguridad paquistan¨ªes remitieron un informe al presidente Ishaq Jan, en el que se?alaban que agentes indios hab¨ªan organizado las matanzas en el Sind con la complicidad de estudiantes sindis, informa la agencia AFP citando al diario de Islamabad The Muslim].
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