El Estado de las autonom¨ªas

La comunidad aut¨®noma que m¨¢s dinero ha dedicado al teatro ha sido Catalu?a, con unos resultados bastante elocuentes sobre la calidad y el prestigio obtenidos por sus compa?¨ªas dentro y fuera de nuestro pa¨ªs. Extremadura, por su parte, ha sido proporcionalmente la comunidad que m¨¢s dinero dedica por habitante al teatro: 382,13 pesetas sobre una media nacional de 105,34 pesetas. Ello se ha debido fundamentalmente a las importantes cantidades libradas para la creaci¨®n de infraestructura y rehabilitaci¨®n de teatros. Dentro de este mismo apartado de pesetas por habitante son los Gobiernos de Baleares y Castilla y Le¨®n los que menos presupuesto dedican al teatro, con cantidades de 10 y 15 pesetas, respectivamente.El Gobierno de Euskadi, que dedica importantes ayudas a las compa?¨ªas vascas, no ha previsto la inversi¨®n econ¨®mica para la creaci¨®n de un circuito, por lo que la mayor¨ªa de los espect¨¢cu los subvencionados no tienen d¨®nde presentarse. Mientras tanto, se han dedicado cantidades sustanciales a un teatro como el Arriaga, de Bilbao, que se est¨¢ convirtiendo en una especie de gran leyenda vasca, con un presupuesto de gesti¨®n desconocido pr¨¢cticamente hasta despu¨¦s de haberse realizado sus actividades, lo que no hace sino re producir estructuras de corte centralista frente al resto del Pa¨ªs Vasco. Galicia ha tenido una disminuci¨®n progresiva en sus presupuestos teatrales y no se ha realizado pr¨¢cticamente tarea alguna en favor de la creaci¨®n de un circuito gallego donde puedan realizarse actividades y representaciones.

Otras comunidades, como la Valenciana, Castilla-La Mancha Andaluc¨ªa, Arag¨®n y La Rioja, se han distlnguido por el contrario por su apoyo a la recuperaci¨®n y creaci¨®n de nuevos locales para las representaciones teatrales.

El problema de Canarias radica fundamentalmente en el encarecimiento que supone el traslado de las compa?¨ªas de la Pen¨ªnsula o extranjeras hasta las islas y en la gran descoordinaci¨®n existente entre los diferentes organismos aut¨®nomos.

Murcia y Asturias, por su parte, han estabilizado sus presupuestos de apoyo al teatro, aunque en algunos municipios han disminuido, pero se caracterizan tambi¨¦n por la falta de circuitos y una especial voluntad de at nci¨®n a la formaci¨®n en sus escuelas de teatro.

'Festivalitis'

Los casos de festivalitis m¨¢s cr¨®nicos corresponden, quiz¨¢, a Cantabria y Navarra, dos comunidades con una baja dotaci¨®n de teatros, escuelas y ayudas a las compa?¨ªas locales, pero que, sin embargo, cuidan con especial mimo los grandes presupuestos de sus festivales de verano: el Festival Internacional de Santander y Festivales de Navarra, que exportan una imagen de prestigio durante un mes pero que el resto del a?o impiden que se pueda realizar una actividad teatral digna y normalizada.El caso de Madrid es a todas luces especial: en la capital de Espa?a se encuentra el mayor n¨²mero de teatros y la mayor oferta teatral de todo el pa¨ªs, pero la necesidad autoimpuesta de asumir el prestigio y el boato nacional con grandes actividades, como son los festivales, lleva a organismos como la Comunidad de Madrid a realizar una pol¨ªtica teatral basada en el Festival de Oto?o, con un presupuesto superior a los 250 millones de pesetas, frente a la inexistencia de cualquier tipo de ayudas a las compa?¨ªas teatrales madrile?as, que s¨®lo pueden optar a hacer peque?as giras.