Alfonso P¨¦rez Sotomayor

Alfonso P¨¦rez Sotornayor, de 25 a?os, es un canario del Puerto de la Cruz (Tenerife) que el pasado mes se convert¨ªa en el primer hombre de hierro espa?ol. Tal denominaci¨®n la alcanz¨® al terminar el triatl¨®n de Hawai, conocido como el Ironman, que consiste en nadar cuatro kil¨®metros, hacer 160 en bicicleta y terminar con los 42,195 de la marat¨®n. Tard¨® 10.29.27 horas en su gesta. Otros dos espa?oles, vascos, tambi¨¦n terminaron la prueba: Javier Berasategui, en 10.54.07 horas, y Alfredo Olabegolla, en 12.31.12.

Hasta este a?o, ning¨²n espa?ol se hab¨ªa atrevido a intentar participar en el Ironman. Alfonso P¨¦rez lo decidi¨® el a?o pasado, tras haber tomado contacto con el triatl¨®n en una prueba de 1,5 kil¨®metros de nataci¨®n, 40 de bicicleta y 10 de carrera. Le que daba a¨²n un a?o para terminar sus estudios -de Econ¨®micas en la universidad de Indiana (EE UU), y ten¨ªa, por tanto, la posibilidad de participar en alguna de las pruebas de clasificaci¨®n para el Ironman.Alfonso P¨¦rez se hab¨ªa ido a Estados Unidos para nadar, con la excusa de hacer all¨ª la carrera y aprender ingl¨¦s. Lo suyo era la nataci¨®n y quer¨ªa mejorar el noveno puesto que consigui¨® en unos campeonatos de Espa?a. Pero no lo logr¨®, porque cada vez que llegaba una competici¨®n se pon¨ªa enfermo y acab¨® abandonando el deporte pese a que segu¨ªa teniendo todas las facilidades para practicarlo en su universidad americana. Hasta que lleg¨® David Tunner, un entrenador del Canoe, que le anim¨® a iniciarse en el triatl¨®n. Para ello tuvo que comprarse hasta la bicicleta, porque jam¨¢s hab¨ªa hecho ciclismo. Su primera experiencia fue tan buena que comenz¨® a obsesionarse con participar en el Ironman.

Logr¨® clasificarse este verano entre los cinco primeros del triatl¨®n de Springfield (Illinois) y con ello adquiri¨® el derecho a participar en el Ironman. De lo contrario, tendr¨ªa que haber confiado en ser uno de los 10 agraciados que, por sorteo, son admitidos, entre 8.000 pretendientes. Alfonso P¨¦rez inici¨® unos entrenamientos intensivos para afrontar la dur¨ªsima prueba. Alternaba los deportes en sesiones de ma?ana y tarde, y lleg¨® a hacer en una ornada tres kil¨®metros de nataci¨®n, 160 de ciclismo y siete de atletismo. Lo suyo no es el correr, pero sab¨ªa que si adquir¨ªa resistencia sobre la bicicleta, tambi¨¦n le servir¨ªa para correr.

A Hawai lleg¨® una semana antes de la prueba: "El ambiente que se viv¨ªa all¨ª era impresionante. A las siete de la ma?ana ya hab¨ªa unas 400 personas entren¨¢ndose en la bah¨ªa. La isla vive para el triatl¨®n. El d¨ªa de la prueba, todas las actividades se paralizan". Nunca lleg¨® a dudar que podr¨ªa terminar la prueba. No s¨®lo fue uno de los 1.190 deportistas, de 1.404 inscritos, que lograron acabar, sino que lo hizo dignamente en el puesto 232. "No se siente nada especial al acabar. S¨ª, ya eres un hombre de hierro, pero te tocas y ves que sigues igual que antes".

Ya est¨¢ pensando en volver el a?o que viene. Para mejorar su marca y su clasificaci¨®n. Es un reto personal el que se plantea, ya que es consciente de que la victoria no estar¨¢ nunca a su alcance: "Compito contra aut¨¦nticos profesionales de este deporte. Scott Molina, Mike Pigg y Mark Allen, por ejemplo, son hombres que ganan 12 millones de pesetas al a?o entre premios y patrocinadores. Yo s¨®lo soy un aficionado.