El CDS provoca en 48 horas cuatro derrotas del PSOE en la Asamblea y el Ayuntamiento

Alianza Popular y el Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) derrotaron al PSOE en tres votaciones realizadas el pasado jueves en la Asamblea de Madrid. Ambos partidos de la oposici¨®n vencieron de nuevo a los socialistas en otra votaci¨®n celebrada ayer, en este caso el ayuntamiento de Madrid. El cerco pol¨ªtico se va estrechando, si bien tanto AP como el CDS aseguran que se trata de "coincidencias en determinados temas", y no de una estrategia global para derribar a los gobernantes de las instituciones madrile?as.

"A Leguina le esperan a¨²n d¨ªas peores", afirmaron fuentes del Grupo Popular de la Asamblea de Madrid, que mencionaron el debate sobre el estado de la regi¨®n, previsto para la semana pr¨®xima, y el de los presupuestos de la comunidad madrile?a para 1989, que ser¨¢n discutidos en noviembre, como nuevas oportunidades para ejercer la tarea de oposici¨®n. De momento, el Grupo Socialista perdi¨® el jueves dos votaciones, la segunda de ellas despu¨¦s de haberse deshecho un empate inicial.La estrategia de cerco al PSOE se ve favorecida por el hecho de que el presidente de la comunidad, Joaqu¨ªn Leguina, gobierna en minor¨ªa. Sus 40 diputados son insuficientes para hacer frente con ¨¦xito a conservadores y centristas que, unidos, disponen de 47 esca?os. Los siete diputados de Izquierda Unida apoyan con frecuencia a los socialistas, pero no lo hicieron as¨ª en una de las m¨¢s importantes votaciones del jueves pasado, que hac¨ªa referencia a la declaraci¨®n de zona en declive para varios municipios del sur de Madrid.

'Teguina empieza a merecerse una moci¨®n de censura", afirma el portavoz del CDS, Fernando Castedo. "Se lo merecen hoy m¨¢s que el a?o pasado, porque no generan confianza e incumplen promesas que hab¨ªan realizado. Por eso vamos a practicar este a?o una oposici¨®n m¨¢s dura, sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, pero eso no quiere decir que hayamos negociado un acuerdo con Alianza Popular". En todo caso, cualquier posibilidad futura de plantear una moci¨®n de censura exige que el candidato centrista sea reconocido como el l¨ªder alternativo.

La estrategia del CDS consiste en continuar en solitario su labor de oposici¨®n al gobierno madrile?o, sin establecer una pol¨ªtica com¨²n con AP y sin aceptar las sugerencias que el propio Leguina ha hecho para incorporar a los centristas a su equipo de gobierno. El CDS estima queesa situaci¨®n le permite afirmar su propio espacio, sin comprometerse con el gobierno minoritario del PSOE y sin apuntalar a AP, al menos mientras este partido no resuelva sus crisis internas.

Eso garantiza la continuidad al gobierno de Leguina, y por supuesto al equipo municipal, presidido por Juan Barranco. El problema es el desgaste que ¨¦stos puedan sufrir al tener que gobernar con presupuestos en parte ajenos, puesto que la oposici¨®n est¨¢ dispuesta a condicionar seriamente los proyectos de ambos equipos de gobierno.