La Audiencia admite una querella por estafa contra directivos de Banesto, Garriga Nogu¨¦s y Vitoria
La Audiencia Provincial de Madrid ha admitido a tr¨¢mite una querella criminal contra directivos y ex directivos del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito, Banco Garriga Nogu¨¦s y Banco de Vitoria por los presuntos delitos de estafa y falsificaci¨®n de documento mercantil. Entre los querellados figura Pablo Garnica, presidente honorario y ex presidente de Banesto, y Jos¨¦ Mar¨ªa Sainz de Vicu?a, ex presidente de Banco Garriga Nogu¨¦s. La querella ha sido interpuesta por Jos¨¦ Nonay Villalba, uno de los mayores accionistas de Banesto a principios de los a?os ochenta (era propietario de dos millones de acciones, que representaban el 1,5% del capital). En la querella, Nonay reclamaba 2.000 millones de pesetas. Banesto declin¨® hacer cualquier comentario, argumentando que el caso est¨¢ sub j¨²dice.
El pasado 29 de septiembre la Audiencia de Madrid estim¨® el recurso de apelaci¨®n interpuesto por Jos¨¦ Nonay y en consecuencia admiti¨® a tr¨¢mite la querella criminal que ¨¦ste hab¨ªa presentado inicialmente en febrero de 1987 y que hab¨ªa sido desestimada por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 de Madrid. La Sala Cuarta de la Audiencia, que preside la magistrada Pilar Oliv¨¢n Lacasta, ha acordado que "se practiquen las diligencias solicitadas por la parte querellante y cuantas sean necesarias para el esclarecimiento de los hechos".Entre estas diligencias destaca la declaraci¨®n de los querellados, encabezados por Garnica y S¨¢inz de Vicu?a. En la lista figuran tambi¨¦n otros directivos y ex directivos de Banesto, como Jacobo Arg¨¹elles, consejero; Jos¨¦ Luis Elorriaga, jefe de los Servicios Jur¨ªdicos; y Juli¨¢n Tiemblo, ex director general adjunto. Tambi¨¦n ha sido solicitada la declaraci¨®n de Enrique Jos¨¦ Corral Cepeda, ex consejero delegado del Banco de Vitoria.
El querellante ha pedido tambi¨¦n certificaciones del n¨²mero de acciones de Banesto que ha pose¨ªdo desde 1977 hasta 1987, los pr¨¦stamos y cr¨¦ditos de los que ha sido titular y la f¨®rmula empleada para el c¨¢lculo de los intereses. En su opini¨®n se han producido importantes abusos en estos c¨¢lculos as¨ª como cargos injustificados en sus cuentas por varias decenas de millones.
Por su parte, fuentes de Banesto han se?alado que la entidad "ha facilitado toda la informaci¨®n del caso, con todo tipo de detalles, a la familia Nonay". Las mismas fuentes a?adieron que no se pod¨ªan pronunciar sobre el contencioso porque estaba sub j¨²dice y que hab¨ªa que esperar la decisi¨®n del juez.
Este reciente auto judicial ha supuesto un cambio radical en la posici¨®n del grupo Nonay, una emprendedora familia de agricultores aragoneses, en la larga batalla jur¨ªdica que mantiene contra Banesto y otras entidades financieras como el Algemene Bank Nederland, NV (ABN). Las acciones judiciales de los bancos, sobre todo las promovidas por el ABN, desembocaron en el colapso econ¨®mico del grupo Nonay, dedicado al cultivo y comercializaci¨®n de ¨¢rboles frutales y plantas. ABN prefiri¨® no opinar sobre el caso "para no influir en los jueces".
La crisis de este grupo se desencaden¨® en 1981 a consecuencia de que no le pagaron una exportaci¨®n de ¨¢rboles a M¨¦xico valorada en m¨¢s de 600 millones de pesetas. Se agrav¨® cuando en marzo de 1983 el ABN inst¨® la quiebra de Nonay Gil y Hermanos, por deudas de 40 millones de pesetas (garantizadas con hipotecas sobre bienes familiares) y se convirti¨® en irreversible cuando el grupo Banesto ejecut¨® sus cr¨¦ditos. En aquellos momentos, Nonay Gil Hermanos era una empresa en vertiginosa expansi¨®n que hab¨ªa conquistado los mercados del norte de ?frica, con unas exportaciones superiores a los 5.000 millones de pesetas anuales, lo que le hab¨ªa otorgado el liderazgo del sector en 1976,1977 y 1978. La empresa consigui¨® una destacaba penetraci¨®n en Arabia Saud¨ª, en competencia con firmas holandesas, tradicionales proveedores del reino. En el momento de la quiebra, Nonay Gil Hermanos hab¨ªa conseguido formalizar contratos en este pa¨ªs por un importe superior a los 20.000 nifillones, que se perdieron a ra¨ªz de la quiebra.
Posteriormente, Nonay gan¨® el pleito al ABN y consigui¨® levantar la quiebra, primero en el Juzgado de Instrucci¨®n, en 1984 y despu¨¦s ante la Audiencia en 1986, pero la decisi¨®n de los jueces, dos a?os despu¨¦s, no pudo ya remediar la ruina de la empresa.
Tras la acci¨®n del ABN, el Banco Garriga Nogu¨¦s y el Banco de Vitoria -que ten¨ªan concedidos pr¨¦stamos al grupo Nonay para comprar acciones de Banesto (523 millones de pesetas) y para financiar la actividad de la empresa (577 millones)- ejecutaron los cr¨¦ditos. Esta ejecuci¨®n signific¨® la indefensi¨®n financiera de Nonay, al fallar su propio banco.
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