El Pentagono considera imprudente gravar las compras de armas en la CE
William Howard Taft IV, secretario adjunto de Defensa de EE UU considera "sumamente imprudente" la propuesta de la Comisi¨®n Europea de introducir grav¨¢menes arancelarios a la importaci¨®n de material militar en la CE. Taft, en una entrevista concedida ayer en Madrid a EL PA?S, se declara partidario- de que los aliados europeos de EE UU aumenten sus gastos militares, aunque ello no signifique necesariamente que compren m¨¢s armas norteamericanas.
Si Taft a?ade a su apellido el IV es porque tuvo un bisabuelo de mismo nombre que fue presidente de Estados Unidos. William Taft, de 43 a?os, n¨²mero dos de Frank Carlucci en el Pent¨¢gono, casado y con tres hijos, tiene un brillante historial tras de s¨ª. Pero ahora, sobre todo, su apellido est¨¢ asociado a un problema que empieza a obsesionar en la OTAN: la b¨²squeda de lo que en EE UU se califica como un reparto m¨¢s equitativo de la carga entre los aliados. Taft es el repartidor de la carga.Taft se entrevist¨® ayer en Madrid con los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Narc¨ªs Serra, respectivamente, y con Rafael de la Cruz, secretario de Estado de Defensa.
Madrid es una de las ¨²ltimas etapas de la gira europea de Taft, dirigida a preparar la aprobaci¨®n, el pr¨®ximo mes de diciembre, por la reuni¨®n ministerial del Comit¨¦ de Planes de Defensa de la OTAN, de un documento sobre el reparto de la carga. El informe evaluar¨¢ la contribuci¨®n -"no s¨®lo militar sino tambi¨¦n de otro tipo", explica Taft- que realizan los distintos aliados a la defensa de la OTAN.
"En ese texto", asegura Taft, "se examinar¨¢n las oportunidades para lograr un mayor aprovechamiento de los recursos que se aportan", y se identificar¨¢n las ¨¢reas en las que la OTAN necesita desarrollar programas, ya sea para entrenamiento, municiones, o modernizaci¨®n.
El enfoque espa?ol
"Ser¨ªa muy ¨²til establecer, como alianza, las reglas b¨¢sicas y un consenso sobre qu¨¦ es lo que se consideran contribuciones", y despu¨¦s se podr¨¢ considerar "qui¨¦n est¨¢ cumpliendo con su parte", dice Taft. "Todos los pa¨ªses de la Alianza est¨¢n dispuestos a hacer una contribuci¨®n justa", a?ade.
Cuando se trata de juzgar la contribuci¨®n espa?ola, "hay que empezar por donde estamos", declara Taft. "El enfoque espa?ol sugiere que hay medios adiciona les que ser¨ªa deseable que tuviera Espa?a y que contribuir¨ªan a la .seguridad general de la OTAN, especialmente en el Flanco Sur". Se necesitar¨ªa dedicar m¨¢s recur sos a la defensa para lograr esos medios adicionales. Y, como op timista que es, Taft afirma: "Hayuna crecimiento impl¨ªcito en el programa del Gobierno. Lo que m¨¢s se necesita es una modernizaci¨®n del material". Taft recuerda que Espa?a participa en varios programas, especialmente de cooperaci¨®n, "el ¨¢rea m¨¢s ¨²til en qu¨¦ gastar". Si Taft considera que en defensa el aprovechamiento de los recursos es "probablemente lo m¨¢s importante", tambi¨¦n considera que sin unos gastos adecuados no se comprar¨ªa lo que se necesita. El segundo de Carlucci explica as¨ª que la OTAN no tenga lo que deber¨ªa tener: "No es que no seamos tan eficientes como pudi¨¦ramos, sino que no proporcionamos los recursos necesarios". Taft defiende el ob etivo de un crecimiento de un 3% real anual en los gastos de defensa de los pa¨ªses de la Alianza Atl¨¢ntica .Como la meta adecuada a mantener mientras haya requisitos que no se cumplen". No cree que sea disparatado, con unas econom¨ªas en crecimiento, especialmente en Espa?a, "lo que implicar¨ªa "una menor carga en a?os sucesivos". Reconoce Taft que, en una ¨¦poca de distensi¨®n entre el Este y Oeste, el aumentar los gastos de defensa "es pol¨ªtica mente m¨¢s dif¨ªcil que si el enemi go est¨¢ detr¨¢s de la puerta". Y tras decir esto se r¨ªe, y a?ade: "Pero se puede lograr".
Taft se declara contrario a reducir las fuerzas norteamericanas desplegadas en Europa, a pesar de una reducci¨®n general en el nivel de tropas de EE UU: "Creemos firmemente en el despliegue avanzado, por el v¨ªnculo que establece entre Europa y EE UU, entre nuestro compromiso estrat¨¦gico y los compromisos hacia la integridad territorial de la OTAN". Por esta raz¨®n, Taft se resiste a aceptar lo que algunos han pedido en el Congreso norteamericano para que en las futuras negociaciones sobre armamentos convencionales entre Este y Oeste, EE UU insista en lograr una parte desproporcionada de toda reducci¨®n.Cacibios
Gran parte de esta conversaci¨®n se podr¨ªa haber desarrollado de manera id¨¦ntica 15 a?os atr¨¢s. Taft vuelve a re¨ªrse. "Muchas cosas han cambiado. Pero persisten muchos problemas en una alianza de este tipo. Uno de los cambios es la mayor prosperidad de nuestros aliados *** " *
Respecto a la CE, Taft considera "sumamente imprudente" la idea de la Comisi¨®n Europea de introducir aranceles a la importaci¨®n de armas en la CE de cara al mercado ¨²nico de 1992: "Encarecer¨ªa el material que necesitan comprar los pa¨ªses europeos en Estados Unidos, donde se alentar¨ªa a la gente que quieren erigir barreras y leyes proteccionistas para nuestras industrias. El resultado ser¨ªa muy malo. Significar¨ªa sencillamente que la Alianza Atl¨¢ntica gastar¨ªa m¨¢s en defensa o/y que comprar¨ªa en algunos casos material m¨¢s caro * menos capaz".
Frank Carlucci se ha dirigido * los Gobiernos de los pa¨ªses del GEIP (Grupo Europeo Independiente de Programas) para que no erijan barrera comercial alguna a la importaci¨®n de material militar. El GEIP, dice Taft, "ha acordado que dar¨ªa una respuesta conjunta, que est¨¢ elaborando". Seg¨²n el secretario de Estado adjunto de EE UU, "muchos est¨¢n de acuerdo en que tales barreras no son algo deseable, pero quieren abordar la cuesti¨®n como grupo".
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