Los laboristas parecen resignados a salir del Gobierno
ENVIADA ESPECIAL "Tenemos que volver a la oposici¨®n", reconoc¨ªa ayer a EL PA?S, sin ninguna muestra de sorpresa, Susan H. Rolef, una destacada miembro del Partido Laborista, que responsabiliza a Sim¨®n Peres de la derrota y para quien, lamentablemente, los resultados de los comicios legislativos del martes "reflejan muy bien los sentimientos de la sociedad israel¨ª". De todas formas, y esto revela la polarizaci¨®n del electorado, los resultados no muestran decisi¨®n clara sobre el principal problema de la campa?a: el levantamiento palestino y el proceso de paz.
El efecto que un nuevo Gobierno conservador pueda tener en ese terreno no parece inquietar demasiado a los ¨¢rabes de Israel, si bien la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que hab¨ªa apostado por el laborismo, ya ha expresado su malestar.El juego de las afianzas est¨¢ en marcha desde que, en la madrugada de ayer, se confirmaran los resultados electorales adelantados por un sondeo de la televisi¨®n. Casi de inmediato, los dirigentes de los cuatro peque?os partidos religiosos que han obtenido esca?os en el Parlamento se han visto desbordados por las propuestas que desde el Likud y el Partido Laborista intentan atraerse su apoyo.
Los 18 esca?os que en conjunto obtuvieron el martes se han convertido en una fuerza parlamentaria de inestimable valor ante el igualado resultado de la derecha (46 esca?os) y de la izquierda (48, descontados los ocho de los partidos antisionistas). Sin embargo, parece claro que el l¨ªder conservador, Isaac Shamir, podr¨¢ formar Gobierno cuando, de acuerdo con la legislaci¨®n israel¨ª, el presidente Chaim Herzog le convoque como el partido m¨¢s votado.
Aunque Sim¨®n Peres, m¨¢ximo dirigente laborista, y actual ministro de Exteriores, ha querido agotar hasta la ¨²ltima posibilidad, la mayor¨ªa de los votantes de los partidos religiosos comparte la postura del Likud de mantener los territorios ocupados en 1967, especialmente Cisjordania, la Judea y la Samaria de la Biblia. Adem¨¢s, incluso con el apoyo de la izquierda antisionista (comunistas, LPIP y PDA), los laboristas carecen (le una mayor¨ªa de bloqueo. "Creo que Peres est¨¢ muy cansado", asegura Rolef; "desde hace un par de a?os, una parte del laborismo est¨¢ descontenta con ¨¦l".
"No hemos sabido apreciar el trabajo que los partidos religiosos han realizado en los ¨²ltimos a?os en el medio rural y entre las capas m¨¢s pobres", manifestaba Rolef. Esta mujer, que se encuentra al frente del ¨®rgano laborista en lengua inglesa, Spectrum, atribuye la sorpresa de dichos partidos -cuyo ¨¦xito no aparec¨ªa reflejado en los sondeos- a que sus partidarios no suelen responder a las encuestas, pero sobre todo a la preocupaci¨®n que han demostrado por los problemas cotidianos, olvidados por los grandes partidos.
"Veneno solo o con hielo"
Los votantes israel¨ªes no han efectuado una verdadera elecci¨®n entre las pol¨ªticas de paz y seguridad presentadas por la derecha y por la izquierda, tal como se desprende del empate de hecho entre el Likud (39 esca?os) y el Partido Laborista (38). Pero tampoco en las filas palestinas se observaba una gran diferencia entre las ofertas de uno y de otro. "Es como elegir entre beber el veneno solo o con hielo", hab¨ªa llegado a asegurar uno de sus representantes en las fechas previas a la votaci¨®n. No obstante, entre los militantes m¨¢s moderados se reconoc¨ªa que el laborismo era "la opci¨®n menos mala".
Las presiones de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Egipto hicieron girar la postura de la OLP en ese sentido, y, tras una inopinada vuelta hacia Jordania, pidi¨® a los israel¨ªes -¨¢rabes y jud¨ªos- que votaran "por la paz". Para los palestinos con ciudadan¨ªa israel¨ª, cuya participaci¨®n alcanz¨® el 72%, la consigna significaba comunistas, lista progresista o Partido ?rabe Democr¨¢tico.
"Nuestra situaci¨®n no va a cambiar sustancialmente", aseguraba el periodista palestino Siyad Abu S?yad en una conversaci¨®n con esta enviada especial, poco despu¨¦s de conocerse los resultados electorales. Abu Siyad dirige el semanario Ghesher (Puente), una publicaci¨®n palestina en hebreo que pretende servir de v¨ªnculo entre las dos comunidades que viven en Israel.
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