Llamamiento

Paralelo en sus objetivos a la Declaraci¨®n de Delfos, circula ya en los ¨²ltimos actos del A?o Europeo del Cine un Llamamiento de los cineastas, firmado por Bergman, Angelopoulos, Bertolucci, Chabrol, Claude Goretta, Jiri Menzel, Rohiner, Istv¨¢n Szab¨® y Wenders, como convocatoria a la concesi¨®n del primer Premio Europeo de Cine.Dicen los cineastas: "Somos conscientes de c¨®mo la palabra escrita es alejada de nuestras vidas por im¨¢genes animadas, de c¨®mo la galaxia Gutenberg ha evolucionado hacia la galaxia Lumi¨¦re. Lo que comenz¨® en Europa como atracci¨®n de feria -y que di¨® hijos como Chaplin, Eisenstein y Bu?uel- acab¨® convirtiendose en una forma art¨ªstica de poder sin precedentes, que hoy es uno de los veh¨ªculos de la cultura mundial".

"Un giro en la trama de un gui¨®n o el carisma de un actor tienen un efecto tan fuerte en la imaginaci¨®n colectiva que las calles del mundo se vac¨ªan cuande se emite un cap¨ªtulo de una serie telev¨ªsiva popular. Todos quienes hacemos cine tenemos una incomparable influencia sobre las necesidades, los gustos y los valores".

Europa como universo

"Pero el peligro radica en que nuestro poder puede llevarnos a la homogeneidad cultural, al deterioro del gusto art¨ªstico, a una contaminaci¨®n de los valores intelectuales y espirituales, a la supresi¨®n de las indent¨ªdades nacionales y de las lenguas nativas, (a la muerte) de nuestro innato deseo por la belleza de lo distinto y de nuestro respeto por la diversidad de lo universal".

"Y as¨ª hemos llegado al punto de que este poder mundial de las im¨¢genes amenaza la existencia de nuestra cultura cinematogr¨¢fica europea. El cine, nacido en Europa, fue muestra de un continente rico en tradiciones y plural en ideas. Pero nuestro cine est¨¢ desapareciendo poco a poco de nuestras pantallas. ?S¨®lo nos queda llevar luto por ¨¦l? (Tal vez) un mensaje humano se encuentra todav¨ªa enterrado en nuestra tierra europea. (Por eso) cuanto m¨¢s nosotros mismos seamos, m¨¢s fuerte ser¨¢ nuestra unidad, cuanto m¨¢s luchemos por una identidad com¨²n basada en la variedad europea, mejor podremos protegernos del terror de la actual estandarizaci¨®n de nuestro arte".